Hoy me he dado cuenta de que nuestro equipo lleva siendo un espejismo durante mucho tiempo. Tenía sensaciones, pero el sentimiento bético me obligaba a creer en que lo que veía era real. Nada más lejos. Que nadie me hable de oportunismo, veletismo o idioteces de ese calibre. Tenemos un equipo que, siendo generosos, solo tiene dos o tres jugadores que valen la pena y son dignos de llamarse jugadores de fútbol. Y es que en un partido tan transcendental en un club y en una ciudad, hacer el espantoso ridículo que hoy han hecho estos prendas, no tiene nombre y nunca lo tendrá. Pueden ser mejores, pueden tener el factor campo, pero siempre, y digo siempre, los jugadores nobles y enamorados de su profesión deben respetar a su afición y dejarse la piel en el campo. Hoy se han meado en una camiseta que ya existía cuando sus abuelos eran cigotos o sólo una marcha atrás defectuosa. Basta. Espero que saquen de donde sea la casta y la dignidad para hacerme y hacernos cambiar de opinión. Y no me valdrá con un partido bueno. Quiero verlos sudar hasta que se desmayen en el minuto 93, y aún así recordaré esta afrenta contra nuestro equipo. Gracias por esta noche, indignos.
PD: Pepe, eres una MENTIRA. Un mal proyecto de entrenador de cadetes. Recíclate.
PD: Pepe, eres una MENTIRA. Un mal proyecto de entrenador de cadetes. Recíclate.
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