Espeluznantes números que demuestran que la caraja con la que salen nuestros jugadores de vestuarios no es flor de un día.
Tras disputarse 12 jornadas de liga, el Betis ha logrado mantener su puerta a cero en 5 ocasiones.
Estos buenos números quedan empañados porque en las 7 jornadas en las que recibe tantos, ha recibido 22 goles. O sea, más 3 goles por partido de media cada vez que nos marcan.
Especialmente preocupante es la reincidencia en algo que no sólo lastró el derbi de ayer sino que viene siendo tónica habitual: nuestros futbolistas son incapaces de mantener la concentración y la tensión cuando el árbitro pita el inicio de cada uno de los tiempos.
En los 7 partidos que hemos recibido goles:
1) Jornada 1, San Mamés: Recibimos gol en el minuto 3 del segundo tiempo y metemos al Athletic en el partido
2) Jornada 2, Villamarín contra el Rayo: Recibimos gol en el minuto 2 de la primera parte
3) Jornada 3, Villamarín contra el Atleti: Recibimos gol en el minuto 3 de la segunda parte
4) Jornada 11, Villamarín contra el Granada: Encajamos en el minuto 7
5) Jornada 13, Ramona contra la palangana: Nos marcan DOS GOLES en los minutos 1 y 5
También en la jornada 6 ante el Málaga, aunque encajamos gol en el minuto 14 por el cambio de portero tras la expulsión de Casto, el penalty que da origen a ese gol se produce en el minuto 9 de partido.
En definitiva, que salvo en Getafe, en el resto de partidos en los que hemos encajado goles, el equipo ha salido con una relajación y una falta de tensión impropias de primera división.
Y si a esa falta de intensidad le unimos la fragilidad de carácter para no bajar los brazos ante las adversidades, podremos explicar el por qué de recibir tantos goles por partido una vez que nos abren la lata.
Tras disputarse 12 jornadas de liga, el Betis ha logrado mantener su puerta a cero en 5 ocasiones.
Estos buenos números quedan empañados porque en las 7 jornadas en las que recibe tantos, ha recibido 22 goles. O sea, más 3 goles por partido de media cada vez que nos marcan.
Especialmente preocupante es la reincidencia en algo que no sólo lastró el derbi de ayer sino que viene siendo tónica habitual: nuestros futbolistas son incapaces de mantener la concentración y la tensión cuando el árbitro pita el inicio de cada uno de los tiempos.
En los 7 partidos que hemos recibido goles:
1) Jornada 1, San Mamés: Recibimos gol en el minuto 3 del segundo tiempo y metemos al Athletic en el partido
2) Jornada 2, Villamarín contra el Rayo: Recibimos gol en el minuto 2 de la primera parte
3) Jornada 3, Villamarín contra el Atleti: Recibimos gol en el minuto 3 de la segunda parte
4) Jornada 11, Villamarín contra el Granada: Encajamos en el minuto 7
5) Jornada 13, Ramona contra la palangana: Nos marcan DOS GOLES en los minutos 1 y 5
También en la jornada 6 ante el Málaga, aunque encajamos gol en el minuto 14 por el cambio de portero tras la expulsión de Casto, el penalty que da origen a ese gol se produce en el minuto 9 de partido.
En definitiva, que salvo en Getafe, en el resto de partidos en los que hemos encajado goles, el equipo ha salido con una relajación y una falta de tensión impropias de primera división.
Y si a esa falta de intensidad le unimos la fragilidad de carácter para no bajar los brazos ante las adversidades, podremos explicar el por qué de recibir tantos goles por partido una vez que nos abren la lata.
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