Menos mal que Lopera es un cuchara…
Dice Oliver que Lopera es un ******* en el Betis, algo que resulta cuanto menos gracioso, porque el cubierto oficial de la entidad heliopolitana es, o más bien era, Pepe León. Y es que ahora parece que, el que recibió su nombre porque ni pinchaba ni cortaba, está cobrando protagonismo en algunas operaciones que no se están terminando como el empresario navarro quisiera. Tal es así, que hasta Bucero, que llegó de la mano de Oliver, se tuvo que ‘ir’ por discrepancias con el presidente. Cargo, por otro lado, al que llegó gracias a Lopera.
También le está dando más problemas de la cuenta Rufino González, a quien en el último consejo intentó echar, a pesar de que la legalidad no se lo permitía. Incluso dice que le ha interpuesto una querella criminal. Otro de Lopera. Pero no queda ahí la cosa, porque Castaño también intentó unirse a Rufino para echar al ‘okupa’ --él mismo ya se autodenomina así--, aunque el experimento salió rana. Otro más de Lopera. Como Rodríguez Sacristán, que es el que les está entregando ‘todos’ los papeles de Lopera a los administradores que ha puesto la juez por culpa de Lopera. O Nuchera, que llegó con Lopera, se marchó, luego volvió para irse en busca del Pulpo Paul y, cuando no lo consiguió, apareció otra vez. Y luego quedan Antonio Álvarez, de Lopera, Vergara, de Oliver, y el nuevo, Eduardo Peña, también de Oliver.
A todo esto: Rufino, Castaño, León, Nuchera, Antonio Álvarez, Jaime Rodríguez Sacristán y ocho menciones en el artículo a Lopera. A ver si al final usted, señor Oliver, sólo va a ser el maletín de la cubertería…
PD: Y lo fácil que tendría usted acabar con todo esto: Junta Extraordinaria de Accionistas, adiós a los problemas y a meter gente de su confianza. Si hasta lo dijo el día de su presentación, ¿lo recuerda? Ahí están las hemerotecas…
Dice Oliver que Lopera es un ******* en el Betis, algo que resulta cuanto menos gracioso, porque el cubierto oficial de la entidad heliopolitana es, o más bien era, Pepe León. Y es que ahora parece que, el que recibió su nombre porque ni pinchaba ni cortaba, está cobrando protagonismo en algunas operaciones que no se están terminando como el empresario navarro quisiera. Tal es así, que hasta Bucero, que llegó de la mano de Oliver, se tuvo que ‘ir’ por discrepancias con el presidente. Cargo, por otro lado, al que llegó gracias a Lopera.
También le está dando más problemas de la cuenta Rufino González, a quien en el último consejo intentó echar, a pesar de que la legalidad no se lo permitía. Incluso dice que le ha interpuesto una querella criminal. Otro de Lopera. Pero no queda ahí la cosa, porque Castaño también intentó unirse a Rufino para echar al ‘okupa’ --él mismo ya se autodenomina así--, aunque el experimento salió rana. Otro más de Lopera. Como Rodríguez Sacristán, que es el que les está entregando ‘todos’ los papeles de Lopera a los administradores que ha puesto la juez por culpa de Lopera. O Nuchera, que llegó con Lopera, se marchó, luego volvió para irse en busca del Pulpo Paul y, cuando no lo consiguió, apareció otra vez. Y luego quedan Antonio Álvarez, de Lopera, Vergara, de Oliver, y el nuevo, Eduardo Peña, también de Oliver.
A todo esto: Rufino, Castaño, León, Nuchera, Antonio Álvarez, Jaime Rodríguez Sacristán y ocho menciones en el artículo a Lopera. A ver si al final usted, señor Oliver, sólo va a ser el maletín de la cubertería…
PD: Y lo fácil que tendría usted acabar con todo esto: Junta Extraordinaria de Accionistas, adiós a los problemas y a meter gente de su confianza. Si hasta lo dijo el día de su presentación, ¿lo recuerda? Ahí están las hemerotecas…
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