Como bien dijo el mejor filósofo español de todos los tiempos cuando vió los derroteros que tomaba la Segunda República y la que tantas ilusiones había despertado en el pueblo, pués lo mismo ocurre con nuestro Betis, y lo explico:
Lopera, viendóle las orejas al lobo, dada la crispación y cabreo de la gran mayoría de aficionados, está tratando de hacer el enésimo lavado de cara, más ficticio que sincero, a ver si puede reconducir la situación y que todo el beticismo vuelva a aclamarlo como en el año 92. Pero incluso fuese verdad su proposito de enmienda, es imposible que este hombre cambie su forma de proceder o actuar, ya que incluso trajera 4 ó 5 fichajes de categoría, estaria condenado el proyecto al fracaso más rotundo de todas todas, porque el mal endémico del Betis es la lamentable gestión en todos los sentidos que se lleva a cabo desde hace muchos años y que salvo algunos oasis de buenas campañas, el resto han sido temporadas frustrantes y terminando con apuros y alugún descenso de por medio.
Nuestro club, con la gran masa social que posee, tiene que atajar el problema de raiz, y no es otro, que el que la mayoritaria, delegue todas las áreas del Betis en personas solventes y capacitadas (que las hay) y gestionar los recursos de manera acorde a los tiempos que vivimos y a los de un club moderno y grande, que crezca al parejo de su potencial y que no seamos el hazmerreir de toda España.
Pero, como dije al principio, dudo enormemente, conociendo la personalidad tan compleja de Lopera, que esto vaya a suceder y que de nuevo, se vuelva a dilapidar todas las ilusiones y espectativas creadas en esta próxima etapa. No es cuestión de fichajes más o menos importantes, es cuestión de dar un giro de 180 grados a la gestión, pese a perder protagonismo el accionista mayoritario, cosa que a dia de hoy, y muy a pesar mio, lo veo como una utopía imposible de ocurrir, para desgracia del beticismo.