El toledano se muestra ilusionado ante la posibilidad de ratificar ante su ex equipo el buen momento que exhibe en los entrenamientos · Las molestias de Beñat, que tampoco se entrenará hoy, le abren la puerta
Javier Matilla vuelve a las quinielas. Uno de los fichajes estrella del Betis esta temporada, junto a Santa Cruz, se resiste, a sus 23 años, a dilapidar su segunda temporada en Primera División, después de que en la anterior apenas hallase oportunidades en el equipo que pasado mañana visita Heliópolis, el Villarreal.
El medio centro verdiblanco afronta con ilusión la cita del Sábado Santo. Tras un comienzo de temporada decepcionante, influido por el estado físico en que asomó en verano -él mismo se ha culpado de ello ya en diversas ocasiones-, hace unas semanas que dice encontrarse a tope y sólo a falta de la confianza que deben otorgarle los minutos. "Me hallo bien físicamente y estoy ilusionado por cambiarlo todo y que se vea al verdadero Matilla, porque a la fecha no me he visto ni yo", declaraba el quereño hace un par de meses en una entrevista a este diario.
Con todo, la que podría denominarse primera oportunidad para el nuevo Matilla, ése que él ve en los entrenamientos, no acaba de llegarle. Pepe Mel le dio una camiseta de titular en Getafe al poco de iniciarse la Liga y el Betis sumó su primera derrota. Volvió a jugar en Villarreal, precisamente, y no sobresalió del mediocre nivel del equipo. Mejoró algo en Pamplona, pero no siguió esa línea en Córdoba en la Copa y, desde entonces, apenas ha gozado de minutillos en el Camp Nou, La Romareda y La Rosaleda. Siempre fuera de casa, algo de lo que él mismo también se queja sotto voce. "En casa el equipo es más protagonista y, sí, quizá eche de menos no haber jugado en Heliópolis", ha dicho Matilla, quien podría el sábado matar dos pájaros de un tiro: jugar al amparo de su afición, que además está ansiosa por verlo al no entender del todo el porqué de un ostracismo tan severo, y hacerlo frente al Villarreal, el equipo en que triunfó hasta toparse con la máxima categoría.
Futbolistas de la talla de Borja Valero, Bruno, Marcos Senna y hasta Cazorla le cerraron el paso. Esta temporada es él mismo quien se echó la primera piedra en su tejado, pero tras la última jornada, al menos, le ha ganado la partida a Salva Sevilla, quien ha devuelto las camisetas en las últimas actuaciones.
Mel probó el martes con él en un presumible once titular y ayer mezcló a titulares y suplentes en varios onces durante los partidillos del entrenamiento. Pero no quiere decir mucho, ya que unas molestias tienen varado a Beñat, quien en principio tampoco podrá ejercitarse hoy sobre el césped de la ciudad deportiva de Los Bermejales.
Si, finalmente, el entrenador no ve preparado al vasco para salir de inicio o fuese baja, se le abrirían diversas opciones, entre las que por supuesto figura la que sería la primera titularidad de Matilla en Heliópolis. "Espero tener pronto una nueva oportunidad", clama el centrocampista.
Las otras opciones pasan por volver a confiar en Salva Sevilla, apostar por Sergio, quien en las últimas semanas ha cobrado un gran momento de forma y vuelve a entrar en los planes del técnico madrileño, o formar una dupla con Cañas e Iriney, pareja que a Mel no entusiasma, aunque a veces le dio resultados, y menos cuando juega como local.
Lo que sí está claro es que Matilla no teme a un partido que sería toda una reválida para él: o cambiaría su sino o daría por completo la razón a quien no lo alinea.
FUENTE: El último tren de Matilla
Javier Matilla vuelve a las quinielas. Uno de los fichajes estrella del Betis esta temporada, junto a Santa Cruz, se resiste, a sus 23 años, a dilapidar su segunda temporada en Primera División, después de que en la anterior apenas hallase oportunidades en el equipo que pasado mañana visita Heliópolis, el Villarreal.
El medio centro verdiblanco afronta con ilusión la cita del Sábado Santo. Tras un comienzo de temporada decepcionante, influido por el estado físico en que asomó en verano -él mismo se ha culpado de ello ya en diversas ocasiones-, hace unas semanas que dice encontrarse a tope y sólo a falta de la confianza que deben otorgarle los minutos. "Me hallo bien físicamente y estoy ilusionado por cambiarlo todo y que se vea al verdadero Matilla, porque a la fecha no me he visto ni yo", declaraba el quereño hace un par de meses en una entrevista a este diario.
Con todo, la que podría denominarse primera oportunidad para el nuevo Matilla, ése que él ve en los entrenamientos, no acaba de llegarle. Pepe Mel le dio una camiseta de titular en Getafe al poco de iniciarse la Liga y el Betis sumó su primera derrota. Volvió a jugar en Villarreal, precisamente, y no sobresalió del mediocre nivel del equipo. Mejoró algo en Pamplona, pero no siguió esa línea en Córdoba en la Copa y, desde entonces, apenas ha gozado de minutillos en el Camp Nou, La Romareda y La Rosaleda. Siempre fuera de casa, algo de lo que él mismo también se queja sotto voce. "En casa el equipo es más protagonista y, sí, quizá eche de menos no haber jugado en Heliópolis", ha dicho Matilla, quien podría el sábado matar dos pájaros de un tiro: jugar al amparo de su afición, que además está ansiosa por verlo al no entender del todo el porqué de un ostracismo tan severo, y hacerlo frente al Villarreal, el equipo en que triunfó hasta toparse con la máxima categoría.
Futbolistas de la talla de Borja Valero, Bruno, Marcos Senna y hasta Cazorla le cerraron el paso. Esta temporada es él mismo quien se echó la primera piedra en su tejado, pero tras la última jornada, al menos, le ha ganado la partida a Salva Sevilla, quien ha devuelto las camisetas en las últimas actuaciones.
Mel probó el martes con él en un presumible once titular y ayer mezcló a titulares y suplentes en varios onces durante los partidillos del entrenamiento. Pero no quiere decir mucho, ya que unas molestias tienen varado a Beñat, quien en principio tampoco podrá ejercitarse hoy sobre el césped de la ciudad deportiva de Los Bermejales.
Si, finalmente, el entrenador no ve preparado al vasco para salir de inicio o fuese baja, se le abrirían diversas opciones, entre las que por supuesto figura la que sería la primera titularidad de Matilla en Heliópolis. "Espero tener pronto una nueva oportunidad", clama el centrocampista.
Las otras opciones pasan por volver a confiar en Salva Sevilla, apostar por Sergio, quien en las últimas semanas ha cobrado un gran momento de forma y vuelve a entrar en los planes del técnico madrileño, o formar una dupla con Cañas e Iriney, pareja que a Mel no entusiasma, aunque a veces le dio resultados, y menos cuando juega como local.
Lo que sí está claro es que Matilla no teme a un partido que sería toda una reválida para él: o cambiaría su sino o daría por completo la razón a quien no lo alinea.
FUENTE: El último tren de Matilla
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