El delantero del Betis Rubén Castro (c) recibe la felicitación de sus compañeros Jorge Molina (i) y Joel Campbell tras marcar el segundo gol de su equipo ante el Valladolid, en el partido de vuelta de dieciseisavos de final de Copa del Rey.Foto: EFE
El domingo, Rubén Castro se medirá al Deportivo, equipo del que fichó por el Betis en la temporada 2010-11 tras un largo camino lleno de cesiones desde que en la campaña 2003-04 fichase por el cuadro coruñés, procedente de Las Palmas. Sin embargo, pese a que el atacante canario llegó al Dépor como máximo goleador de Segunda División (22), nunca llegó a gozar de oportunidades y tuvo que salir siempre cedido.
Así, en la temporada 2004-05 estuvo a préstamo en el Albacete, para regresar al cuadro blanquiazul en la 2005-06, donde no tuvo minutos. De este modo, en la 2006-07 fue cedido al Racing de Santander, pero al jugar muy poco se marchó, también cedido, al Nàstic, en el mercado de invierno. Para la 2007-08 volvió al cuadro presidido por Augusto César Lendoiro, pero tampoco llegó a asentarse en el equipo y volvió a ser cedido, en esta ocasión, al Huesca para la temporada siguiente. Al final de la 2008-09 vuelve a La Coruña para volver a salir a jugar en el Rayo. Finalmente, en la 2010-11 firmó por el Betis, donde ha gozado de la confianza necesaria para demostrar el gran potencial que atesora.
Aún son muchos en tierras coruñesas que se preguntan cómo es posible que en todos esos años en los que Rubén Castro perteneció al Dépor no cuajó. De hecho, el punta del cuadro verdiblanco jugó en total 33 encuentros con el conjunto deportivista, haciendo 4 goles, mientras que en el equipo heliopolitano lleva 54 goles en 96 partidos, siendo un ídolo para la hinchada bética.
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