Rubén tumba al Zaragoza en un duelo de infarto (1-2)
Miércoles, 10 de Noviembre de 2010 22:00
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Desastroso arbitraje de Iturralde que ayudó al Betis en el primer gol. Rubén firmó un partido perfecto y Jorge Molina erró dos ocasiones muy claras. Mel hizo cinco cambios con respecto a la Liga.
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Árbitro
Iturralde González, enseñó amarilla a Contini, Belenguer y Beñat.
Formaciones
Real Zaragoza: Doblas; Diogo, Contini, Jarosik, Ponzio; Edmilson (Pinter 62'), Ander Herrera (Lafita 30'), Gabi, Boutahar (Marco Pérez), Bertolo; Braulio
Real Betis: Casto; Miguel Lopes, Belenguer, Dorado, Nacho; Iriney, Salva Sevilla (Beñat 69'), Arzu, Israel (Juande 87'); Jorge Molina (Ezequiel 79') y Rubén Castro.
GOLES
0-1, m. 12: Contini (p.p.); 1-1 m. 15: Jarosik; 1-2, m. 78: Rubén Castro;
INCIDENCIAS
Partido correspondiente a la vuelta de la eliminatoria de Copa del Rey en el estadio de La Romareda.
Este equipo está que no hay quien lo pare. Es increíble la fe que pueden llegar a tener los hombres de Pepe Mel. Es admirable el concepto de grupo que han conseguido adquirir estos jugadores y es encomiable el esfuerzo, la personalidad y el compromiso que ha demostrado, una vez más, el plantel. Decía el responsable de todo esto antes del choque que a Zaragoza “no vamos a tirar la Copa”, y vaya si quedó claro en el terreno de juego.
Y por supuesto, aunque lo logrado en la tarde-noche de hoy es mérito de todos, sería una aberración no destacar por encima del grupo la figura de uno de los delanteros más en forma del fútbol español. El partido de Rubén Castro no ha sido normal. Su gol, su entrega y su constante creación de peligro como asistente o como rematador han sido sencillamente formidables. La cruz, la de Jorge Molina, que tuvo dos ocasiones de órdago para haber matado el partido y erró incomprensiblemente dejando la clasificación en vilo hasta el pitido final.
En lo que se refiere al encuentro, vimos dos Betis. Uno en la primera mitad más nervioso atrás y con una enorme pegada y otro en la segunda mucho más sólido, concentrado, pero sin capacidad de gol, aunque creando ocasiones claras.
La primera parte tuvo color zaragocista. Los maños dominaban, los verdiblancos esperaban, pero sin mordiente y la pelota rondaba más las inmediaciones de Casto que al revés. Cuando menos carburaba el equipo, un error de Iturralde que no señaló una clara falta sobre Boutahar propició un pase en profundidad de un gran Salva Sevilla, una carrera meteórica de Rubén y un pase que terminó tropezando en Contini para irse a gol. No le dio tiempo al Betis ni a intentar echarse atrás. Un fallo en la marca en el remate de un córner dejó sólo a Jarosik en el segundo palo que picó bien de cabeza para que nada pudiera hacer el portero. Era el empate y la vuelta a empezar. Aquí vivieron los béticos sus peores momentos. El conjunto de Gay dominaba y llegaba con mucho peligro. Pudo llegar el segundo y el tercero para los locales, pero perdonaron. Y ya se sabe que el que perdona… En una contra, Salva Sevilla envía un balón profundo a la frontal, Jorge Molina deja pasar de forma extraordinaria bajo las piernas y la bola la recoge un hombre que tiene el gol grabado a fuego entre ceja y ceja. Rubén recibió y cruzó la pelota a Doblas para hacer subir el gol al marcador que sería definitivo. Esto hizo mejorar a los de Mel en juego y mordiente. Disfrutamos de ahí al descanso de un Betis rápido a la contra y muy peligroso.
En la segunda parte el equipo fue mucho más sólido. El rival no llegaba y Jorge Molina pudo apuntalar el partido en dos opciones clarísimas a pase de Rubén. Lástima, pero no está el de Alcoy en buen momento. Evidentemente, estos errores hicieron que el Zaragoza llegara vivo al final del choque. Numerosos córners y balones colgados, un error en la marca brutal en un pase de falta que no aprovechó Braulio en el área pequeña y algún que otro susto más. A la contra y sin portero (Doblas había subido a rematar un saque de esquina) Miguel Lopes erró una muy clara. Angustia, sufrimiento, taquicardia y júbilo final.
Un premio a la fe, como hemos dicho, pero también al buen fútbol de contraataque y a la pegada de un hombre casado con el gol y con el éxito. Adelante en la Copa. Y había quien decía que no le interesaba al Betis seguir vivo en ella…
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