MEL NO QUIERE HACER VALER SU CONTRATO (POR AHORA)
La situación está así: Pepe Mel, el entrenador que ascenderá al Betis dentro de unas semanas, no es lo que se dice un personaje popular entre los actuales mandarines. Valoran y agradecen su trabajo pero le reprochan sus orígenes plebeyos (léase: Luis Oliver lo fichó y renovó). El técnico madrileño tiene firmado, y sellado ante el colegio de entrenadores, un contrato para la próxima temporada que entrará automáticamente en vigor cuando el equipo esté en Primera. Si Bosch Valero considera que no es el hombre adecuado para dirigir al Betis en la élite, lo tiene muy sencillo: le abona hasta el último céntimo, poco más de un millón de euros, y resuelve. Eso, y no las barriobajeras maniobras de desgaste que ha emprendido, sería lo propio de un hombre de leyes que debe su cargo exclusivamente a la orden de un juzgado. Mel desea seguir pero, como él mismo ha dicho públicamente, no a toda costa. Ni se avendrá a una rebaja demasiado sustanciosa de su sueldo, ni permitirá que la secretaría técnica planifique la temporada a sus espaldas. El entrenador, que es hombre susceptible, sospecha que la superioridad está provocándolo para que dé el portazo. Tiene la carta ganadora, su contrato, pero sabe que jugarla le costaría una dura campaña de imagen. Así están las cosas, desconfíen de las públicas protestas de amor eterno.
Lucas Haurie
Leyendo este tipo de artículos, uno se pregunta cómo se puede llegar a tener tanto asco al Real Betis, para meter ****** de esta manera... Eres patético pisha.
La situación está así: Pepe Mel, el entrenador que ascenderá al Betis dentro de unas semanas, no es lo que se dice un personaje popular entre los actuales mandarines. Valoran y agradecen su trabajo pero le reprochan sus orígenes plebeyos (léase: Luis Oliver lo fichó y renovó). El técnico madrileño tiene firmado, y sellado ante el colegio de entrenadores, un contrato para la próxima temporada que entrará automáticamente en vigor cuando el equipo esté en Primera. Si Bosch Valero considera que no es el hombre adecuado para dirigir al Betis en la élite, lo tiene muy sencillo: le abona hasta el último céntimo, poco más de un millón de euros, y resuelve. Eso, y no las barriobajeras maniobras de desgaste que ha emprendido, sería lo propio de un hombre de leyes que debe su cargo exclusivamente a la orden de un juzgado. Mel desea seguir pero, como él mismo ha dicho públicamente, no a toda costa. Ni se avendrá a una rebaja demasiado sustanciosa de su sueldo, ni permitirá que la secretaría técnica planifique la temporada a sus espaldas. El entrenador, que es hombre susceptible, sospecha que la superioridad está provocándolo para que dé el portazo. Tiene la carta ganadora, su contrato, pero sabe que jugarla le costaría una dura campaña de imagen. Así están las cosas, desconfíen de las públicas protestas de amor eterno.
Lucas Haurie
Leyendo este tipo de artículos, uno se pregunta cómo se puede llegar a tener tanto asco al Real Betis, para meter ****** de esta manera... Eres patético pisha.
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