Re: Cuper Y La Plantilla A Diez Días (según Cariño)
Visto desde el punto de vista que se vea, la realidad económica, institucional, social y deportiva del club es deprimente. Los que mejor y con más detalle han estudiado la situación económica, patrimonial social y societaria (PNB), imagino que saben mejor que nadie la dificultad de la encrucijada en la que nos hayamos: en manos a corto plazo del demente que nos ha llevado a esta situación, en un estado de locura del que sólo cabe esperar la caída en el más profundo de los abismos… Y a medio plazo, remontar el vuelo tras la caída del loco mayoritario en una situación de estrechez y economía de guerra.
Ojalá esté equivocado… pero si no, igual que era mejor iniciar el nuevo tiempo en 1º que en 2ª (de ahí la gran importancia de ganar en Santander), es clave que los movimientos en la parcela deportiva se salden con el mayor acierto posible ¡y todo eso con Lopera y Momparlet pilotando el proceso!
De ahí que en este post me haya atrevido a esbozar, sin ánimo pontificador, algunos planteamientos de mínimo en la parcela deportiva, que califico de “razonables” en las actuales circunstancias, pero que ya sé que serían absolutamente insuficientes en una institución medianamente saludable. “Razonables” incluso teniendo en cuenta el exclusivo ámbito de decisión en la materia de Lopera y Momparlet.
Porque no plantearnos objetivos, por mínimos que sean, en el corto plazo, sería hipotecar la consecución de cualquier otro objetivo a medio o largo. Porque estaríamos otra vez en el absurdo debate de si era mejor ganar o perder en Santander, o si el resultado en ese partido fuera a ser indiferente porque nada cambiaría por sí mismo la situación económica, patrimonial social y societaria.
No olvidemos lo importante, porque si Lopera no se va, el Betis de estos 100 años morirá. Pero no dejemos de un lado lo urgente, porque si no se apuntala el equipo no siempre nos va a salvar un escorzo milagroso de Edu en el minuto 80.
Y créanme, entretanto, mientras llega lo importante, no es lo mismo Marcelino que Pepe Mel, ni Ricardo que Storari, ni Pavone (por decir algo) que Guiza, o hablando del pasado más reciente, ni Elano que Odonkor, ni Baiano que la enésima oportunidad a Dani, ni Regueiro que Juanlu, etc.
Visto desde el punto de vista que se vea, la realidad económica, institucional, social y deportiva del club es deprimente. Los que mejor y con más detalle han estudiado la situación económica, patrimonial social y societaria (PNB), imagino que saben mejor que nadie la dificultad de la encrucijada en la que nos hayamos: en manos a corto plazo del demente que nos ha llevado a esta situación, en un estado de locura del que sólo cabe esperar la caída en el más profundo de los abismos… Y a medio plazo, remontar el vuelo tras la caída del loco mayoritario en una situación de estrechez y economía de guerra.
Ojalá esté equivocado… pero si no, igual que era mejor iniciar el nuevo tiempo en 1º que en 2ª (de ahí la gran importancia de ganar en Santander), es clave que los movimientos en la parcela deportiva se salden con el mayor acierto posible ¡y todo eso con Lopera y Momparlet pilotando el proceso!
De ahí que en este post me haya atrevido a esbozar, sin ánimo pontificador, algunos planteamientos de mínimo en la parcela deportiva, que califico de “razonables” en las actuales circunstancias, pero que ya sé que serían absolutamente insuficientes en una institución medianamente saludable. “Razonables” incluso teniendo en cuenta el exclusivo ámbito de decisión en la materia de Lopera y Momparlet.
Porque no plantearnos objetivos, por mínimos que sean, en el corto plazo, sería hipotecar la consecución de cualquier otro objetivo a medio o largo. Porque estaríamos otra vez en el absurdo debate de si era mejor ganar o perder en Santander, o si el resultado en ese partido fuera a ser indiferente porque nada cambiaría por sí mismo la situación económica, patrimonial social y societaria.
No olvidemos lo importante, porque si Lopera no se va, el Betis de estos 100 años morirá. Pero no dejemos de un lado lo urgente, porque si no se apuntala el equipo no siempre nos va a salvar un escorzo milagroso de Edu en el minuto 80.
Y créanme, entretanto, mientras llega lo importante, no es lo mismo Marcelino que Pepe Mel, ni Ricardo que Storari, ni Pavone (por decir algo) que Guiza, o hablando del pasado más reciente, ni Elano que Odonkor, ni Baiano que la enésima oportunidad a Dani, ni Regueiro que Juanlu, etc.
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