Manuel Ruiz de Lopera cobra una pensión. Quizás ésta sea la noticia para muchos. Bueno, corregimos, cobraba. Al menos íntegramente. El caso Nelson, por el que el Benfica reclama 2,2 millones por el impago de los últimos plazos del traspaso del lateral, le está deparando más de un quebradero de cabeza al que fuera dirigente bético. Avaló en su día la operación y el club lisboeta le tiene acorralado. Ya ha embargado las acciones de sus socidades patrimoniales, las muy conocidas Farusa, Encadesa, Tegasa e Incecosa, pero lo llamativo ahora es que el único efectivo que el Benfica consigue mes a mes para saldar esta millonaria deuda es parte de la pensión de Lopera. Unos 900 euros mensuales, con los que el pago de los 2,2 millones sería interminable, eterno.
Lopera, que en agosto cumple 68 años, cobra una pensión de la que el Benfica sólo puede detraer algo menos de mil euros. Las pensiones están protegidas legalmente para que no puedan ser embargadas en su totalidad. Lo curioso es que una persona con un patrimonio tan tremendo como Lopera no acabe con el litigio de una vez por todas abonando los 2,2 millones y poniéndose a la cola de los acreedores del Betis y sí deje que le quiten la pensión, tan valiosa para otros en estos días. El Benfica ya ha conseguido embargarle dos mensualidades y seguirá haciéndolo con la autorización del Juzgado de Primera Instancia número 9 de Sevilla, que es quien lleva la causa y quien practicó los embargos anunciados anteriormente a las sociedades controladas por el empresario de El Fontanal. Otros intentos han sido infructuosos y el único efectivo que han logrado es el recibido por la pensión, la cual quizás no eche demasiado en falta en sus cuentas para llegar a fin de mes.
Porque hasta ahora lo relevante de este caso, que saltó a la luz pública en septiembre del año pasado, es que el Benfica había embargado preventivamente las acciones de Farusa por esa demanda de juicio cambiario por el impago del traspaso de Nelson cuantificado en 1,7 millones de euros en concepto más unos 500.000 por intereses y costas. En octubre de 2011 esta demanda fue admitida a trámite y se le puso un plazo a Lopera para que consignara dicha cantidad. Al no hacerlo, se le practicó el embargo preventivo de las acciones de estas sociedades y, posteriormente, el de la pensión.
En todo caso, el tema sigue su lento proceso judicial más allá de la curiosidad que supone el asunto del pensionista Lopera. La defensa del empresario, llevada por un bufete sevillano, se opuso a los embargos y el juez del número 9 los ratificó en su momento. Desde entonces no ha habido novedades. Al Benfica, como ya se informó, no le interesa controlar el Betis gracias al embargo de las acciones de Farusa, que tiene la mayoría de las participaciones del Betis aunque hoy están en manos del administrador judicial (José Antonio Bosch), sino cobrar los 2,2 millones que podría obtener gracias a una subasta pública de Farusa, cuyas acciones se tasarían y serían vendidas tras una pericial que fijaría su precio real, del cual se desglosaría el abono para el Benfica y el resto quedaría para el propio Lopera en una venta forzosa. Para llegar a ese punto queda un mundo y es improbable que el caso acabe de esa manera
l
Lopera se queda sin pensión
otro capitulo mas de este indeseable...
Lopera, que en agosto cumple 68 años, cobra una pensión de la que el Benfica sólo puede detraer algo menos de mil euros. Las pensiones están protegidas legalmente para que no puedan ser embargadas en su totalidad. Lo curioso es que una persona con un patrimonio tan tremendo como Lopera no acabe con el litigio de una vez por todas abonando los 2,2 millones y poniéndose a la cola de los acreedores del Betis y sí deje que le quiten la pensión, tan valiosa para otros en estos días. El Benfica ya ha conseguido embargarle dos mensualidades y seguirá haciéndolo con la autorización del Juzgado de Primera Instancia número 9 de Sevilla, que es quien lleva la causa y quien practicó los embargos anunciados anteriormente a las sociedades controladas por el empresario de El Fontanal. Otros intentos han sido infructuosos y el único efectivo que han logrado es el recibido por la pensión, la cual quizás no eche demasiado en falta en sus cuentas para llegar a fin de mes.
Porque hasta ahora lo relevante de este caso, que saltó a la luz pública en septiembre del año pasado, es que el Benfica había embargado preventivamente las acciones de Farusa por esa demanda de juicio cambiario por el impago del traspaso de Nelson cuantificado en 1,7 millones de euros en concepto más unos 500.000 por intereses y costas. En octubre de 2011 esta demanda fue admitida a trámite y se le puso un plazo a Lopera para que consignara dicha cantidad. Al no hacerlo, se le practicó el embargo preventivo de las acciones de estas sociedades y, posteriormente, el de la pensión.
En todo caso, el tema sigue su lento proceso judicial más allá de la curiosidad que supone el asunto del pensionista Lopera. La defensa del empresario, llevada por un bufete sevillano, se opuso a los embargos y el juez del número 9 los ratificó en su momento. Desde entonces no ha habido novedades. Al Benfica, como ya se informó, no le interesa controlar el Betis gracias al embargo de las acciones de Farusa, que tiene la mayoría de las participaciones del Betis aunque hoy están en manos del administrador judicial (José Antonio Bosch), sino cobrar los 2,2 millones que podría obtener gracias a una subasta pública de Farusa, cuyas acciones se tasarían y serían vendidas tras una pericial que fijaría su precio real, del cual se desglosaría el abono para el Benfica y el resto quedaría para el propio Lopera en una venta forzosa. Para llegar a ese punto queda un mundo y es improbable que el caso acabe de esa manera
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Lopera se queda sin pensión
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