Otra buena noticia para la política económica del Betis. No sólo la realidad indica que la decisión del actual consejo de ser comedidos en el gasto puede llevarse bien con los resultados deportivos, sino que los diferentes estamentos que han de supervisar el funcionamiento de las entidades están avalando el proceder del Betis en los últimos tiempos. Ha ocurrido esta misma semana con la concesión de la licencia UEFA y se ha reafirmado en las últimas horas con el reconocimiento de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) al otorgarle nota positiva en el control de sus finanzas a través de una revisión previa de sus presupuestos, algo que anteriormente se hacía a posteriori y que en esta temporada se anticipa. Se premia, entonces, que exista «un equilibrio estricto entre los ingresos y los gastos y aquellos que no estén al día en su cuenta de resultados no podrán fichar futbolistas, ya que la patronal no registrará las fichas de sus nuevas contrataciones», algo que ya le sucedió al Betis en el verano de 2011 (tuvo que solucionarlo por vía judicial tras ser emitirse una opinión desfavorable a su situación financiera). En 2012 tuvo una nota positiva con reservas, puesto que debía facilitar la comprobación de algunas dudas que finalmente fueron subsanadas. Ahora, tras su examen ante la LFP sus cuentas no tienen mácula.
Tras esta conformidad el Betis demuestra que no tiene deudas vencidas, líquidas y exigibles, pendientes de pago por actividades de traspaso, ni tampoco con su personal deportivo, la Seguridad Social y Hacienda. Y es que todo lo que le resta por pagar al Betis está recogido en el convenio con los acreedores y tiene marcado un calendario bien definido y aprobado por un juzgado.
El plazo para presentar esta documentación ante la LFP acababa el 30 de abril y el Betis hizo los deberes a tiempo al elaborar un presupuesto coherente para la campaña 2013-14. Esta circunstancia puede provocar que en los próximos ejercicios el Betis se vea obligado a realizar dos juntas de accionistas: una en primavera únicamente para aprobar estos presupuestos y la segunda a finales de año con el contenido habitual. De hecho, este año está previsto que el consejo de administración adelante la fecha de la asamblea. La intención actual es alejarse de diciembre, cuando siempre se han celebrado, y que se realicen en octubre o noviembre para que estén más cerca de la realidad de lo analizado (el balance de la campaña anterior) y lo que debe ser aprobado (la campaña ya en curso).
La nota positiva del Betis ante la LFP reconoce su buena labor y está por ver si la normativa que la evalúa tiene carácter sancionador con quienes tienen un informe desfavorable, ya que se podrían contemplar descensos de categorías o expulsiones de la competición. Al ser el primer año que se aplica en estos términos parece difícil que se produzca algún castigo de esta magnitud.
AFLP
Tras esta conformidad el Betis demuestra que no tiene deudas vencidas, líquidas y exigibles, pendientes de pago por actividades de traspaso, ni tampoco con su personal deportivo, la Seguridad Social y Hacienda. Y es que todo lo que le resta por pagar al Betis está recogido en el convenio con los acreedores y tiene marcado un calendario bien definido y aprobado por un juzgado.
El plazo para presentar esta documentación ante la LFP acababa el 30 de abril y el Betis hizo los deberes a tiempo al elaborar un presupuesto coherente para la campaña 2013-14. Esta circunstancia puede provocar que en los próximos ejercicios el Betis se vea obligado a realizar dos juntas de accionistas: una en primavera únicamente para aprobar estos presupuestos y la segunda a finales de año con el contenido habitual. De hecho, este año está previsto que el consejo de administración adelante la fecha de la asamblea. La intención actual es alejarse de diciembre, cuando siempre se han celebrado, y que se realicen en octubre o noviembre para que estén más cerca de la realidad de lo analizado (el balance de la campaña anterior) y lo que debe ser aprobado (la campaña ya en curso).
La nota positiva del Betis ante la LFP reconoce su buena labor y está por ver si la normativa que la evalúa tiene carácter sancionador con quienes tienen un informe desfavorable, ya que se podrían contemplar descensos de categorías o expulsiones de la competición. Al ser el primer año que se aplica en estos términos parece difícil que se produzca algún castigo de esta magnitud.
AFLP
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