El juez pone en su sitio a RFEF y LFP
El pasado 13 de junio fue un día importante para el Real Betis y siempre se recordará ya que el juez aprobó que la entidad verdiblanca dejaba atrás la intervención concursal, aunque no judicial. Y eso ya era mucho, pues se garantizaba el mando a su consejo de administración y se despedía a tres administradores, alguno de los cuales irá ahora más feliz a las gradas del Benito Villamarín a ejercer de aficionado. Pero ahí no quedó todo.
La Federación Española y la Liga de Fútbol Profesional consideraron lo contrario y, ateniéndose a la polémica y ambigua disposición 2ª Bis de la Ley Concursal, decidieron "suspender la prestación de servicios administrativos", es decir, no tramitar las licencias de sus jugadores.
Pendientes no sólo de la nueva Ley del Deporte, que alguna vez llegará, y de un proyecto de ley sobre el tratamiento de las insolvencias de las asociaciones deportivas, el pasado 27 de junio el Juzgado puso las cosas en su sitio. Según el magistrado es "inaplicable la reforma de la Ley Concursal a las entidades ya declaradas en concurso".
El Betis es el ejemplo más claro, así que tanto LFP como RFEF tuvieron que dar un paso atrás. "Esto es un caos desde que la disposición 2 Bis se cargó de un plumazo el reglamento de una Federación deportiva. No tiene sentido que un reglamento de la RFEF o la LFP tenga mayor rango que la Ley Concursal. Por eso aparecen estas resoluciones dispares", declara uno de los tres ex administradores bético, Francisco Tato.
Para este abogado, que ha dedicado gran parte de sus últimos seis meses a reconducir el futuro del Betis, es "muy importante decir que nuestro club ya no tiene intervenidas sus facultades de decisión pues hemos salido de ese consurso".
Tato es rotundo tras su experiencia: "El Betis está obligado a ganar dinero para pagar la 'fiesta' del pasado. No se puede gobernar a golpe de talonario y ahora este club es el más transparente de España. Estáclaro que, si el Betis no paga, desaparece".
El fallo del Juzgado de lo mercantil de Sevilla, a favor del Betis, se produjo después de la expulsión del Poli Ejido (idéntica decisión que la RFEF) de otro tribunal y antes de otro fallo similar, desde Jaén, por el que se obligaba a la Española a inscribir al equipo andaluz en 2ª B aunque no avalara. A la espera de que llegue la Ley del Deporte, todo queda a la libre interpretación de los jueces.
El pasado 13 de junio fue un día importante para el Real Betis y siempre se recordará ya que el juez aprobó que la entidad verdiblanca dejaba atrás la intervención concursal, aunque no judicial. Y eso ya era mucho, pues se garantizaba el mando a su consejo de administración y se despedía a tres administradores, alguno de los cuales irá ahora más feliz a las gradas del Benito Villamarín a ejercer de aficionado. Pero ahí no quedó todo.
La Federación Española y la Liga de Fútbol Profesional consideraron lo contrario y, ateniéndose a la polémica y ambigua disposición 2ª Bis de la Ley Concursal, decidieron "suspender la prestación de servicios administrativos", es decir, no tramitar las licencias de sus jugadores.
Pendientes no sólo de la nueva Ley del Deporte, que alguna vez llegará, y de un proyecto de ley sobre el tratamiento de las insolvencias de las asociaciones deportivas, el pasado 27 de junio el Juzgado puso las cosas en su sitio. Según el magistrado es "inaplicable la reforma de la Ley Concursal a las entidades ya declaradas en concurso".
El Betis es el ejemplo más claro, así que tanto LFP como RFEF tuvieron que dar un paso atrás. "Esto es un caos desde que la disposición 2 Bis se cargó de un plumazo el reglamento de una Federación deportiva. No tiene sentido que un reglamento de la RFEF o la LFP tenga mayor rango que la Ley Concursal. Por eso aparecen estas resoluciones dispares", declara uno de los tres ex administradores bético, Francisco Tato.
Para este abogado, que ha dedicado gran parte de sus últimos seis meses a reconducir el futuro del Betis, es "muy importante decir que nuestro club ya no tiene intervenidas sus facultades de decisión pues hemos salido de ese consurso".
Tato es rotundo tras su experiencia: "El Betis está obligado a ganar dinero para pagar la 'fiesta' del pasado. No se puede gobernar a golpe de talonario y ahora este club es el más transparente de España. Estáclaro que, si el Betis no paga, desaparece".
El fallo del Juzgado de lo mercantil de Sevilla, a favor del Betis, se produjo después de la expulsión del Poli Ejido (idéntica decisión que la RFEF) de otro tribunal y antes de otro fallo similar, desde Jaén, por el que se obligaba a la Española a inscribir al equipo andaluz en 2ª B aunque no avalara. A la espera de que llegue la Ley del Deporte, todo queda a la libre interpretación de los jueces.
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