Tres goles y una asistencia providencial han bastado para que los que dudaban de Dorlan Pabón se rindan ante su fútbol. Cuando nada más aterrizar al Betis a finales de enero Pepe Mel le daba la camiseta de titular era por algo. A los tres días ya estaba correteando por el Vicente Calderón. El único pero es que lo hacía pegado a la banda derecha, lejos de su ubicación natural: el área. Una vez que el técnico ha corregido aquella elección y le ha devuelto a su hábitat, el colombiano lo ha agradecido con intervenciones decisivas. Ahora, en el Betis se hacen planes para tratar de retenerle. Su contrato es una rara avis en el mundo del fútbol. Cuatro meses cedido por un club que ya lo ha vendido y antes de marcharse a otro que ha pagado una millonada por él. El riesgo de que triunfara ya lo asumía el Betis. Tanto que sabe que está disfrutando de un futbolista que, si no es a través de esta fórmula, jamás hubiera aterrizado en Heliópolis. Una vez que lo han probado, lo quieren para más tiempo. El Monterrey abonó unos cuatro millones por el atacante y el Betis logró la cesión por algo menos de medio millón. Está claro que el club verdiblanco no puede alcanzar esas cantidades y la intención es buscar la complicidad con el jugador.
El caso es que Pabón está disfrutando, al fin, en Europa. Dio el salto al Parma para probar si su fútbol triunfaba en el Viejo Continente y el Betis le ha abierto las puertas con un vestuario acogedor y una afición que ya corea su nombre. En el club esperarán a que su evolución siga por este camino para tratar de agotar las vías, complicadas, para que Pabón siga como verdiblanco, al menos, una temporada más. En Monterrey no lo tienen nada claro. Fuentes cercanas al club mexicano señalan que después de haberse anunciado el pase de manera oficial por parte de su presidente deportivo, Luis Miguel Salvador, no hay posibilidad de vuelta atrás, sobre todo por la expectación generada.
El futbolista, parco en palabras, apenas da pistas, aunque siempre insiste en que «Monterrey es el futuro». No le queda otra, puesto que firmó cinco años con este club. Otra cosa es que reconsidere su postura momentáneamente y busque continuidad en Europa, la misma que le está acercando al retorno con su selección nacional pensando en el Mundial 2014. «Por el momento estoy tranquilo en el Betis. El Monterrey es mi equipo a partir de junio, es futuro. No sé que puede pasar de aquí a junio. Estoy tranquilo, jugando y demostrando cosas. ¿La Champions? El Betis puede llegar muy lejos, depende de nosotros. El sueño es ir a la Liga de Campeones. Todo el mundo admira al Betis, saben que tienen un problema cuando se enfrentan con nosotros. Estamos jugando muy bien», afirmaba en la visita que protagonizó, junto a Rubén Pérez, en Las Irlandesas, donde provocó unas risas al confundirse inocentemente con una pregunta sobre su relación con los jugadores del eterno rival.
AFLP
El caso es que Pabón está disfrutando, al fin, en Europa. Dio el salto al Parma para probar si su fútbol triunfaba en el Viejo Continente y el Betis le ha abierto las puertas con un vestuario acogedor y una afición que ya corea su nombre. En el club esperarán a que su evolución siga por este camino para tratar de agotar las vías, complicadas, para que Pabón siga como verdiblanco, al menos, una temporada más. En Monterrey no lo tienen nada claro. Fuentes cercanas al club mexicano señalan que después de haberse anunciado el pase de manera oficial por parte de su presidente deportivo, Luis Miguel Salvador, no hay posibilidad de vuelta atrás, sobre todo por la expectación generada.
El futbolista, parco en palabras, apenas da pistas, aunque siempre insiste en que «Monterrey es el futuro». No le queda otra, puesto que firmó cinco años con este club. Otra cosa es que reconsidere su postura momentáneamente y busque continuidad en Europa, la misma que le está acercando al retorno con su selección nacional pensando en el Mundial 2014. «Por el momento estoy tranquilo en el Betis. El Monterrey es mi equipo a partir de junio, es futuro. No sé que puede pasar de aquí a junio. Estoy tranquilo, jugando y demostrando cosas. ¿La Champions? El Betis puede llegar muy lejos, depende de nosotros. El sueño es ir a la Liga de Campeones. Todo el mundo admira al Betis, saben que tienen un problema cuando se enfrentan con nosotros. Estamos jugando muy bien», afirmaba en la visita que protagonizó, junto a Rubén Pérez, en Las Irlandesas, donde provocó unas risas al confundirse inocentemente con una pregunta sobre su relación con los jugadores del eterno rival.
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