Otro insulto bastante rebuscado que escuché fue el siguiente:

"Arbitrooooooooo... no me cägo en tu padre porque no sé si seré yo"

Una de mis anécdotas fué después de la promoción del 92...Betis-Deportivo,al salir del Gol sur,entre la tristeza general,en lo primero que me fijé fué en un tio de unos 40 llorando diciendo que ¨ahora es cuando había que echarle cojo nes y sacarse el carnet el año que viene¨...eso me marcó.

Que levanten la mano los que, en un claro gesto de desprecio de su propia vida, hayan comido alguna vez uno de esos bocadillos de salchicha que hacían en los puestos de bocatas que había dentro de las gradas.

Siempre pensé que pudo llegar a más, como me pasó con Joaquín.

Yo creo que Joaquín ha tenido mala suerte con los equipos, si lo llega a fichar el Madrid o el barca sería un grande.
Y no entiendo como en valencia acabó relegado a la suplencia.

Joaquín ha llegado muy alto, pero con el talento que tenía podía haber llegado mucho más alto: campeón del Mundo y de Europa con España, por ejemplo.

Ayer prometí una segunda anécdota, definitoria de lo que es la gente del Betis. Aquí va.

Debían ser finales de los 80 o principios de los 90 cuando tuve el carné en gol sur. Por entonces, iba al fumbo solo y me gustaba llegar al menos una hora antes del partido para intentar coger una de las vallas verdes que me permitiera acodarme (nota para los más jóvenes, por aquel entonces, en los goles te tenías que chupar el partido de pie, así que poder acodarse en la valla era importante). Evidentemente, cada uno se ponía donde quería o podía, pero a lo largo de la temporada se iba cogiendo querencia por una zona concreta y terminabas conociendo de vista a los que te rodeaban. Así fue, como me di cuenta que cerca mía se ponía, casi siempre, un grupo de cinco o seis tíos algo mayores que yo. Pues bien, la temporada fue mala y nos fuimos a segunda división (¿puede que fuera el descenso del 91?, lo cierto es que no puedo acordarme, pero debió ser por ahí más o menos). En el grupo del que os hablo había un exaltado que, conforme iban pasando las jornadas y no levantábamos cabeza, iba soltando cada vez burradas más gordas, con lo que se exaltaba cada vez más, era un círculo vicioso. Hasta el punto de que en el último partido (o al menos, aquel en que se verificó el descenso) rompió su carné y grito a los cuatro vientos: NO VOLVERÉ SACARME EL CARNÉ NUNCA MÁS. Y por si a alguien le quedaba alguna duda de lo que quería decir, que ya se sabe que en tos laos hay gente cortita: JAMÁS VOLVERÁ A DARLE DINERO A ESTA PANDA DE MATAOS.

Transcurrió el verano y llegó principios de septiembre cuando hubo que disputar la primera jornada de la nueva liga en segunda división. Accedo a la zona donde me solía ubicar y poco a poco van llegando los integrantes del grupo del que hablo. Apenas unos minutos antes de empezar el partido aparece el exaltado, y los amigotes, con muuuucha sorna y ganas evidentes de cachondeo, le dijeron: ¿Qué, tú no habías roto el carné y decías que nunca volverías a venir? El tío, derrotado, encoge un poco los hombros, suspira, mira al suelo, luego al cielo, después a sus amigos, y por último al campo, donde ya estaban los dos equipos calentando. En voz baja y un poco quebrada dice: ¿Y dónde voy a ir yo? Sus amigos, todos un poco abochornados, asintieron en silencio. Ya no se volvió a hablar más del tema.

Creo que jamás me he sentido, y sé que nunca me sentiré, más bético que aquel día.

¿Han comentado ya lo de la rifa en una pizarra y el grito de "Yaaaaaaa está pagaaaaao" y las "visera par só, visera" hechas con cartones de tabaco?
Principios de los noventa...

Perdona, creo recordar que era una portería pintada con círculos en los cuatro ángulos. Los jugadores tenían que "chutar" (palabra de mi tiempo, derivada del original inglés shot) a esos círculos. Efectivamente el "maracana" ocupada desde las puertas centrales del actual fondo hasta la valla de la c/Padre G.Tejero.
Todo esto era cuando entrenaba Tito Ferenc. El entrenador más amable y cordial que he conocido con los que asistíamos a los entrenamientos.

Bonito momento para recordar, donde están ahora ellos y dónde estamos nosotros

No me acordaba de la rifa. Rcuerdo que en el descanso pasaba el tio con el numero premiado escrito en una pizarra negra.
No estoy seguro, pero creo que rifaban el balon del partido.

Rifaba dinero y en ocasiones además de dinero una o dos entradas para el próximo partido.