Hay jugadores que tienen algo distinto, que de repente aparecen y cambian el rumbo de un partido, que marcan las diferencias. No son muchos, pero, sin duda, Rubén Castro es uno de ellos. La relativamente tranquila permanencia que el Betis alcanzó en la pasada temporada se debió en gran medida a los 16 goles que llevaron su firma, de ahí que una de las primeras cosas que hicieran este verano en los despachos del Benito Villamarín fuera renovarlo. Este trotamundos que parece ir a lo suyo ha terminado encontrando su sitio en Heliópolis metido ya en la treintena. Nunca es tarde para que la calidad aflore.
—Inicia su tercera temporada en el Betis. ¿Quién se lo iba a decir a un jugador que ha dado tantas vueltas en el fútbol? —Estoy muy contento por haber renovado. Aquí me siento muy querido por todo el mundo. En toda mi carrera no había estado dos años seguidos en un equipo, algo que desde luego no es normal, y el Betis sí me ha dado esa continuidad que tanto necesitaba. He demostrado que si se confía en mí puedo hacer grandes cosas.
—¿Qué hechos explican este cambio?
—Yo soy el mismo de siempre. Nunca dejé de creer en mí; sólo necesitaba que me dieran oportunidades, que me dejaran demostrar el fútbol que llevo dentro. La clave quizá esté en que me siento muy cómodo en este vestuario y, especialmente, en la confianza que Pepe Mel ha tenido en mí desde que nuestros caminos se cruzaron.
—¿Quién gana más, Mel con Rubén Castro o viceversa?
—Yo le doy lo que él necesita y él me da lo que yo quiero, así de simple. Soy un hombre de pocas palabras y, realmente, no hablamos mucho. Con una mirada, un gesto o una palabra que me diga basta para que nos entendamos perfectamente, y eso es muy importante para los dos. No nos habrá ido tan mal cuando llevamos son ya cuatro los años que estamos trabajando juntos.
—¿Ha recibido ofertas tentadoras este verano?
—Mi representante me trasladó el interés de algunos equipos que me ofrecían más dinero, pero mi deseo, por encima de cualquier otra cosa, es sentirme bien, estar contento y a gusto. Los billetes no dan la felicidad, y aquí vivo bien, por lo que en ningún momento dudé en renovar.
—¿Algún club español?
—Se habló del Valencia, pero a mí sólo me llegó esa posibilidad a través de los periódicos. Las ofertas que recibí no procedían de España, sino de muy lejos.
—¿Pueden estar tranquilos los béticos en ese sentido?
—Nunca se puede saber a ciencia cierta lo que va a ocurrir, porque en el alocado mundo del fútbol todo es posible, pero diría que, en un noventa por ciento de los casos, seguiré siendo jugador del Betis.
—¡Vaya temporada la suya!
—Desde luego, no esperaba marcar tantos goles. Venía de hacer 27 en Segunda división, pero he de reconocer que tenía cierto miedo al principio, porque llevaba tres años seguidos sin jugar en Primera, aunque al final hice 16 tantos, una cifra muy importante que demuestra que hice bien las cosas. Fue una lástima quedarme a un solo tanto de ser el máximo goleador nacional de la Liga.
—¿Se le quedó clavada esa espina?
—No, sinceramente me dio más coraje no haberle marcado ningún gol al Sevilla en los derbis, y eso que en el partido de la segunda vuelta, el del triunfo en el Sánchez-Pizjuán, tuve varias ocasiones. Hice muchos goles a muchos equipos, pero me faltó el Sevilla...
—Sincérese, por favor:¿le decepcionó mucho no ser finalmente preseleccionado por Vicente del Bosque para la Eurocopa?
—Mentiría si dijera que no tenía algo de esperanza por ser llamado. Mi temporada había sido sobresaliente y, al escuchar al Villamarín clamando por mi convocatoria y lo que se decía en los medios de comunicación, tenía la sensación de que podía entrar. No pudo ser, pero al menos yo lo intenté.
—¿Volverá a pasar ese tren?
—Es muy difícil que vuelva a tener un año tan bueno como el pasado, pero soy ambicioso y voy a poner todo de mi parte para seguir haciendo goles y méritos para ir con la selección, que es una de las máximas aspiraciones de cualquier futbolista.
—Al final, después de tantos debates sobre quiénes debían ser los delanteros de España, el equipo nacional jugó muchos partidos sin delantero.
—La verdad es que no vi mucho la Eurocopa, pero hay tanta calidad en la selección que no importa si juega o no con un punta nato.
—¿Qué pueden esperar los béticos de Rubén Castro para la temporada que viene?
—Me gusta superarme permanentemente, así que mi meta va a ser marcar un gol más que el año pasado y, por supuesto, jugar el mayor número de partidos posible. El año pasado me perdí cuatro por lesión; de no haber sido por ello, podría haber acabado con más goles.
—¿El equipo tiene que ser tan ambicioso como usted?
—Todos tenemos que pensar en la permanencia, en ir día a día cumpliendo nuestro cometido, y sólo mirar a otro sitio en el caso de que logremos la salvación con suficiente holgura. Lo hecho el año pasado es el mismo camino que debemos recorrer ahora también.
—¿Tan contraproducente puede resultar mencionar la palabra Europa?
—Eso debe esperar. Es mejor marchar tranquilos, sin meternos presiones añadidas.
—Hay quien piensa que en la plantilla que se está configurando en el Betis hay demasiada gente joven.
—No, hay de todo. Es cierto que, entre los fichajes que están llegando y los canteranos que vienen empujando fuerte desde atrás, tenemos varios futbolistas jóvenes, pero están con muchas ganas de demostrar cosas en Primera división. Es cuestión de tiempo que el equipo se acople adecuadamente y que, al final, seamos un todo, independientemente de la edad de los jugadores.
—Curiosamente, la mayoría de los jóvenes han venido para potenciar las bandas.
—Desde luego, a partir de ahora vamos a ganar mucha velocidad por los costados con ellos.
—Eso también va a provocar que usted, definitivamente, juegue como delantero centro y no caído a una banda, como ha hecho en numerosas ocasiones desde que viste de verdiblanco.
—Siempre estoy a disposición de lo que diga el entrenador, pero él sabe que como puedo rendir mejor es como delantero centro. Todavía no me ha dicho nada al respecto, pero, teniendo en cuenta los refuerzos que ha habido, intuyo que ésa será mi ubicación. Por mí, encantado. Cuanto más cerca esté de la portería rival, mejor.
http://www.alfinaldelapalmera.com/no...no-pasado.html
—Inicia su tercera temporada en el Betis. ¿Quién se lo iba a decir a un jugador que ha dado tantas vueltas en el fútbol? —Estoy muy contento por haber renovado. Aquí me siento muy querido por todo el mundo. En toda mi carrera no había estado dos años seguidos en un equipo, algo que desde luego no es normal, y el Betis sí me ha dado esa continuidad que tanto necesitaba. He demostrado que si se confía en mí puedo hacer grandes cosas.
—¿Qué hechos explican este cambio?
—Yo soy el mismo de siempre. Nunca dejé de creer en mí; sólo necesitaba que me dieran oportunidades, que me dejaran demostrar el fútbol que llevo dentro. La clave quizá esté en que me siento muy cómodo en este vestuario y, especialmente, en la confianza que Pepe Mel ha tenido en mí desde que nuestros caminos se cruzaron.
—¿Quién gana más, Mel con Rubén Castro o viceversa?
—Yo le doy lo que él necesita y él me da lo que yo quiero, así de simple. Soy un hombre de pocas palabras y, realmente, no hablamos mucho. Con una mirada, un gesto o una palabra que me diga basta para que nos entendamos perfectamente, y eso es muy importante para los dos. No nos habrá ido tan mal cuando llevamos son ya cuatro los años que estamos trabajando juntos.
—¿Ha recibido ofertas tentadoras este verano?
—Mi representante me trasladó el interés de algunos equipos que me ofrecían más dinero, pero mi deseo, por encima de cualquier otra cosa, es sentirme bien, estar contento y a gusto. Los billetes no dan la felicidad, y aquí vivo bien, por lo que en ningún momento dudé en renovar.
—¿Algún club español?
—Se habló del Valencia, pero a mí sólo me llegó esa posibilidad a través de los periódicos. Las ofertas que recibí no procedían de España, sino de muy lejos.
—¿Pueden estar tranquilos los béticos en ese sentido?
—Nunca se puede saber a ciencia cierta lo que va a ocurrir, porque en el alocado mundo del fútbol todo es posible, pero diría que, en un noventa por ciento de los casos, seguiré siendo jugador del Betis.
—¡Vaya temporada la suya!
—Desde luego, no esperaba marcar tantos goles. Venía de hacer 27 en Segunda división, pero he de reconocer que tenía cierto miedo al principio, porque llevaba tres años seguidos sin jugar en Primera, aunque al final hice 16 tantos, una cifra muy importante que demuestra que hice bien las cosas. Fue una lástima quedarme a un solo tanto de ser el máximo goleador nacional de la Liga.
—¿Se le quedó clavada esa espina?
—No, sinceramente me dio más coraje no haberle marcado ningún gol al Sevilla en los derbis, y eso que en el partido de la segunda vuelta, el del triunfo en el Sánchez-Pizjuán, tuve varias ocasiones. Hice muchos goles a muchos equipos, pero me faltó el Sevilla...
—Sincérese, por favor:¿le decepcionó mucho no ser finalmente preseleccionado por Vicente del Bosque para la Eurocopa?
—Mentiría si dijera que no tenía algo de esperanza por ser llamado. Mi temporada había sido sobresaliente y, al escuchar al Villamarín clamando por mi convocatoria y lo que se decía en los medios de comunicación, tenía la sensación de que podía entrar. No pudo ser, pero al menos yo lo intenté.
—¿Volverá a pasar ese tren?
—Es muy difícil que vuelva a tener un año tan bueno como el pasado, pero soy ambicioso y voy a poner todo de mi parte para seguir haciendo goles y méritos para ir con la selección, que es una de las máximas aspiraciones de cualquier futbolista.
—Al final, después de tantos debates sobre quiénes debían ser los delanteros de España, el equipo nacional jugó muchos partidos sin delantero.
—La verdad es que no vi mucho la Eurocopa, pero hay tanta calidad en la selección que no importa si juega o no con un punta nato.
—¿Qué pueden esperar los béticos de Rubén Castro para la temporada que viene?
—Me gusta superarme permanentemente, así que mi meta va a ser marcar un gol más que el año pasado y, por supuesto, jugar el mayor número de partidos posible. El año pasado me perdí cuatro por lesión; de no haber sido por ello, podría haber acabado con más goles.
—¿El equipo tiene que ser tan ambicioso como usted?
—Todos tenemos que pensar en la permanencia, en ir día a día cumpliendo nuestro cometido, y sólo mirar a otro sitio en el caso de que logremos la salvación con suficiente holgura. Lo hecho el año pasado es el mismo camino que debemos recorrer ahora también.
—¿Tan contraproducente puede resultar mencionar la palabra Europa?
—Eso debe esperar. Es mejor marchar tranquilos, sin meternos presiones añadidas.
—Hay quien piensa que en la plantilla que se está configurando en el Betis hay demasiada gente joven.
—No, hay de todo. Es cierto que, entre los fichajes que están llegando y los canteranos que vienen empujando fuerte desde atrás, tenemos varios futbolistas jóvenes, pero están con muchas ganas de demostrar cosas en Primera división. Es cuestión de tiempo que el equipo se acople adecuadamente y que, al final, seamos un todo, independientemente de la edad de los jugadores.
—Curiosamente, la mayoría de los jóvenes han venido para potenciar las bandas.
—Desde luego, a partir de ahora vamos a ganar mucha velocidad por los costados con ellos.
—Eso también va a provocar que usted, definitivamente, juegue como delantero centro y no caído a una banda, como ha hecho en numerosas ocasiones desde que viste de verdiblanco.
—Siempre estoy a disposición de lo que diga el entrenador, pero él sabe que como puedo rendir mejor es como delantero centro. Todavía no me ha dicho nada al respecto, pero, teniendo en cuenta los refuerzos que ha habido, intuyo que ésa será mi ubicación. Por mí, encantado. Cuanto más cerca esté de la portería rival, mejor.
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