Con la permanencia virtual en el bolsillo las cosas en el Betis se ven de forma diferente. De hecho, el discurso centrado en la salvación ha dado paso a uno más ambicioso y acorde a la situación deportiva actual del equipo.
Sin embargo, esto plantea un nuevo debate, que en el club parecen tener muy claro. A una hipotética a la par que factible clasificación para competición continental suele acompañar una inversión en fichajes, que el Betis ya anuncia no será ni excesiva ni desproporcionada, sino más bien cercana a la actual. Ni siquiera un billete para disputar la Champions League (fase previa) cambiaría esta postura en el seno de la entidad, donde consideran que cualquier dispendio hipotecaría el futuro de un club que se rige por la máxima de la estabilidad y el crecimiento progresivo. "Esa hipótesis (hacer una inversión para participar en la Champions) es la que ha arruinado a muchos equipos de fútbol. No podemos gastarnos el dinero antes de ganarlo. Sin tener seguro el ingreso, no se puede aumentar la partida presupuestaria. Este consejo de administración no se va a volver loco, eso está claro", apuntaba con firmeza el administrador de las acciones de Farusa, José Antonio Bosch, en una larga e interesante tertulia en Canal Sur Radio.
Sus palabras evocan, inevitablemente, a situaciones no muy lejanas en el tiempo de la misma entidad heliopolitana. Para el abogado designado judicialmente como administrador del club, "es una obligación competir para ganar todos los partidos", ya que son "profesionales" y cobran por ello.
Perseguir la clasificación europea no será un regalo ni una utopía, sino una obligación a partir de ahora. Esta es la nueva filosofía que se ha instalado en el seno de la entidad.
Ahora bien, Bosch avisa de que ello no cambiará la manera de gestionar los recursos, aunque sí les obligará a agudizar el ingenio en busca de un mayor beneficio con casi los mismos recursos. "Tenemos un plan de viabilidad aprobado por nuestros acreedores, que confían en que lo cumplamos. Ese plan nos tiene absolutamente encorsetados. Lo que tenemos que ser es lo más eficiente posible para sacar el mayor rendimiento. Así que tenemos que decirle, por ejemplo, al director deportivo: "Si te vas a gastar cien, procura gastártelo de la mejor forma posible", explicaba el consejero.
Con una baja inversión, el precio por participar en tres competiciones puede ser demasiado elevado. No obstante, para el consejero "es rentable desde el punto de vista deportivo, porque competir siempre lo es". Si bien, determinar el beneficio económico dependerá de "cómo se comporten los gestores" con sus recursos, de ahí que huya de cualquier decisión que pueda lastrarles en un futuro.
La prioridad seguirá siendo, pues, la estabilidad económica y social, por encima del aumento en la inversión deportiva. "En nuestro proyecto, que es conservador, más que el Betis esté en Champions, lo que queremos es que haya pocas oscilaciones. Hemos ascendido once veces en nuestra historia, y esto es gravoso en todos los aspectos. Logrado eso, lo segundo que debe primar es la cantera, que tengamos una cantera estable, que nos proporciones 1,5 jugadores por temporada, con un primer equipo regular. Si conseguimos la estabilidad del primer equipo, y mejorar la cantera, nos centraremos en acortar los plazos de los pagos a los acreedores, y eso sólo se consigue vendiendo efectivos", continuó exponiendo Bosch en la tertulia radiofónica.
Con todo, la confección de la plantilla corresponderá tanto a Mel como a Stosic. Ellos serán quienes decidan en qué se va a invertir la partida presupuestaria destinada a los refuerzos para el próximo año, algo de lo que el propio Bosch se desmarca defendiendo la plena confianza en los responsables deportivos. "Los técnicos son los que deciden qué quieren hacer con el dinero que hay, pero insisto en que no habrá más dinero. Y salvo que consigamos un ingreso extraordinario, no se hará una inversión extraordinaria. La confección de la plantilla depende de los técnicos. Ese es su trabajo. Y estoy convencido de que lo van a hacer bien, porque lo vienen haciendo muy bien", zanjó.
En otro orden de cosas, Bosch defendió que la tempranera consecución del objetivo correspondía en parte a la buena marcha administrativa de la entidad. "Creemos que son vasos comunicantes y tenemos el convencimiento de que mientras peor lleves la gestión, peor es el resultado deportivo. A corto plazo, igual no se nota tanto, pero a medio y largo sí". Por último, defendió la transparencia y la honestidad como valores que deben regir una gestión como la suya. "Por decir lo que digo, no he hecho muchos amigos, pero tampoco era mi cometido. Es más importante la coherencia. No me parece valiente decir cosas en la intimidad de los despachos que luego no puedes mantenerla en público", finalizó José Antonio Bosch.
ED
Sin embargo, esto plantea un nuevo debate, que en el club parecen tener muy claro. A una hipotética a la par que factible clasificación para competición continental suele acompañar una inversión en fichajes, que el Betis ya anuncia no será ni excesiva ni desproporcionada, sino más bien cercana a la actual. Ni siquiera un billete para disputar la Champions League (fase previa) cambiaría esta postura en el seno de la entidad, donde consideran que cualquier dispendio hipotecaría el futuro de un club que se rige por la máxima de la estabilidad y el crecimiento progresivo. "Esa hipótesis (hacer una inversión para participar en la Champions) es la que ha arruinado a muchos equipos de fútbol. No podemos gastarnos el dinero antes de ganarlo. Sin tener seguro el ingreso, no se puede aumentar la partida presupuestaria. Este consejo de administración no se va a volver loco, eso está claro", apuntaba con firmeza el administrador de las acciones de Farusa, José Antonio Bosch, en una larga e interesante tertulia en Canal Sur Radio.
Sus palabras evocan, inevitablemente, a situaciones no muy lejanas en el tiempo de la misma entidad heliopolitana. Para el abogado designado judicialmente como administrador del club, "es una obligación competir para ganar todos los partidos", ya que son "profesionales" y cobran por ello.
Perseguir la clasificación europea no será un regalo ni una utopía, sino una obligación a partir de ahora. Esta es la nueva filosofía que se ha instalado en el seno de la entidad.
Ahora bien, Bosch avisa de que ello no cambiará la manera de gestionar los recursos, aunque sí les obligará a agudizar el ingenio en busca de un mayor beneficio con casi los mismos recursos. "Tenemos un plan de viabilidad aprobado por nuestros acreedores, que confían en que lo cumplamos. Ese plan nos tiene absolutamente encorsetados. Lo que tenemos que ser es lo más eficiente posible para sacar el mayor rendimiento. Así que tenemos que decirle, por ejemplo, al director deportivo: "Si te vas a gastar cien, procura gastártelo de la mejor forma posible", explicaba el consejero.
Con una baja inversión, el precio por participar en tres competiciones puede ser demasiado elevado. No obstante, para el consejero "es rentable desde el punto de vista deportivo, porque competir siempre lo es". Si bien, determinar el beneficio económico dependerá de "cómo se comporten los gestores" con sus recursos, de ahí que huya de cualquier decisión que pueda lastrarles en un futuro.
La prioridad seguirá siendo, pues, la estabilidad económica y social, por encima del aumento en la inversión deportiva. "En nuestro proyecto, que es conservador, más que el Betis esté en Champions, lo que queremos es que haya pocas oscilaciones. Hemos ascendido once veces en nuestra historia, y esto es gravoso en todos los aspectos. Logrado eso, lo segundo que debe primar es la cantera, que tengamos una cantera estable, que nos proporciones 1,5 jugadores por temporada, con un primer equipo regular. Si conseguimos la estabilidad del primer equipo, y mejorar la cantera, nos centraremos en acortar los plazos de los pagos a los acreedores, y eso sólo se consigue vendiendo efectivos", continuó exponiendo Bosch en la tertulia radiofónica.
Con todo, la confección de la plantilla corresponderá tanto a Mel como a Stosic. Ellos serán quienes decidan en qué se va a invertir la partida presupuestaria destinada a los refuerzos para el próximo año, algo de lo que el propio Bosch se desmarca defendiendo la plena confianza en los responsables deportivos. "Los técnicos son los que deciden qué quieren hacer con el dinero que hay, pero insisto en que no habrá más dinero. Y salvo que consigamos un ingreso extraordinario, no se hará una inversión extraordinaria. La confección de la plantilla depende de los técnicos. Ese es su trabajo. Y estoy convencido de que lo van a hacer bien, porque lo vienen haciendo muy bien", zanjó.
En otro orden de cosas, Bosch defendió que la tempranera consecución del objetivo correspondía en parte a la buena marcha administrativa de la entidad. "Creemos que son vasos comunicantes y tenemos el convencimiento de que mientras peor lleves la gestión, peor es el resultado deportivo. A corto plazo, igual no se nota tanto, pero a medio y largo sí". Por último, defendió la transparencia y la honestidad como valores que deben regir una gestión como la suya. "Por decir lo que digo, no he hecho muchos amigos, pero tampoco era mi cometido. Es más importante la coherencia. No me parece valiente decir cosas en la intimidad de los despachos que luego no puedes mantenerla en público", finalizó José Antonio Bosch.
ED
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