En fechas recientes el consejo de administración y la plantilla del Betis llegaron a un acuerdo definitivo por las primas en función de las metas que alcance el cuadro heliopolitano a la conclusión de la presente temporada. La negociación no ha sido sencilla y sí bastante larga. Ya habían llegado a un acuerdo básico con los premios a percibir correspondientes a las rondas que pasarían de la Copa del Rey pero las de la competición liguera se estancaron hasta que se desbloquearon definitivamente en un punto en el cual ambas partes están relativamente satisfechas. Las primas se acordaron a la baja en un escenario de contención económica de la entidad que los futbolistas no reprochan y que entienden a la perfección porque la mayoría conocen lo que es vivir en un club que está saliendo del concurso de acreedores. Sin embargo, la cuantía de estos premios es realmente lejana de la que se ha venido pagando en el Betis en otros tiempos por las clasificaciones europeas y tampoco tienen justa comparación con algunos de los rivales directos del Betis para alcanzar la séptima plaza final.
De esta manera, la prima no supondrá una inyección de moral extraordinaria como ha podido suceder en otras temporadas, pero la plantilla ha mostrado su comprensión con la especial situación económica del Betis, que está respondiendo puntualmente a todos los pagos y que es una garantía de cumplimiento en los últimos tiempos, y sabe que la motivación la extraerá de su propio deseo de finalizar la temporada de la manera que merece lo realizado hasta el momento, al haber vivido toda la Liga en puestos europeos. Además, se da la circunstancia de que es un grupo joven, que tiene una estupenda relación entre sus componentes y que está enriquecido por la ambición de sus integrantes, ya que muchos de ellos jamás han disputado competición europea y una buena parte finaliza su contrato o sus cesiones. Esta peculiaridad hace que vayan a estar en el mercado este verano y una clasificación para la Liga Europa les daría un valor individual realmente interesante para poder encontrar equipo con mayor facilidad de la que se presupone en estos mometnos.
Algunos de los capitanes de la plantilla ya solicitaron al club durante la pasada pretemporada que, dadas las dificultades económicas del Betis, se articulara alguna propuesta innovadora haciendo partícipe a cualquier patrocinador para que el premio no fuera económico, sino en especie. Esta opción no se concretó finalmente y el acuerdo llegó no hace mucho tras un tira y afloja quizás demasiado largo. No ha habido situaciones tensas porque ambas partes entendían que el acuerdo iba a llegar para bien de ambos. De hecho, la última mala racha no tiene nada que ver con esto. El grupo se conjurará estos días para tratar de dar un empujón final a su clasificación europea en las próximas semanas y aparcar las dudas que se han generado por el dos de doce que les ha hecho poner en peligro una posición que se consideraba prácticamente propia. Celta, Mallorca, Zaragoza y Levante son los obstáculos que deben superar.
El incentivo para Europa ha de salir de la plantilla
De esta manera, la prima no supondrá una inyección de moral extraordinaria como ha podido suceder en otras temporadas, pero la plantilla ha mostrado su comprensión con la especial situación económica del Betis, que está respondiendo puntualmente a todos los pagos y que es una garantía de cumplimiento en los últimos tiempos, y sabe que la motivación la extraerá de su propio deseo de finalizar la temporada de la manera que merece lo realizado hasta el momento, al haber vivido toda la Liga en puestos europeos. Además, se da la circunstancia de que es un grupo joven, que tiene una estupenda relación entre sus componentes y que está enriquecido por la ambición de sus integrantes, ya que muchos de ellos jamás han disputado competición europea y una buena parte finaliza su contrato o sus cesiones. Esta peculiaridad hace que vayan a estar en el mercado este verano y una clasificación para la Liga Europa les daría un valor individual realmente interesante para poder encontrar equipo con mayor facilidad de la que se presupone en estos mometnos.
Algunos de los capitanes de la plantilla ya solicitaron al club durante la pasada pretemporada que, dadas las dificultades económicas del Betis, se articulara alguna propuesta innovadora haciendo partícipe a cualquier patrocinador para que el premio no fuera económico, sino en especie. Esta opción no se concretó finalmente y el acuerdo llegó no hace mucho tras un tira y afloja quizás demasiado largo. No ha habido situaciones tensas porque ambas partes entendían que el acuerdo iba a llegar para bien de ambos. De hecho, la última mala racha no tiene nada que ver con esto. El grupo se conjurará estos días para tratar de dar un empujón final a su clasificación europea en las próximas semanas y aparcar las dudas que se han generado por el dos de doce que les ha hecho poner en peligro una posición que se consideraba prácticamente propia. Celta, Mallorca, Zaragoza y Levante son los obstáculos que deben superar.
El incentivo para Europa ha de salir de la plantilla
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