Re: El Manque Pierda y la falta de ambición
No nos olvidemos en este papel de nosotros mismos. Nuestro papel es fundamental para exigir a todos (dirigentes, técnicos y jugadores) un mayor rendimiento, acorde con lo que el Beticismo es y representa hoy en día.
El Manque Pierda fue, es y seguirá siendo un eje fundamental en nuestra historia. Es toda una filosofía de vida que, como se decía por ahí antes, te hace levantar cada vez que caes. Y hemos caído muchas veces, y siempre nos hemos levantado. Y volveremos a caer y nos volveremos a levantar.
Pero que eso no nos sirva para limitar nuestros objetivos. Obviamente no pido que seamos campeones de Liga. Tampoco pido que ganemos la Copa, pero sí que hagamos un papel digno, pues las circunstancias son favorables a priori para ello. Caer en la primera eliminatoria contra el Valladolid y con la imagen de desidia y desgana como la que se vio en el Nuevo Zorrilla no creo que le guste a nadie.
El Manque Pierda nació como una respuesta de resistencia en unas circunstancias durísimas, cuando el club subsistía en la Tercera División, cuando la masa social era muy reducida, los resultados escasos y que el club siguiera vivo era ya todo un triunfo. Eso está en nuestra raíz, pero ¿son las mismas circunstancias hoy en día que las de hace 60 ó 70 años?
La masa social que arrastra hoy en día el Betis no es comparable a la de la Sevilla de los años 40. Es por ello por lo que creo que debemos de ser ambiciosos, con los pies en el suelo, lógicamente. No voy a pedir a los dirigentes que traigan a Falcao ó a Messi, pero sí que marquen unos objetivos deportivos en consonancia con que somos hoy en día, y que se los exijan a sus técnicos y jugadores. En el terreno económico tenemos una pesadísima losa, herencia de la pésima gestión anterior, pero las cosas se están reconduciendo bastante bien.
Falta ese punto de ambición, que es el principio básico para el crecimiento. Si no hay objetivos, alcanzables por supuesto, no habrá mejora ni interés por la mejora.
Ejemplo claro lo tenemos en la gestión deportiva del máximo accionista anterior, donde los 42 puntos eran el objetivo de la temporada, donde no había interés en crecer deportivamente (recordar que la Champions era deficitaria, y ganar el Carranza era toda una hazaña). Ello conllevó unas plantillas de jugadores acostumbradas a ganar mucho dinero con un esfuerzo mínimo.
Y este post no viene motivado por una derrota. Ya perdimos con el Rayo, el Atlético ó el Málaga, hasta con el Cacereño y el Jaén en sendos amistosos.
Viene motivado porque se puede perder: siempre que uno gana otro pierde. Pero lo que pido es que se encare una competición como es el torneo de Copa con una diginidad mínima y acorde con lo que el Real Betis Balompié es y representa hoy en día.
El año pasado esta competición se tiró a las primeras de cambio, cayendo en la primera ronda con el Córdoba, en una eliminatoria absurdamente planteada, alineando suplentes y gente de poco calado en el partido de ida. En el de vuelta, ya a remolque, no se fue capaz de remontar. El argumento fue que el objetivo era mantenerse en Primera, y que no era conveniente dividir las fuerzas en dos frentes.
Este año, con 16 puntos y el equipo en una zona cómoda, volvemos a repetir el planteamiento del año pasado. Ojalá me equivoque, eliminemos al Valladolid y avancemos hacia las rondas decisivas. Entonces todos pediremos un esfuerzo final, porque todos tendremos la ilusión cerca.
Pero para ello es preciso encarar estas rondas previas con una ambición que hoy en día se echa de menos.
Originalmente publicado por balompedico
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El Manque Pierda fue, es y seguirá siendo un eje fundamental en nuestra historia. Es toda una filosofía de vida que, como se decía por ahí antes, te hace levantar cada vez que caes. Y hemos caído muchas veces, y siempre nos hemos levantado. Y volveremos a caer y nos volveremos a levantar.
Pero que eso no nos sirva para limitar nuestros objetivos. Obviamente no pido que seamos campeones de Liga. Tampoco pido que ganemos la Copa, pero sí que hagamos un papel digno, pues las circunstancias son favorables a priori para ello. Caer en la primera eliminatoria contra el Valladolid y con la imagen de desidia y desgana como la que se vio en el Nuevo Zorrilla no creo que le guste a nadie.
El Manque Pierda nació como una respuesta de resistencia en unas circunstancias durísimas, cuando el club subsistía en la Tercera División, cuando la masa social era muy reducida, los resultados escasos y que el club siguiera vivo era ya todo un triunfo. Eso está en nuestra raíz, pero ¿son las mismas circunstancias hoy en día que las de hace 60 ó 70 años?
La masa social que arrastra hoy en día el Betis no es comparable a la de la Sevilla de los años 40. Es por ello por lo que creo que debemos de ser ambiciosos, con los pies en el suelo, lógicamente. No voy a pedir a los dirigentes que traigan a Falcao ó a Messi, pero sí que marquen unos objetivos deportivos en consonancia con que somos hoy en día, y que se los exijan a sus técnicos y jugadores. En el terreno económico tenemos una pesadísima losa, herencia de la pésima gestión anterior, pero las cosas se están reconduciendo bastante bien.
Falta ese punto de ambición, que es el principio básico para el crecimiento. Si no hay objetivos, alcanzables por supuesto, no habrá mejora ni interés por la mejora.
Ejemplo claro lo tenemos en la gestión deportiva del máximo accionista anterior, donde los 42 puntos eran el objetivo de la temporada, donde no había interés en crecer deportivamente (recordar que la Champions era deficitaria, y ganar el Carranza era toda una hazaña). Ello conllevó unas plantillas de jugadores acostumbradas a ganar mucho dinero con un esfuerzo mínimo.
Y este post no viene motivado por una derrota. Ya perdimos con el Rayo, el Atlético ó el Málaga, hasta con el Cacereño y el Jaén en sendos amistosos.
Viene motivado porque se puede perder: siempre que uno gana otro pierde. Pero lo que pido es que se encare una competición como es el torneo de Copa con una diginidad mínima y acorde con lo que el Real Betis Balompié es y representa hoy en día.
El año pasado esta competición se tiró a las primeras de cambio, cayendo en la primera ronda con el Córdoba, en una eliminatoria absurdamente planteada, alineando suplentes y gente de poco calado en el partido de ida. En el de vuelta, ya a remolque, no se fue capaz de remontar. El argumento fue que el objetivo era mantenerse en Primera, y que no era conveniente dividir las fuerzas en dos frentes.
Este año, con 16 puntos y el equipo en una zona cómoda, volvemos a repetir el planteamiento del año pasado. Ojalá me equivoque, eliminemos al Valladolid y avancemos hacia las rondas decisivas. Entonces todos pediremos un esfuerzo final, porque todos tendremos la ilusión cerca.
Pero para ello es preciso encarar estas rondas previas con una ambición que hoy en día se echa de menos.
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