Una de las pocas cosas bonitas que quedan en este fútbol lleno de ************* y donde sólo prima el dinero, es ver a un jugador de la cantera llegar a afianzarse en el primer equipo. Siempre he entendido que deben ser respetados y ayudados por el público, aunque sólo sea por el hecho de ser patrimonio del club, pero además porque son paisanos o criados parte de su vida en nuestra tierra y nuestro equipo.
Además, cuando un jugador debuta, todavía no es millonario ni tiene la vida resuelta: si no consigue afianzarse, todavía puede encontrarse en la calle y sin estudios, dando con sus huesos en 2ªB o categorías regionales. Otra razón para ayudarlo desde la grada.
Sin embargo, desde siempre he visto una corriente entre los béticos que disfruta y se agranda insultando a los chavales de la casa, no se sabe por qué razones. ¿El ignorante que prefiere lo de fuera aunque sea un auténtico ************, sólo porque lo de fuera es siempre mejor que lo de casa? ¿El frustrado que lo pasa bien haciendo daño al más débil y viendo cómo se tuerce su futuro? ¿La postura tan de aquí de "cómo va a ser bueno ese, si su tío toma café donde yo"? ¿La mera envidia, al saber que si triunfa va a ganar más dinero que la mayoría de los trabajadores?
No lo sé. No hablo de la crítica constructiva y legítima, no se trata de consentirles todo y aplaudirles lo malo, o hacerles una peña a los dieciocho (que también lo he visto).
Se trata de paciencia: a ver si es que ahora va a ser fácil ser profesional del fútbol, y comerte a 40.000 notas desahogándose encima tuya y en tu familia.
Este año lo estamos viendo, descalificaciones gratuitas y acusaciones de ser un borracho y un fraude a chavales de veinte años o menos.
¿De dónde salieron Gordillo, Luis del Sol, Rogelio o Joaquín? ¿Qué jugadores han sido más profesionales que Merino, Cañas -el primo del de ahora- o Ureña? En el peor de los casos, se marchan del club sin coste; en el mejor, tenemos un buen jugador por muchos años, o una posible venta rentable, motivos estos que se añaden a los sentimentales.
Pero muchos aquí preferimos lo de fuera, aunque sea un profesional lamentable, por la novedad o porque hace bailecitos cuando mete un gol.
Si yo fuera familia de uno de estos chavales, me darían ganas de partirle la cara a más de uno por las barbaridades que se llegan a escribir. Y siguen y siguen. Y en un club que quiere potenciar la cantera.
Por las narices vamos a llegar a funcionar como el Bilbao con la cantera; por las narices...
Pues eso.
Además, cuando un jugador debuta, todavía no es millonario ni tiene la vida resuelta: si no consigue afianzarse, todavía puede encontrarse en la calle y sin estudios, dando con sus huesos en 2ªB o categorías regionales. Otra razón para ayudarlo desde la grada.
Sin embargo, desde siempre he visto una corriente entre los béticos que disfruta y se agranda insultando a los chavales de la casa, no se sabe por qué razones. ¿El ignorante que prefiere lo de fuera aunque sea un auténtico ************, sólo porque lo de fuera es siempre mejor que lo de casa? ¿El frustrado que lo pasa bien haciendo daño al más débil y viendo cómo se tuerce su futuro? ¿La postura tan de aquí de "cómo va a ser bueno ese, si su tío toma café donde yo"? ¿La mera envidia, al saber que si triunfa va a ganar más dinero que la mayoría de los trabajadores?
No lo sé. No hablo de la crítica constructiva y legítima, no se trata de consentirles todo y aplaudirles lo malo, o hacerles una peña a los dieciocho (que también lo he visto).
Se trata de paciencia: a ver si es que ahora va a ser fácil ser profesional del fútbol, y comerte a 40.000 notas desahogándose encima tuya y en tu familia.
Este año lo estamos viendo, descalificaciones gratuitas y acusaciones de ser un borracho y un fraude a chavales de veinte años o menos.
¿De dónde salieron Gordillo, Luis del Sol, Rogelio o Joaquín? ¿Qué jugadores han sido más profesionales que Merino, Cañas -el primo del de ahora- o Ureña? En el peor de los casos, se marchan del club sin coste; en el mejor, tenemos un buen jugador por muchos años, o una posible venta rentable, motivos estos que se añaden a los sentimentales.
Pero muchos aquí preferimos lo de fuera, aunque sea un profesional lamentable, por la novedad o porque hace bailecitos cuando mete un gol.
Si yo fuera familia de uno de estos chavales, me darían ganas de partirle la cara a más de uno por las barbaridades que se llegan a escribir. Y siguen y siguen. Y en un club que quiere potenciar la cantera.
Por las narices vamos a llegar a funcionar como el Bilbao con la cantera; por las narices...
Pues eso.
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