En el día de hoy se ha entregado a las partes personadas en el Procedimiento Penal que se sigue ante el Juzgado de Instrucción nº6 de Sevilla, el informe pericial que analiza las relaciones entre el real Betis y las sociedades Tegasa y Encadesa, en el periodo 2000-2008.
Dicho informe, que constituye una pieza esencial en la Instrucción, viene a confirmar la realidad de los hechos denunciados por esta asociación en el año 2008: que era el Betis quien financiaba a Encadesa y Tegasa y no al revés, como sostiene el Sr. Ruiz de Lopera. El informe acredita pues, la concurrencia de los delitos continuados de administración desleal y apropiación indebida que desgranábamos en la querella, y por los que el Sr. Ruiz de Lopera podría resultar condenado a penas de superiores a los nueve años de prisión.
En esta fase final de la Instrucción vemos como se van concretando las cifras del saqueo al Real Betis, que los peritos estiman en una cifra nunca inferior a 30 millones de euros, cifra que de haberse mantenido en las arcas de nuestra entidad habría evitado la necesidad de acudir al instrumento del concurso de acreedores, al que sin duda nos hemos visto abocados como consecuencia de la despatrimonialización sufrida por la entidad en estos años, y que ha puesto al club en riesgo cierto de desaparición. Confiamos en que estas cantidades puedan ser reintegradas al Real Betis en un futuro no muy lejano, y ayuden a garantizar la viabilidad económica de la sociedad.
Por otro lado, el curso de la Instrucción ha puesto de manifiesto la dejación de funciones realizada en estos 20 años de Sociedades Anónimas Deportivas por parte de los organismos administrativos encargados del control, revelando lo caduco de un sistema que, después de dos decenios, sólo ha servido para arruinar a clubes de fútbol centenarios, defraudar a Hacienda y a la Seguridad Social, y todo ello en beneficio de una serie de personajes que a la larga han quedado delatados como meros aventureros, cuando no delincuentes que han jugado con el patrimonio económico y sentimental de todos.
Esperemos que las consecuencias de este proceso sirvan de alerta a nuestro legislador para modificar de una vez por todas el régimen legal de las sociedades anónimas deportivas.