Más ambición y menos conformismo
Escrito por Ramón Román
Sábado 13 de Abril de 2013 11:16
El bético terminó contento ayer. Lógico. A la media hora veía que otra goleada en contra iba a quedar para la historia. El ridículo fue espectacular. Baño táctico de Emery a Mel y nula respuesta de una plantilla que baja la cabeza demasiado pronto. De ahí que el gol de Nosa se celebrara casi como un título. El árbitro estuvo horrible, pero perjudicó más al Sevilla que al Betis, de ahí que no sirva de excusa para justificar todo lo mal que hizo ayer el cuadro heliopolitano. Porque, como en la primera vuelta, es difícil sacar algo positivo de los verdiblancos, más que nada porque fueron el Sevilla y el árbitro los que les dieron vida.
La poco ambición del Betis a la hora de afrontar los derbis es digna de estudio. Los más optimistas se quedarán con el 3-3 final, con la casi remontada, pero sólo hay que contar los tiros a puertas de los verdiblancos para ver que el empate fue un milagro. Y gran parte de culpa de ello la tuvo del Cerro Grande. Y mientras un 3-3, con ridículo incluido, se celebre como una victoria, el Betis no aprenderá a afrontar este tipo de partidos. Porque el miedo le gana a la maldad en el bando bético en los derbis. El conformismo se sobrepone a la ambición, y se dan por buenas cosas que no debería. Otra cosa es lo que ocurre a la hora de analizar el cómputo general. Porque los heliopolitanos han sido incapaces de ganar el eterno rival esta temporada, han sido humillados en la primera vuelta y casi en la segunda, pero posiblemente el viernes por la noche el Betis dejó sin objetivo al Sevilla.
En cuanto a la peineta de Mel, poco hay que decir. Pero no por ello hay que restarle importancia. Se trata de un gesto lamentable del que es la cabeza visible del Betis, el líder para la gran mayoría. Y, por supuesto, me da igual para quién vaya dirigido, porque no hay justificación para tal falta de respeto.
http://www.alfinaldelapalmera.com/no...pO10g.facebook
Escrito por Ramón Román
Sábado 13 de Abril de 2013 11:16
El bético terminó contento ayer. Lógico. A la media hora veía que otra goleada en contra iba a quedar para la historia. El ridículo fue espectacular. Baño táctico de Emery a Mel y nula respuesta de una plantilla que baja la cabeza demasiado pronto. De ahí que el gol de Nosa se celebrara casi como un título. El árbitro estuvo horrible, pero perjudicó más al Sevilla que al Betis, de ahí que no sirva de excusa para justificar todo lo mal que hizo ayer el cuadro heliopolitano. Porque, como en la primera vuelta, es difícil sacar algo positivo de los verdiblancos, más que nada porque fueron el Sevilla y el árbitro los que les dieron vida.
La poco ambición del Betis a la hora de afrontar los derbis es digna de estudio. Los más optimistas se quedarán con el 3-3 final, con la casi remontada, pero sólo hay que contar los tiros a puertas de los verdiblancos para ver que el empate fue un milagro. Y gran parte de culpa de ello la tuvo del Cerro Grande. Y mientras un 3-3, con ridículo incluido, se celebre como una victoria, el Betis no aprenderá a afrontar este tipo de partidos. Porque el miedo le gana a la maldad en el bando bético en los derbis. El conformismo se sobrepone a la ambición, y se dan por buenas cosas que no debería. Otra cosa es lo que ocurre a la hora de analizar el cómputo general. Porque los heliopolitanos han sido incapaces de ganar el eterno rival esta temporada, han sido humillados en la primera vuelta y casi en la segunda, pero posiblemente el viernes por la noche el Betis dejó sin objetivo al Sevilla.
En cuanto a la peineta de Mel, poco hay que decir. Pero no por ello hay que restarle importancia. Se trata de un gesto lamentable del que es la cabeza visible del Betis, el líder para la gran mayoría. Y, por supuesto, me da igual para quién vaya dirigido, porque no hay justificación para tal falta de respeto.
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