Re: Sala de prensa
Viven
Muchos pensábamos que el último tren hacia la salvación había pasado de largo por Heliópolis el pasado domingo con una nueva derrota, esta vez frente al Atlético, que condenaba al Betis a Segunda.
Sin embargo, pocos días después, la visita al Levante ha servido para que la escuadra de las trece barras vuelva a encontrarse con este mismo medio de transporte y hasta obtenga su sitio en un vagón, gracias a un 1-3 que deja la permanencia a siete puntos.
Una vez más, tres de los supervivientes del último ascenso (Salva Sevilla, Jorge Molina y Rubén Castro) tiraron del carro, dejando bien claros los fallos que se han cometido en la planificación deportiva, pero allanando también el camino hasta el primer triunfo a domicilio en esta Liga, vital para mantener vivas las esperanzas de seguir un año más en la máxima categoría.
Una victoria trascendental ya no solo en clave clasificatoria, sino sobre todo anímica, ya que solo con los puntos de casa no salían las cuentas.
Además, está la satisfacción de poner fin a esta prolongadísima sequía delante de un ‘enemigo íntimo’ como Caparrós, lo que endulza aún más si cabe la lectura de esta jornada que vuelve a dar alas a la esperanza. Quedan ocho ‘finales’ por delante y las matemáticas, únicas que han confiado siempre en un desenlace distinto al que la mayoría vaticinamos, sacan pecho y ganan adeptos, porque ya no se ve tan imposible el milagro de la salvación.
Leer más en: Viven - Blogs - BETISWEB
J. Julián Fernández
Viven
Muchos pensábamos que el último tren hacia la salvación había pasado de largo por Heliópolis el pasado domingo con una nueva derrota, esta vez frente al Atlético, que condenaba al Betis a Segunda.
Sin embargo, pocos días después, la visita al Levante ha servido para que la escuadra de las trece barras vuelva a encontrarse con este mismo medio de transporte y hasta obtenga su sitio en un vagón, gracias a un 1-3 que deja la permanencia a siete puntos.
Una vez más, tres de los supervivientes del último ascenso (Salva Sevilla, Jorge Molina y Rubén Castro) tiraron del carro, dejando bien claros los fallos que se han cometido en la planificación deportiva, pero allanando también el camino hasta el primer triunfo a domicilio en esta Liga, vital para mantener vivas las esperanzas de seguir un año más en la máxima categoría.
Una victoria trascendental ya no solo en clave clasificatoria, sino sobre todo anímica, ya que solo con los puntos de casa no salían las cuentas.
Además, está la satisfacción de poner fin a esta prolongadísima sequía delante de un ‘enemigo íntimo’ como Caparrós, lo que endulza aún más si cabe la lectura de esta jornada que vuelve a dar alas a la esperanza. Quedan ocho ‘finales’ por delante y las matemáticas, únicas que han confiado siempre en un desenlace distinto al que la mayoría vaticinamos, sacan pecho y ganan adeptos, porque ya no se ve tan imposible el milagro de la salvación.
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J. Julián Fernández
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