Toda mi vida he tenido ilusión por mi Betis. Toda mi vida he visto al Betis y lo he seguido y he sido bético. Cuando las circunstancias económicas en casa lo permitían, allí estaba. Lo que pasa, que como a la gran mayoría de los béticos, no siempre le permitían esas circunstancias. Soy quizá el menos bético de los que aquí escriben, porque a bético siempre me ganará cualquiera. Yo sé lo que siento y nunca pelearé porque mi sentimiento sea mayor que el de cualquiera. Nunca.
Quizá por ello disfruto muchísimo de cada una de las historias que por los foros caen en mis manos, las hay de todos los tiempos, anécdotas de personas muy anónimas que son simplemente el abuelo de tal o cual. Disfruto igualmente de cómo con el esfuerzo comunitario se levantaron peñas como hongos por toda la geografía no sólo nacional sin internacional. Lloro a moco tendido con historias de padres a hijos, con recuerdos en las mismas puertas del cuarto anillo de béticos a los que no les llegaré ni a la suela de los zapatos.
Esa ilusión la potencié un día que entré por primera vez en el foro oficial, yo soy de los "oficiales". Y allí empecé a empaparme de la historia del Betis que contaban en mil peñas y que se volcaba allí, con aquellos que han mamado peña desde pequeñitos, que son peñistas consolidados y que a través de la peña tienen embajadas béticas en todo el mundo. Y el Betis que he vivido dentro de mi ámbito me puede, me anima a cada partido.
Tontería sería renegar de los éxitos alcanzados en los últimos años. Viví intensamente la final de Madrid. Cochecito para allá con mis amigos, día intenso en Madrid y apoteosis verdiblanca con un gol de Dani, pase de Varela, eso sí. Y la gloria la tocamos, vivimos esos días como en una nube. El verdiblanco inundó todo, todito todo Sevilla, ciudad del Betis.
Y aquellos que mejor glosaron esas glorias béticas nada más bajar del ave, del coche, del autobús o del avión que les llevó a peregrinar a Madrid, siguieron pensando en verdiblanco, como lo habían hecho antes y como lo hacían ahora. ¿Cómo? Pensando en un Betis más grande.
Mientras la copa viajaba más que el baúl de la Piquer nos metimos de nuevo en competición. Muchos béticos todavía estaban anestesiados con tamaño logro, seguido de un golazo de Oliveira que nos metía en la CHAMPION. Primeros de Andalucía, olé. Pero la copa viajera poco paraba en su casa, porque los hangares los tenía allá en Calle Jabugo. Pero otros béticos se preguntaban, y ahora que estamos aquí qué???
Pregunta recurrente, confiemos en Don Manuel, pero Don Manuel ya había empezado el divorcio con Serra, Don Lorenzo, le decía que si habían funcionado un año otro tenía que ser igual. Y vinieron jugadores que no convencieron para la tamaña empresa que se nos avecinaba. Las pruebas fueron directamente una catástrofe. Del cielo al infierno. La culpa? Para Don Manuel, la suerte y las lesiones. Fue ante un triste Mallorca cuando nos salvamos de una muerte anunciada y presenciamos una invasión de campo que era el epílogo triste de una celebración todavía más triste, la entrada del año del centenario.
Centenario del Real Betis Balompié. Institución: 0. Así lo expresó su máximo accionista. No se quería saber nada del Centenario. Y un grupo de locos construyeron otro ilusión que nos embargó a todos. Con poco se llegó a mucha gente. Muchos no sabían de su club en años y con el centenario vieron que había alguien ahí detrás. Se organizaba a ritmo desenfrenado: web, actos, voluntarios, partidos, himno, más actos, proyectos en curso, no se paraba. Todo era un continuo ir y venir. Una locura que casi costó el divorcio a más de uno. Pero todo se paró tras dos frenazos de muerte, el primero fue al intentar esquivar un busto sobre la bandera que cuelga en los balcones y en los corazones béticos, el otro de donde colgaba era de un perro.
Sigo con la ilusión? Por supuesto, porque con ilusión seguía viendo como mi equipo perdía y soñaba que cualquier jugada era el punto de inflexión para un equipo que se hundía tras la tristísima mueca de un entrenador que vino de crack así se fue, haciendo crack. De nuevo el Betis caía presa de su propia desidia. Ventas de sus mejores jugadores a dos días de haber comenzado la liga. Ay Joaquín, con lo que soñé con tus diabluras. A Oliveira le debo creer que en el fútbol todo es posible. Y él era capaz. Capaz hasta que se rompió. Triste guasa volver a la mala suerte y las lesiones.
Salvarnos este año ha sido simplemente una agonía viendo un reloj de arena cuyos granos iban perdiéndose como los puntos se perdieron y a diez jornadas teníamos que ganar un partido, y lo ganamos diez jornadas después. Lo de enmedio, para no olvidar en la vida: entradas regalás, dimisiones, más dimisiones, borrachos, salidas de tono, salidas de salidas de tono, el famoso año que siempre es el pegamento para todo lo roto, y la afición que clama y clama ante los oidos sordos de un consejo de administración que no da la sensación de nada parecido a eso que es un consejo de administración.
Y si alguien recuerda el 92, y todo lo que pasó, y todo lo que dicen que debemos y esas cosas. Pues de acuerdo, es verdad, debemos mucho a la ilusión de miles de béticos que hicieron todo lo posible y lo impensable por reunir dinero para su Betis. Y lo hicieron en el 92, hace 15 años, 15 años ya. Pero el derecho de pernada que algunos se creen que tienen sobre el sentimiento y la ilusión más que revitalizarlos parece que los van a meter en formol.
De nuestro Presidente no he hablado hasta ahora, y por tanto no voy a hablar. Es el cargo que da la llave a uno de esos triangulitos del campo nuevo, pues algunas llaves no es que no debieran darse nunca, sino de verdad haberlas hailas, deberían estar en ese fondo del mar para la eternidad.
Y sigo con ilusión??? Más que nunca, porque sino para qué soy del Betis??? Soy del Betis por ese Manquepierda eterno que hace que siempre haya béticos que luchen contra la adversidad, no la tengan como castigo divino y así la acepten. Soy del Betis y espero ilusionado los partidos. Que no me gusta el entrenador??? Y qué, si celebrar un gol del Betis es celebrar que uno está vivo.
Así que esa ilusión de la que llevo hablando todo este tiempo es una ilusión que tienen miles y miles de béticos, que quieren algo mejor para su Betis, que no se conforman con su destino maldito y que saben que hay algo mejor que lo que tenemos. Es una ilusión que va más allá del que ahora tiene esas acciones que le hacen tener oidos sordos ante los béticos. Que son un muro entre los béticos y él para escuchar que otro Betis es posible y que la ilusión de muchos hará que cuando menos la idea del Betis no sea enterrada ni vendida jamás.
Ilusión tengo toda la del mundo, y tú???
Quizá por ello disfruto muchísimo de cada una de las historias que por los foros caen en mis manos, las hay de todos los tiempos, anécdotas de personas muy anónimas que son simplemente el abuelo de tal o cual. Disfruto igualmente de cómo con el esfuerzo comunitario se levantaron peñas como hongos por toda la geografía no sólo nacional sin internacional. Lloro a moco tendido con historias de padres a hijos, con recuerdos en las mismas puertas del cuarto anillo de béticos a los que no les llegaré ni a la suela de los zapatos.
Esa ilusión la potencié un día que entré por primera vez en el foro oficial, yo soy de los "oficiales". Y allí empecé a empaparme de la historia del Betis que contaban en mil peñas y que se volcaba allí, con aquellos que han mamado peña desde pequeñitos, que son peñistas consolidados y que a través de la peña tienen embajadas béticas en todo el mundo. Y el Betis que he vivido dentro de mi ámbito me puede, me anima a cada partido.
Tontería sería renegar de los éxitos alcanzados en los últimos años. Viví intensamente la final de Madrid. Cochecito para allá con mis amigos, día intenso en Madrid y apoteosis verdiblanca con un gol de Dani, pase de Varela, eso sí. Y la gloria la tocamos, vivimos esos días como en una nube. El verdiblanco inundó todo, todito todo Sevilla, ciudad del Betis.
Y aquellos que mejor glosaron esas glorias béticas nada más bajar del ave, del coche, del autobús o del avión que les llevó a peregrinar a Madrid, siguieron pensando en verdiblanco, como lo habían hecho antes y como lo hacían ahora. ¿Cómo? Pensando en un Betis más grande.
Mientras la copa viajaba más que el baúl de la Piquer nos metimos de nuevo en competición. Muchos béticos todavía estaban anestesiados con tamaño logro, seguido de un golazo de Oliveira que nos metía en la CHAMPION. Primeros de Andalucía, olé. Pero la copa viajera poco paraba en su casa, porque los hangares los tenía allá en Calle Jabugo. Pero otros béticos se preguntaban, y ahora que estamos aquí qué???
Pregunta recurrente, confiemos en Don Manuel, pero Don Manuel ya había empezado el divorcio con Serra, Don Lorenzo, le decía que si habían funcionado un año otro tenía que ser igual. Y vinieron jugadores que no convencieron para la tamaña empresa que se nos avecinaba. Las pruebas fueron directamente una catástrofe. Del cielo al infierno. La culpa? Para Don Manuel, la suerte y las lesiones. Fue ante un triste Mallorca cuando nos salvamos de una muerte anunciada y presenciamos una invasión de campo que era el epílogo triste de una celebración todavía más triste, la entrada del año del centenario.
Centenario del Real Betis Balompié. Institución: 0. Así lo expresó su máximo accionista. No se quería saber nada del Centenario. Y un grupo de locos construyeron otro ilusión que nos embargó a todos. Con poco se llegó a mucha gente. Muchos no sabían de su club en años y con el centenario vieron que había alguien ahí detrás. Se organizaba a ritmo desenfrenado: web, actos, voluntarios, partidos, himno, más actos, proyectos en curso, no se paraba. Todo era un continuo ir y venir. Una locura que casi costó el divorcio a más de uno. Pero todo se paró tras dos frenazos de muerte, el primero fue al intentar esquivar un busto sobre la bandera que cuelga en los balcones y en los corazones béticos, el otro de donde colgaba era de un perro.
Sigo con la ilusión? Por supuesto, porque con ilusión seguía viendo como mi equipo perdía y soñaba que cualquier jugada era el punto de inflexión para un equipo que se hundía tras la tristísima mueca de un entrenador que vino de crack así se fue, haciendo crack. De nuevo el Betis caía presa de su propia desidia. Ventas de sus mejores jugadores a dos días de haber comenzado la liga. Ay Joaquín, con lo que soñé con tus diabluras. A Oliveira le debo creer que en el fútbol todo es posible. Y él era capaz. Capaz hasta que se rompió. Triste guasa volver a la mala suerte y las lesiones.
Salvarnos este año ha sido simplemente una agonía viendo un reloj de arena cuyos granos iban perdiéndose como los puntos se perdieron y a diez jornadas teníamos que ganar un partido, y lo ganamos diez jornadas después. Lo de enmedio, para no olvidar en la vida: entradas regalás, dimisiones, más dimisiones, borrachos, salidas de tono, salidas de salidas de tono, el famoso año que siempre es el pegamento para todo lo roto, y la afición que clama y clama ante los oidos sordos de un consejo de administración que no da la sensación de nada parecido a eso que es un consejo de administración.
Y si alguien recuerda el 92, y todo lo que pasó, y todo lo que dicen que debemos y esas cosas. Pues de acuerdo, es verdad, debemos mucho a la ilusión de miles de béticos que hicieron todo lo posible y lo impensable por reunir dinero para su Betis. Y lo hicieron en el 92, hace 15 años, 15 años ya. Pero el derecho de pernada que algunos se creen que tienen sobre el sentimiento y la ilusión más que revitalizarlos parece que los van a meter en formol.
De nuestro Presidente no he hablado hasta ahora, y por tanto no voy a hablar. Es el cargo que da la llave a uno de esos triangulitos del campo nuevo, pues algunas llaves no es que no debieran darse nunca, sino de verdad haberlas hailas, deberían estar en ese fondo del mar para la eternidad.
Y sigo con ilusión??? Más que nunca, porque sino para qué soy del Betis??? Soy del Betis por ese Manquepierda eterno que hace que siempre haya béticos que luchen contra la adversidad, no la tengan como castigo divino y así la acepten. Soy del Betis y espero ilusionado los partidos. Que no me gusta el entrenador??? Y qué, si celebrar un gol del Betis es celebrar que uno está vivo.
Así que esa ilusión de la que llevo hablando todo este tiempo es una ilusión que tienen miles y miles de béticos, que quieren algo mejor para su Betis, que no se conforman con su destino maldito y que saben que hay algo mejor que lo que tenemos. Es una ilusión que va más allá del que ahora tiene esas acciones que le hacen tener oidos sordos ante los béticos. Que son un muro entre los béticos y él para escuchar que otro Betis es posible y que la ilusión de muchos hará que cuando menos la idea del Betis no sea enterrada ni vendida jamás.
Ilusión tengo toda la del mundo, y tú???
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