- Se pondrá una oferta concreta encima de la mesa con cifras y temporadas
- Todo apunta a que se le propondrá un contrato de dos más uno
- La entidad es optimista
Terminal de llegadas del aeropuerto de San Pablo. El Betis acaba de aterrizar procedente de Valencia. Hay caras largas por la imagen ofrecida en Mestalla, pero hay una fotografía aún más significativa. Miguel Guillén y Rafael Gordillo realizan varias carantoñas a Iriney. Sonrisas y muy buen rollo. Sí, es el cumpleaños del brasileño y lo están felicitando, pero detrás de este gesto hay algo aún más importante de fondo. La renovación del centrocampista verdiblanco ha dado un giro radical en las últimas horas. Ha pasado de estar enquistada a reactivarse. El club es optimista y lanzará una ofensiva final en las próximas horas.
El primer guiño público a Iriney se produjo la semana pasada, cuando el propio Guillén calificó al sudamericano como un símbolo del Betis. Algo se estaba cociendo. Ahora, el club confía en mantener una cumbre esta misma semana con los agentes del futbolista para sentar las bases de una posible renovación.
Iriney aseguró la semana pasada en una entrevista en MARCA que aún no había recibido una oferta concreta por parte del club heliopolitano, con cantidades económicas definidas. No obstante, la entidad sí que trasladó hace ya tiempo a los representantes del jugador los parámetros generales en los que se iba a mover su propuesta para alargar el contrato. Esta semana deberían concretarse esas condiciones en una oferta definitiva de años y salario.
Poco ha trascendido sobre lo que el club pretende ofrecer a Iriney para convencerlo de que se quede en el Betis. Recordemos que se trata de una de las fichas más altas del vestuario y que el club está en una ajustada situación económica. De hecho, desde la entidad siempre se ha mantenido el mismo discurso: se hará el mayor de los esfuerzos para conseguir que se quede, pero siempre respetando los límites salariales en los que se mueve la institución.
Sea como fuere, y al margen del dinero contante y sonante, todo apunta a que la propuesta será de dos temporadas más una opcional. El brasileño tiene actualmente 31 años, por lo que podría terminar su vinculación con 34. El club no quiere hablar demasiado del asunto, pero de puertas hacia dentro, tanto en la secretaría técnica como en las altas esferas, existe un notable optimismo porque finalmente se alcance un acuerdo.
Iriney, por su parte, siempre ha mostrado su deseo de continuar. Está feliz en Heliópolis. Se siente querido y muy respetado. Esta semana debería ser casi definitiva, ya que el centrocampista tendrá encima de la mesa una propuesta concreta que ya podrá valorar.
El Betis lanza una ofensiva final para renovar a Iriney - MARCA.com
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