La Asociación de béticos de base Por Nuestro Betis ha presentado esta mañana en Madrid una denuncia contra Mediapro y la Liga de Fútbol Profesional, por considerar que se ha vulnerado la Ley de Defensa de la Competencia. El escrito, que ha sido entregado en la comisión Nacional de la Competencia por el presidente de PNB, Cayetano García de la Borbolla, demuestra las desorbitadas desigualdades que existen en la liga española, comparándola con el resto de campeonatos de primer nivel que se disputan en Europa.

¡Viva el Betis manquepierda! ¡Viva el Betis de los Beticos!




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La Asociación Por Nuestro Betis (PNB) ha presentado este mediodía ante la Comisión Nacional de la Competencia una denuncia contra Mediapro y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) por "conductas restrictivas de la competencia" en el marco de la situación actual de dominio absoluto del mercado por parte de esta productora televisiva que provoca "la deficiente distribución de los ingresos televisivos", que "condiciona los resultados deportivos y distorsiona la competición, o más bien, descarta la posibilidad de competir entre las diferentes sociedades anónimas deportivas", como bien se recoge en el amplio escrito expuesto ante dicho organismo. La intención de PNB es tratar de combatir este "perpetuo reparto de títulos (y por ende de los ingresos) entre los dos denominados grandes, que cada anualidad que pasa son más potentes económicamente, mientras que se va produciendo un empobrecimiento paulatino del resto de competidores".

Este hecho es relevante por cuanto es la primera vez que un grupo de aficionados, accionistas en este caso del Betis con un porcentaje elevado de representación (un 5,95 por ciento de las participaciones de la entidad verdiblanca), toman la iniciativa en este asunto que había sido foco de conflicto exclusivo entre los clubes, la LFP y las productoras televisivas. PNB compara la situación actual de la Liga española con la de otras competiciones nacionales europeas y considera su caso "exclusivo". Se sustentan en diferentes informes de calado (Deloitte, por ejemplo) para exponer el elevado porcentaje de la tarta televisiva que va a parar a Barcelona y Real Madrid, a diferencia de lo que sucede en otros países, por lo que concluyen que "es pues un modelo que sobre la base de una presunta libre concurrencia tiende a consagrar el actual estado de cosas, falseando notoriamente la competición entre los integrantes de la LFP", además de puntualizar que la diferencia entre audiencias no es tan grande como la de los ingresos de los clubes, que se van agrandando cada año a favor de los dos grandes citados, lo que constituye un "perverso círculo vicioso" en el que Barcelona y Madrid son más ricos a costa de otros clubes de los que depende para que la competición siga en marcha.

Por todo ello se expone ante la Comisión Nacional para la Competencia en el escrito encabezado por el presidente de PNB, Cayetano García de la Borbolla, la posibilidad de implantar un sistema de venta centralizada, aunque siempre que se garantice que no se puedan implantar "posiciones dominantes". Eso sí, dejan claro que un reparto justo sería "que las compensaciones económicas por la venta de derechos se repartan en función de las clasificaciones deportivas".

Considera PNB igualmente que toda esta situación implantada "es fomentada por los operadores televisivos, a los que les resulta mucho más simple adoctrinar al televidente en el consumo de los dos grandes clubes", ya que "controlando a los dos grandes estarían controlando el sistema". Y ven en ello un "un supuesto de falseamiento de la libre competencia" porque los más pequeños no pueden competir deportivamente y porque están conducidos a una dependencia de los ingresos televisivos para "su supervivencia económica dado el porcentaje que representa en sus presupuestos de ingresos".

En ese sentido, critica PNB lo que se anuncia ya para esta temporada: los horarios abusivos. Pues denuncia esta asociación que "la LFP en connivencia con Mediapro está estableciendo unos horarios de los diferentes partidos de manera que los mismos, una vez más se establecen en beneficio de los dos grandes, no sólo desde el punto de vista económico, sino deportivo, ya que los tiempos de descanso entre los partidos se fijan también pensando en los dos grandes". Y pone como ejemplo los horarios de las dos primeras jornadas, en las que ni Barcelona ni Madrid jugarán domingo o lunes a las 23.00, pronosticando que difícilmente sucederá en toda la temporada. Y avala esta tesis una resolución de la propia Comisión Nacional de la Competencia de 17 de marzo de 2011 en la que se pone de manifiesta que "el control de los horarios corresponde a Mediapro, lo cual entiende la resolución que le puede permitir penalizar al resto de tenedores de derechos televisivos, pero también fijarlos en función de sus propios intereses deportivos, que suelen ser coincidentes con los de los dos grandes".