La marcha de Santiago Pozas, tildada públicamente de dimisión aunque con una importante carga de destitución encubierta, dejará vacante la dirección general del club, aunque el Betis ha tomado la decisión de cubrir ese puesto de nuevo cuño lo antes posible. Tanto es así que en los próximos días se iniciará oficialmente el proceso de selección para la contratación de su sustituto, trámite que se realizará, de nuevo, a través de una empresa especializada. No será, obviamente, Dopp Consultores, en la que trabaja el hermano de Pozas (Fernando).
Sea como fuere, en la planta noble del Benito Villamarín se sigue confiando en esta fórmula como la más justa y transparente para completar el organigrama administrativo de la entidad, una necesidad perentoria en pos de la modernización de unas estructuras absolutamente obsoletas. Así llegaron Claudio Fúnez (otrora encargado del Área Financiera), Joaquín Corriente (gerente de los escalafones inferiores) y Luis Fradua (director de cantera), por lo que se asume el margen de error. La clave está en afinar a la hora de establecer los criterios de selección, empezando por la propia empresa, para evitar ´enchufes´.
En este sentido, el adiós de Santiago Pozas no significará en ningún caso la supresión de la dirección general ni la asunción por parte de otra persona de sus responsabilidades. El consejo de administración heliopolitano entiende que debe designarse a alguien que ocupe el puesto de quien lo abandonará el próximo martes, aunque no corre prisa. Lo más probable es que el alto directivo tenga nombre y apellidos entre finales de mayo y principios de junio, con el próximo verano como fecha límite, ya que la entidad desea que el recién llegado conozca su nuevo entorno de trabajo antes de que arranque oficialmente la temporada 13/14.
Resta por decidir si las condiciones económicas del sustituto de Pozas serán las mismas que las de su antecesor, que cobraba más que nadie en el club de entre los directivos (en torno a diez mil euros mensuales, según apunta una fuente interna). Algunos miembros de la rectoría bética estiman que deberían reformularse sus funciones, para evitar injerencias en otros departamentos que puedan generar polémicos episodios como los vividos este curso, con lo que su sueldo se vería reducido.
No está decidido este punto, con todo, como tampoco la designación del tercer profesional que gestione la cantera, tras la llegada de Joaquín Corriente (gerente) y Luis Fradua (director), y que se encargaría de coordinar el tránsito entre los dos primeros filiales (Betis B y juvenil A) y el equipo matriz.
ED
Sea como fuere, en la planta noble del Benito Villamarín se sigue confiando en esta fórmula como la más justa y transparente para completar el organigrama administrativo de la entidad, una necesidad perentoria en pos de la modernización de unas estructuras absolutamente obsoletas. Así llegaron Claudio Fúnez (otrora encargado del Área Financiera), Joaquín Corriente (gerente de los escalafones inferiores) y Luis Fradua (director de cantera), por lo que se asume el margen de error. La clave está en afinar a la hora de establecer los criterios de selección, empezando por la propia empresa, para evitar ´enchufes´.
En este sentido, el adiós de Santiago Pozas no significará en ningún caso la supresión de la dirección general ni la asunción por parte de otra persona de sus responsabilidades. El consejo de administración heliopolitano entiende que debe designarse a alguien que ocupe el puesto de quien lo abandonará el próximo martes, aunque no corre prisa. Lo más probable es que el alto directivo tenga nombre y apellidos entre finales de mayo y principios de junio, con el próximo verano como fecha límite, ya que la entidad desea que el recién llegado conozca su nuevo entorno de trabajo antes de que arranque oficialmente la temporada 13/14.
Resta por decidir si las condiciones económicas del sustituto de Pozas serán las mismas que las de su antecesor, que cobraba más que nadie en el club de entre los directivos (en torno a diez mil euros mensuales, según apunta una fuente interna). Algunos miembros de la rectoría bética estiman que deberían reformularse sus funciones, para evitar injerencias en otros departamentos que puedan generar polémicos episodios como los vividos este curso, con lo que su sueldo se vería reducido.
No está decidido este punto, con todo, como tampoco la designación del tercer profesional que gestione la cantera, tras la llegada de Joaquín Corriente (gerente) y Luis Fradua (director), y que se encargaría de coordinar el tránsito entre los dos primeros filiales (Betis B y juvenil A) y el equipo matriz.
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