Viendo cómo están las cosas, cómo se están precipitando los sucesos en pretemporada, y cómo se está trabajando, tengo ya asumido que este año tocará de nuevo tirar del beticismo más primitivo y más puro que tenemos en nuestros adentros.
Ese beticismo que roza el drama y lo épico a la vez. Ese beticismo de jugarse la vida, de mirar a la suerte, a la muerte a la cara y decirle "Aquí estoy, delante tuya, antes de que hundas al Betis, tendrás que derribarme a mí". Ese beticismo de tirarse a la carretera con los amigos, con las peñas...
Ese beticismo tan profundo y tan primario, el beticismo de ese sabor amargo como cuando te parten un labio, ese sabor a pus reseco, ese beticismo que duele, que te hace sufrir de forma magnánime, mientras te agarras a una de las trece barras con todas tus fuerzas cerrando los ojos y pensando "que sea lo que dios quiera".
El beticismo que hace muchos años que no había que sacar tan a menudo. El beticismo de los bocadillos, de las rifas, de los descensos, de la miseria, de Utrera, de Jaén, de Coruña, de Burgos... y de Santander.
Y sacar ese beticismo duele como un parto, pero al final sale. Es durísimo estar solo en esos momentos, por eso, hoy con vistas al futuro, EL ÚNICO CONSUELO QUE ME QUEDA, EL ÚNICO, es que allí donde sufra, allí donde yo me duela, allí donde me indigne, allí donde me emocione, allí donde llore, allí donde TOQUE FONDO, donde me hunda, donde me pierda, ALLÍ siempre habrá un bético.
Ya sea en las gradas de piedra contra el Deportivo de la Coruña perdiendo el ascenso, en un partido con frío glacial y lluvia contra el Recreativo, con mi padre en preferencia enseñandome con 5 añitos que todo no es el resultado, que aquello que yo veía era más grande que los goles. En la calle Tajo, en Madrid, en el Sardinero, en Fondo, en Ecija...
Ese sitio que siempre es diferente, pero que siempre es el mismo: el sitio donde me hago una y otra vez hombre. El sitio donde vuelvo a tragar algo llamado orgullo, que sabe muy amargo y es viscoso. Algo donde las bofetadas duelen más que nunca, pero las recibes mirando de frente, sin rechistar.
Sé que en ese sitio estarán siempre gente que cogerá con sus manos mis mejillas y me mirarán a los ojos, frente a frente y me dirán "Levántate", que me agarrarán del brazo y dirán "Sigue dando golpes, animando", que habrá personas que me mirarán hundido en la miseria y empezarán a cantar el himno "Aquí estamos todos..." porque saben que esa frase, es superior a mí, que me llena de fuerzas.
Sé que en ese sitio estarán Ángel y Conchi, con su hijo Ale, que ya son como mi familia. Se que no me dejarán precipitarme en la amargura de la derrota. Sé que estará allí Nono, sujetándome del brazo y haciéndome entrar en razón. Sé que estará allí Carlos, Alberto y Pedro, siempre al 100% conmigo, siempre haciendonos fuertes, siempre ahí "venga cabesa, arriba".
Sé que estarán los hermanos Rafa y Víctor, siempre intentando aportar, colaborar, siempre dando la cara, con seriedad, con templanza. Sé que estará allí Recontra, con su gran ojo captando el dolor, que no debemos olvidar. Se que con su madurez y su saber estar me reconfortará.
Estarán allí ambos Ricardos (presi y kanibal), Iñigo, Gerardo, Camilo... aguantándome y calmándome, llevándome arriba. Y estará allí Pepe y sus cuatro pedazos de hijos, siempres dispuestos a dar la cara y ayudar.
Y estará las dos Maris del foro, y Anlly, y el ***** del Lehnin, siempre cantando, siempre animando, siempre apoyando, sin que se le acaben las pilas; la alegría de la afición. Y estará Mariano, dandome un abrazo que dice más que mil palabras. Y Coipu, Graciano, el Kiwi, Regue. Allí estarán pensado "Pufff el Helio está fatal, venga arriba tio". Y después me partiré de risa con los videos del artista de Gracimoy... Y estarán los dos Enriques, uno con su sede, y otro quitándome las sardinas peladas a 38 grados...
Sé que en los peores momentos, mis amigos del Real Madrid, del Barca, del Cádiz, del Xérez, me animarán. Sé que me enviaran mensajes al móvil, dandome ánimos, lamentándose de las injusticias, siendo solidarios conmigo, aunque su primer equipo no sea el Glorioso.
Sé que mi padre, mi madre, mi hermana y mi novia, siempre estarán ahí, sin entender realmente cómo puede afectarme tanto el equipo de las trece barras, pero estando para lo que me haga falta.
Esto señores, es el sentimiento del Beticismo. Esto señores, está por encima de Ruíz, de Pepe León, de los consejeros, de Kappa, del Estadio y de lo que sea.
Personas anónimas, que cada día, cada semana, cada año, están cimentando esto que hace 100 años que existe llamado Betis.
Es el único consuelo que me queda: el que tengo al lado. Esa persona que sabe PERFECTAMENTE por lo que estoy pasando, porque también lo siente. Mi único consuelo sois vosotros, amigos, porque se que PASE LO QUE PASE, volveremos a estar JUNTOS. Y eso señores, NO LO PODRÁ CAMBIAR NADIE.
Un saludo.
Ese beticismo que roza el drama y lo épico a la vez. Ese beticismo de jugarse la vida, de mirar a la suerte, a la muerte a la cara y decirle "Aquí estoy, delante tuya, antes de que hundas al Betis, tendrás que derribarme a mí". Ese beticismo de tirarse a la carretera con los amigos, con las peñas...
Ese beticismo tan profundo y tan primario, el beticismo de ese sabor amargo como cuando te parten un labio, ese sabor a pus reseco, ese beticismo que duele, que te hace sufrir de forma magnánime, mientras te agarras a una de las trece barras con todas tus fuerzas cerrando los ojos y pensando "que sea lo que dios quiera".
El beticismo que hace muchos años que no había que sacar tan a menudo. El beticismo de los bocadillos, de las rifas, de los descensos, de la miseria, de Utrera, de Jaén, de Coruña, de Burgos... y de Santander.
Y sacar ese beticismo duele como un parto, pero al final sale. Es durísimo estar solo en esos momentos, por eso, hoy con vistas al futuro, EL ÚNICO CONSUELO QUE ME QUEDA, EL ÚNICO, es que allí donde sufra, allí donde yo me duela, allí donde me indigne, allí donde me emocione, allí donde llore, allí donde TOQUE FONDO, donde me hunda, donde me pierda, ALLÍ siempre habrá un bético.
Ya sea en las gradas de piedra contra el Deportivo de la Coruña perdiendo el ascenso, en un partido con frío glacial y lluvia contra el Recreativo, con mi padre en preferencia enseñandome con 5 añitos que todo no es el resultado, que aquello que yo veía era más grande que los goles. En la calle Tajo, en Madrid, en el Sardinero, en Fondo, en Ecija...
Ese sitio que siempre es diferente, pero que siempre es el mismo: el sitio donde me hago una y otra vez hombre. El sitio donde vuelvo a tragar algo llamado orgullo, que sabe muy amargo y es viscoso. Algo donde las bofetadas duelen más que nunca, pero las recibes mirando de frente, sin rechistar.
Sé que en ese sitio estarán siempre gente que cogerá con sus manos mis mejillas y me mirarán a los ojos, frente a frente y me dirán "Levántate", que me agarrarán del brazo y dirán "Sigue dando golpes, animando", que habrá personas que me mirarán hundido en la miseria y empezarán a cantar el himno "Aquí estamos todos..." porque saben que esa frase, es superior a mí, que me llena de fuerzas.
Sé que en ese sitio estarán Ángel y Conchi, con su hijo Ale, que ya son como mi familia. Se que no me dejarán precipitarme en la amargura de la derrota. Sé que estará allí Nono, sujetándome del brazo y haciéndome entrar en razón. Sé que estará allí Carlos, Alberto y Pedro, siempre al 100% conmigo, siempre haciendonos fuertes, siempre ahí "venga cabesa, arriba".
Sé que estarán los hermanos Rafa y Víctor, siempre intentando aportar, colaborar, siempre dando la cara, con seriedad, con templanza. Sé que estará allí Recontra, con su gran ojo captando el dolor, que no debemos olvidar. Se que con su madurez y su saber estar me reconfortará.
Estarán allí ambos Ricardos (presi y kanibal), Iñigo, Gerardo, Camilo... aguantándome y calmándome, llevándome arriba. Y estará allí Pepe y sus cuatro pedazos de hijos, siempres dispuestos a dar la cara y ayudar.
Y estará las dos Maris del foro, y Anlly, y el ***** del Lehnin, siempre cantando, siempre animando, siempre apoyando, sin que se le acaben las pilas; la alegría de la afición. Y estará Mariano, dandome un abrazo que dice más que mil palabras. Y Coipu, Graciano, el Kiwi, Regue. Allí estarán pensado "Pufff el Helio está fatal, venga arriba tio". Y después me partiré de risa con los videos del artista de Gracimoy... Y estarán los dos Enriques, uno con su sede, y otro quitándome las sardinas peladas a 38 grados...
Sé que en los peores momentos, mis amigos del Real Madrid, del Barca, del Cádiz, del Xérez, me animarán. Sé que me enviaran mensajes al móvil, dandome ánimos, lamentándose de las injusticias, siendo solidarios conmigo, aunque su primer equipo no sea el Glorioso.
Sé que mi padre, mi madre, mi hermana y mi novia, siempre estarán ahí, sin entender realmente cómo puede afectarme tanto el equipo de las trece barras, pero estando para lo que me haga falta.
Esto señores, es el sentimiento del Beticismo. Esto señores, está por encima de Ruíz, de Pepe León, de los consejeros, de Kappa, del Estadio y de lo que sea.
Personas anónimas, que cada día, cada semana, cada año, están cimentando esto que hace 100 años que existe llamado Betis.
Es el único consuelo que me queda: el que tengo al lado. Esa persona que sabe PERFECTAMENTE por lo que estoy pasando, porque también lo siente. Mi único consuelo sois vosotros, amigos, porque se que PASE LO QUE PASE, volveremos a estar JUNTOS. Y eso señores, NO LO PODRÁ CAMBIAR NADIE.
Un saludo.
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