Yo he visto al Betis ganar la Copa y clasificarse para la Champions con Melli de lateral derecho, y con Assunçao y Arzu andando por el centro del campo. Es decir, sin músculo, ni líder ni Iriney. Y con cuatro delanteros: Joaquín, Edú, Fernando y Oliveira. Y el equipo no se partía nunca.
Claro que estaba un tal Serra Ferrer en el banquillo. El que consiguió convertir a un tío que venía de segunda B en el mejor medio centro de España tras Guardiola. Se llamaba Alexis.
El que consiguió convertir a Olías en un pedazo de central.
También he visto a Juande Ramos ir a la Uefa con un equipo recién ascendido, con ¡Ito y Benjamín! en el centro del campo y un Amato más quemado que la moto de un hippie. Tampoco había músculo, ni líder ni Iriney.
Pero el equipo defendía junto y dominaba los partidos sin mayor problema.
A finales del año pasado, pensé que Mel había aprendido al fin que no somos el Madrid, que no podemos permitirnos que el equipo se parta.
Pidió alas y las tiene, y nos monta el desastre. ¿Tan difícil es entender que se puede retrasar un poco a los extremos para que ayuden a Cañas y Beñat?
¿Tan difícil es entender que Pereira no tiene recorrido ni capacidad para ayudar al centro del campo?
Pero no quiere enterarse, es mejor echarle la culpa a Fabricio, o que no medimos 1'90 por jugador.
Defender es cosa de todo el equipo. Para eso está el entrenador. Si todos los jugadores fueran buenos, nos podría entrenar el Tato.
Pero míster excusas tiene a Fabricio y Chica para quitarse la pringue.
¡Este es el tercer año y no consigue que el equipo sea mínimamente fiable a la hora de afrontar los partidos!
(Claro que estamos hablando del entrenador que presume de sacar canteranos, y yo no había visto jugar a menos en mi vida).
Claro que estaba un tal Serra Ferrer en el banquillo. El que consiguió convertir a un tío que venía de segunda B en el mejor medio centro de España tras Guardiola. Se llamaba Alexis.
El que consiguió convertir a Olías en un pedazo de central.
También he visto a Juande Ramos ir a la Uefa con un equipo recién ascendido, con ¡Ito y Benjamín! en el centro del campo y un Amato más quemado que la moto de un hippie. Tampoco había músculo, ni líder ni Iriney.
Pero el equipo defendía junto y dominaba los partidos sin mayor problema.
A finales del año pasado, pensé que Mel había aprendido al fin que no somos el Madrid, que no podemos permitirnos que el equipo se parta.
Pidió alas y las tiene, y nos monta el desastre. ¿Tan difícil es entender que se puede retrasar un poco a los extremos para que ayuden a Cañas y Beñat?
¿Tan difícil es entender que Pereira no tiene recorrido ni capacidad para ayudar al centro del campo?
Pero no quiere enterarse, es mejor echarle la culpa a Fabricio, o que no medimos 1'90 por jugador.
Defender es cosa de todo el equipo. Para eso está el entrenador. Si todos los jugadores fueran buenos, nos podría entrenar el Tato.
Pero míster excusas tiene a Fabricio y Chica para quitarse la pringue.
¡Este es el tercer año y no consigue que el equipo sea mínimamente fiable a la hora de afrontar los partidos!
(Claro que estamos hablando del entrenador que presume de sacar canteranos, y yo no había visto jugar a menos en mi vida).
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