“POR NUESTRO BETIS” (PNB) MANIFIESTA SU APOYO A CUPER, RECUERDA QUE LA PRESENCIA DEL CONSEJERO DELEGADO EN EL PALCO ES UNA OBLIGACIÓN MORAL Y ANTICIPA LA PUBLICACIÓN DE NUEVOS INFORMES
La Asociación de béticos de base expresa su apoyo al nuevo entrenador del club, al que desea una etapa llena de triunfos, porque el éxito de Cuper será el éxito de todos los que quieren al Betis. No obstante, “POR NUESTRO BETIS” (PNB) recomienda al dirigente omnímodo del club que, hasta que se produzca su inminente marcha, procure no reproducir sus múltiples errores pasados, al menos en lo que se refiere a la vital faceta deportiva: en este sentido, la Asociación considera que la inmensa mayoría del beticismo exige que tanto Cuper como otros profesionales que se incorporen al club gocen de plena autonomía en su trabajo, vean plenamente cubiertas sus solicitudes de medios y dispongan de plenos poderes en la planificación deportiva y en la composición de la plantilla.
PNB advierte no obstante que, a su entender, la contratación de Cuper y otras decisiones aisladas y puntuales en materia de instalaciones, secretaría técnica o medios de comunicación, no obedecen a una voluntad real de rectificación por parte del máximo accionista, sino a su necesidad de buscar lavados de cara o balones de oxígeno con los que reducir el nivel de contestación y presión social, al objeto de ganar tiempo y poder gestionar aspectos clave para el futuro del club, como la ejecución definitiva del convenio urbanístico. PNB muestra, en definitiva, sus prevenciones con el futuro inmediato del club, recordando que las pautas de actuación del máximo accionista están históricamente en las antípodas de la delegación de funciones, la inversión en medios y la confianza en quienes le rodean, sin mencionar su actitud hacia quienes se ganan el reconocimiento de la afición.
PNB agradece al máximo accionista la especial atención que nos ha dispensado en su comparecencia, muestra de que conoce que en solo 3 meses la Asociación ha superado los 800 asociados y ha promovido una amplia batería de iniciativas -entre ellas una campaña de sindicación de acciones-. Respondiendo a esta atención, la Asociación se remite a próximos informes-comunicados ya previstos para dar la respuesta que se merecen algunas aseveraciones realizadas por el máximo accionista, entre ellas las relativas al supuesto proceso de venta, la situación de liquidez del club y la planificación deportiva.
PNB aprovecha para recordar que aún no ha convocado concentración o manifestación alguna, sin perjuicio de que en un futuro las lleve a cabo, de lo que se informaría oficialmente con la debida antelación y procurando las máximas garantías de participación.
Por último, y en relación al enésimo capítulo o matiz acerca de la presencia del máximo accionista en el Palco, que no se produce en forma corpórea desde Noviembre de 2005, PNB se limita a indicar que los miembros de un Consejo de Administración asumen no solo derechos sino también obligaciones en relación a la sociedad, particularmente en el caso de la figura del Presidente y el Consejero Delegado. Desde este punto de vista, PNB considera irrespetuoso hacia el beticismo plantear esta cuestión en términos de gesto de gracia o favor, cuando es sencillamente una obligación moral y profesional para quien asume el cargo.
La Asociación de béticos de base expresa su apoyo al nuevo entrenador del club, al que desea una etapa llena de triunfos, porque el éxito de Cuper será el éxito de todos los que quieren al Betis. No obstante, “POR NUESTRO BETIS” (PNB) recomienda al dirigente omnímodo del club que, hasta que se produzca su inminente marcha, procure no reproducir sus múltiples errores pasados, al menos en lo que se refiere a la vital faceta deportiva: en este sentido, la Asociación considera que la inmensa mayoría del beticismo exige que tanto Cuper como otros profesionales que se incorporen al club gocen de plena autonomía en su trabajo, vean plenamente cubiertas sus solicitudes de medios y dispongan de plenos poderes en la planificación deportiva y en la composición de la plantilla.
PNB advierte no obstante que, a su entender, la contratación de Cuper y otras decisiones aisladas y puntuales en materia de instalaciones, secretaría técnica o medios de comunicación, no obedecen a una voluntad real de rectificación por parte del máximo accionista, sino a su necesidad de buscar lavados de cara o balones de oxígeno con los que reducir el nivel de contestación y presión social, al objeto de ganar tiempo y poder gestionar aspectos clave para el futuro del club, como la ejecución definitiva del convenio urbanístico. PNB muestra, en definitiva, sus prevenciones con el futuro inmediato del club, recordando que las pautas de actuación del máximo accionista están históricamente en las antípodas de la delegación de funciones, la inversión en medios y la confianza en quienes le rodean, sin mencionar su actitud hacia quienes se ganan el reconocimiento de la afición.
PNB agradece al máximo accionista la especial atención que nos ha dispensado en su comparecencia, muestra de que conoce que en solo 3 meses la Asociación ha superado los 800 asociados y ha promovido una amplia batería de iniciativas -entre ellas una campaña de sindicación de acciones-. Respondiendo a esta atención, la Asociación se remite a próximos informes-comunicados ya previstos para dar la respuesta que se merecen algunas aseveraciones realizadas por el máximo accionista, entre ellas las relativas al supuesto proceso de venta, la situación de liquidez del club y la planificación deportiva.
PNB aprovecha para recordar que aún no ha convocado concentración o manifestación alguna, sin perjuicio de que en un futuro las lleve a cabo, de lo que se informaría oficialmente con la debida antelación y procurando las máximas garantías de participación.
Por último, y en relación al enésimo capítulo o matiz acerca de la presencia del máximo accionista en el Palco, que no se produce en forma corpórea desde Noviembre de 2005, PNB se limita a indicar que los miembros de un Consejo de Administración asumen no solo derechos sino también obligaciones en relación a la sociedad, particularmente en el caso de la figura del Presidente y el Consejero Delegado. Desde este punto de vista, PNB considera irrespetuoso hacia el beticismo plantear esta cuestión en términos de gesto de gracia o favor, cuando es sencillamente una obligación moral y profesional para quien asume el cargo.
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