Se establecerá un máximo de desigualdad en los derechos entre los que más cobran y los que menos
Se acabó hacer cada uno la guerra audiovisual por su parte; el actual conflicto que mantiene enfrentados al grupo del G34 con el conocido como los rebeldes. La próxima Ley del deporte profesional, actualmente en fase de gestación, fijará un nuevo modelo de reparto de los derechos audiovisuales del fútbol. En principio entraría en vigor en la temporada 2016-2017, pero podría adelantarse a la temporada 2015-2016 si todas las partes convienen que es conveniente comenzar a aplicar el nuevo modelo.
Ya no podrá cada club negociar individualmente con un operador televisivo. Habrá una venta centralizada de todos los derechos audiovisuales del fútbol profesional y un reparto centralizado, gestionado directamente desde la Liga de Fútbol Profesional. El gran caballo de batalla es cómo se organiza dicho reparto.
Y ahí está la gran novedad. La intención es que la diferencia entre los clubes que más cobran y el que menos sea de cuatro y media a cinco. Un criterio muy similar al que existe en otros modelos como el italiano o el inglés, y similar al existente desde noviembre de 2010 en el G32.
Para eso se van a establecer una serie de criterios clave a la hora del reparto. Especialmente son tres: la importancia histórica de los clubes, la audiencia histórica y los puntos durante la temporada.
A esto habría que añadir otro aspecto que también puede resultar clave, el último criterio de solidaridad destinado a los clubes que se vean abocados al descenso a Segunda división.
En el acuerdo de noviembre del 2010 del G32 se destinan 27 millones del total de los ingresos recibidos en conjunto a paliar la pérdida de categoría. De esa cantidad, los dos clubes grandes y que más ingresan, Barcelona y Real Madrid, amortizan más de un tercio, 5 millones de euros cada uno.
La idea es mantener esta misma filosofía en la nueva ley del deporte profesional, pero sin restricciones.
Club rico, 5; club pobre, 1 - MARCA.com
Se acabó hacer cada uno la guerra audiovisual por su parte; el actual conflicto que mantiene enfrentados al grupo del G34 con el conocido como los rebeldes. La próxima Ley del deporte profesional, actualmente en fase de gestación, fijará un nuevo modelo de reparto de los derechos audiovisuales del fútbol. En principio entraría en vigor en la temporada 2016-2017, pero podría adelantarse a la temporada 2015-2016 si todas las partes convienen que es conveniente comenzar a aplicar el nuevo modelo.
Ya no podrá cada club negociar individualmente con un operador televisivo. Habrá una venta centralizada de todos los derechos audiovisuales del fútbol profesional y un reparto centralizado, gestionado directamente desde la Liga de Fútbol Profesional. El gran caballo de batalla es cómo se organiza dicho reparto.
Y ahí está la gran novedad. La intención es que la diferencia entre los clubes que más cobran y el que menos sea de cuatro y media a cinco. Un criterio muy similar al que existe en otros modelos como el italiano o el inglés, y similar al existente desde noviembre de 2010 en el G32.
Para eso se van a establecer una serie de criterios clave a la hora del reparto. Especialmente son tres: la importancia histórica de los clubes, la audiencia histórica y los puntos durante la temporada.
A esto habría que añadir otro aspecto que también puede resultar clave, el último criterio de solidaridad destinado a los clubes que se vean abocados al descenso a Segunda división.
En el acuerdo de noviembre del 2010 del G32 se destinan 27 millones del total de los ingresos recibidos en conjunto a paliar la pérdida de categoría. De esa cantidad, los dos clubes grandes y que más ingresan, Barcelona y Real Madrid, amortizan más de un tercio, 5 millones de euros cada uno.
La idea es mantener esta misma filosofía en la nueva ley del deporte profesional, pero sin restricciones.
Club rico, 5; club pobre, 1 - MARCA.com
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