Se presenta el Betis en este apretado final de la Liga con objetivos preñados de ilusión ante sí y una plantilla que, en gran medida, no sabe cuál será su camiseta más allá del 30 de junio. Las obligaciones presupuestarias han empujado a este panorama que viene dado por una particular forma de ver los tratos con clubes, agentes y futbolistas por parte de la dirección deportiva heliopolitana. Desde el Betis calculan una valoración muy concreta de cada futbolista en términos económicos y hacen su apuesta. Difícilmente se mueven muchos metros de su posición inicial. También suelen tardar a la hora de presentar las propuestas. Prefieren marcar los tiempos y no dejarse llevar por las prisas ajenas. La táctica es tan arriesgada porque se pueden marchar los futbolistas que le interesan de primera mano como responsable en términos económicos al enmarcarse en un contexto de restricciones de gasto por decisión expresa del consejo de administración para atender fielmente al convenio con los acreedores.
En estos casos se encuadran las renovaciones no resueltas con Adrián, Mario y Cañas o las incógnitas con el futuro de los muchos cedidos. Así como que sólo haya un fichaje evidentemente ya atado para la próxima campaña (Juanfran). Sin embargo, el Betis está en todos los frentes y cada día aparece un nuevo jugador vinculado a su lista de intereses. Este hecho responde a la intensidad en el movimiento de la dirección deportiva en el mercado. Pregunta las condiciones económicas y de contrato de infinidad de jugadores que le parecen interesantes, sigue a unos cuantos de éstos y el resto lo hacen los agentes, intermediarios, clubes o los propios protagonistas. El Betis vuelve a sonar como un club apetecible porque ha recuperado el mejor rendimiento deportivo y, algo que no es baladí, cumple con los pagos.
Sin embargo, esta táctica tiene su revés negativo. Provoca incertidumbre en exceso a los protagonistas y si están en la plantilla, puede afectar a su rendimiento deportivo. Es el caso de quienes concluyen contrato y se juegan cada fin de semana la pierna sin saber si continuarán como verdiblancos o no. También en una afición que no tiene claro quién compondrá su plantilla para la próxima temporada después del éxito de la presente alcancen o no la clasificación para competiciones europeas. También ocurre que el exceso de paciencia, de marcar los tiempos propios y de ser austeros provoca que muchos futbolistas encuentren rápidamente otros clubes que le hagan ofertas mucho más interesantes. Ante eso el Betis ofrece estabilidad, proyección y un contrato menor, pero no es suficiente para todos, como es lógico.
Es la dinámica en la que se ha movido la dirección deportiva comandada por Vlada Stosic y que ha conseguido fichajes a precio mucho menor del que se esperaba (en traspaso o salario) gracias a este proceder (Paulao, Ángel, Campbell o el sueldo de Nosa) o salidas con debate incorporado (Iriney, Santa Cruz, Cañas y, muy probablemente, Adrián). Es la misma prudencia que llevó a rechazar una gran oferta del Wolfsburgo de trece millones de euros y un futbolista por Beñat que quizás no vuelva a producirse. Entonces primó que el jugador estaba a gusto en el Betis y que podía mantener su nivel en Heliópolis, así como una confianza en una renovación (basada en los mismos parámetros fijos) que no se ha producido.
Como la táctica le ha funcionado bien a Stosic y su grupo (Emilio Vega, Keke Durán, Aurelio Santos...) desde que en diciembre de 2010 se hiciera cargo de la dirección deportiva, no va a modificarse para planificar la próxima campaña. El club no hace dispendios económicos y el rendimiento está siendo sobresaliente. El defecto apreciable en esta relación hasta ahora se produce en las dos mayores apuestas: Matilla y Nosa. Por ambos pagó el Betis la mitad del presupuesto de cada temporada para fichajes y el primero está cedido en el Murcia de la Liga Adelante y no está decidido que vaya a tener sitio en el equipo verdiblanco la próxima campaña y el segundo está comenzando ahora a justificar su fichaje pero se espera más de él en temporadas venideras.
Sea como fuere, a Stosic y los suyos les queda un trabajo ímprobo en los meses que están por delante. Conocer si el Betis está clasificado para Europa abrirá o cerrará muchas puertas, según el plano deportivo o económico, que siempre van de la mano en el Betis actual y al que es tremendamente fiel el mismo Stosic, algo que agradecen desde el consejo y que se censura en ocasiones desde fuera al considerar que el cuadro heliopolitano ha de arriesgar más en determinadas situaciones. Uno de ellos es el técnico, Pepe Mel, que aprieta para que las apuestas sean más atrevidas. Entre esos conceptos se debate este Betis en crecimiento que tiene su propia manera de desenvolverse en el mercado.
AFLP
En estos casos se encuadran las renovaciones no resueltas con Adrián, Mario y Cañas o las incógnitas con el futuro de los muchos cedidos. Así como que sólo haya un fichaje evidentemente ya atado para la próxima campaña (Juanfran). Sin embargo, el Betis está en todos los frentes y cada día aparece un nuevo jugador vinculado a su lista de intereses. Este hecho responde a la intensidad en el movimiento de la dirección deportiva en el mercado. Pregunta las condiciones económicas y de contrato de infinidad de jugadores que le parecen interesantes, sigue a unos cuantos de éstos y el resto lo hacen los agentes, intermediarios, clubes o los propios protagonistas. El Betis vuelve a sonar como un club apetecible porque ha recuperado el mejor rendimiento deportivo y, algo que no es baladí, cumple con los pagos.
Sin embargo, esta táctica tiene su revés negativo. Provoca incertidumbre en exceso a los protagonistas y si están en la plantilla, puede afectar a su rendimiento deportivo. Es el caso de quienes concluyen contrato y se juegan cada fin de semana la pierna sin saber si continuarán como verdiblancos o no. También en una afición que no tiene claro quién compondrá su plantilla para la próxima temporada después del éxito de la presente alcancen o no la clasificación para competiciones europeas. También ocurre que el exceso de paciencia, de marcar los tiempos propios y de ser austeros provoca que muchos futbolistas encuentren rápidamente otros clubes que le hagan ofertas mucho más interesantes. Ante eso el Betis ofrece estabilidad, proyección y un contrato menor, pero no es suficiente para todos, como es lógico.
Es la dinámica en la que se ha movido la dirección deportiva comandada por Vlada Stosic y que ha conseguido fichajes a precio mucho menor del que se esperaba (en traspaso o salario) gracias a este proceder (Paulao, Ángel, Campbell o el sueldo de Nosa) o salidas con debate incorporado (Iriney, Santa Cruz, Cañas y, muy probablemente, Adrián). Es la misma prudencia que llevó a rechazar una gran oferta del Wolfsburgo de trece millones de euros y un futbolista por Beñat que quizás no vuelva a producirse. Entonces primó que el jugador estaba a gusto en el Betis y que podía mantener su nivel en Heliópolis, así como una confianza en una renovación (basada en los mismos parámetros fijos) que no se ha producido.
Como la táctica le ha funcionado bien a Stosic y su grupo (Emilio Vega, Keke Durán, Aurelio Santos...) desde que en diciembre de 2010 se hiciera cargo de la dirección deportiva, no va a modificarse para planificar la próxima campaña. El club no hace dispendios económicos y el rendimiento está siendo sobresaliente. El defecto apreciable en esta relación hasta ahora se produce en las dos mayores apuestas: Matilla y Nosa. Por ambos pagó el Betis la mitad del presupuesto de cada temporada para fichajes y el primero está cedido en el Murcia de la Liga Adelante y no está decidido que vaya a tener sitio en el equipo verdiblanco la próxima campaña y el segundo está comenzando ahora a justificar su fichaje pero se espera más de él en temporadas venideras.
Sea como fuere, a Stosic y los suyos les queda un trabajo ímprobo en los meses que están por delante. Conocer si el Betis está clasificado para Europa abrirá o cerrará muchas puertas, según el plano deportivo o económico, que siempre van de la mano en el Betis actual y al que es tremendamente fiel el mismo Stosic, algo que agradecen desde el consejo y que se censura en ocasiones desde fuera al considerar que el cuadro heliopolitano ha de arriesgar más en determinadas situaciones. Uno de ellos es el técnico, Pepe Mel, que aprieta para que las apuestas sean más atrevidas. Entre esos conceptos se debate este Betis en crecimiento que tiene su propia manera de desenvolverse en el mercado.
AFLP
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