LA PROPOSICIÓN DEL MAESTRO
Duro, tremendo, escuchar a un bético como Curro Romero llegando a la conclusión de que para que todo cambie, para mejor, lo único que queda es desertar, abandonar el Ruiz de Lopera en espera de que algún día vuelva a ser Benito Villamarín o Heliópolis o lo que quieran los béticos que queden de pie después de la era Lopera. Ya saben que Curro habla poco, pero cuando lo hace adquiere especial relevancia lo que dice y cómo lo dice, por esa solemnidad que siempre acompañó a su distante figura. Sólo de pensar en la imagen de un estadio vacío, del Betis sin los béticos, da escalofríos. Al propio Faraón le pareció tremendo lo que propuso en los micrófonos de Canal Sur Radio, pero tal es su desesperación como bético, tal es el daño que observa que se le está haciendo a la entidad sin que nada práctico se vea, que fue capaz de proponer un tratamiento tan doloroso, y peligroso. No sé si la receta es la buena, pero sí digo que si hay tantos béticos que quieren otro Betis, y teniendo en cuenta que hay un dueño con la propiedad muy consolidada, siempre que no diga lo contrario el juzgado, hay que asumir riesgos y dar pasos atípicos, porque la situación obliga. Una frase de Curro, una, ha bastado para agitar un árbol que necesita agua, de Lopera o de la oposición, pero agua al fin y al cabo.
Paco Cepeda
Duro, tremendo, escuchar a un bético como Curro Romero llegando a la conclusión de que para que todo cambie, para mejor, lo único que queda es desertar, abandonar el Ruiz de Lopera en espera de que algún día vuelva a ser Benito Villamarín o Heliópolis o lo que quieran los béticos que queden de pie después de la era Lopera. Ya saben que Curro habla poco, pero cuando lo hace adquiere especial relevancia lo que dice y cómo lo dice, por esa solemnidad que siempre acompañó a su distante figura. Sólo de pensar en la imagen de un estadio vacío, del Betis sin los béticos, da escalofríos. Al propio Faraón le pareció tremendo lo que propuso en los micrófonos de Canal Sur Radio, pero tal es su desesperación como bético, tal es el daño que observa que se le está haciendo a la entidad sin que nada práctico se vea, que fue capaz de proponer un tratamiento tan doloroso, y peligroso. No sé si la receta es la buena, pero sí digo que si hay tantos béticos que quieren otro Betis, y teniendo en cuenta que hay un dueño con la propiedad muy consolidada, siempre que no diga lo contrario el juzgado, hay que asumir riesgos y dar pasos atípicos, porque la situación obliga. Una frase de Curro, una, ha bastado para agitar un árbol que necesita agua, de Lopera o de la oposición, pero agua al fin y al cabo.
Paco Cepeda
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