El Betis no se mueve de donde lo pusieron y su imagen ya luce un nuevo lamparón
FRANCISCO PÉREZ
Actualizado Martes, 11-08-09 a las 06:58
Ayer fue día 10, hoy será 11, o sea otra de las supuestas fechas clave de la cosa, y como adelantaba el Xerez en un comunicado, mañana, 12, el Betis seguirá estando donde está, en Segunda, con Tapia haciendo equipo y Emana deshaciéndolo. Porque la Liga de Fútbol Profesional debía fallar esta mañana en torno a la denuncia del club bético contra el Xerez, pero Astiazarán y compañía ni siquiera han agotado los plazos y ayer se dieron prisa en comunicar al marco pelotero del Sherry que ratificarán la inscripción de la entidad de Chapín en Primera, rechazando el alegato verdiblanco. Por «inestimable e inadmisible», dicen, lo que como argumento jurídico es bastante pobretón.
Cerrado por vacaciones el despacho que le iba a dar al Betis el lugar que sus jugadores le perdieron, el club se quedará con otro lamparón en su imagen de los que no se quita ni marinándolo en lejía. Son tantos ya que uno no sabe cuál es el color original de esa imagen y cuál el adoptado, pero en cualquier caso ese estado churretoso cuadra mal con una entidad con un cuerpo social tan extraordinario que va a convertir el Ruiz de Lopera en el Santiago Bernabéu de Segunda. Pero de verdad, no de ojana. Más de treinta mil creyentes cada quince días al final de La Palmera para recordarles al consejero delegado y a sus títeres descendidos que ellos son el espíritu y el cuerpo del club.
Digo yo, que la próxima vez, incluso en el caso de que desde las alturas se ordene tirar de follón para desviar la atención sobre cualquier miseria propia, el Betis hará las cosas de otra manera y no volverá a ponerse en solfa a nivel nacional. Para hacer lo que se ha hecho, habría bastado con una consulta a la Liga, una advertencia al CSD o un toque al Xerez diciéndole, como los de Mark(t) —Media, no González—, «yo no soy tonto». Sólo había que escoger a la persona adecuada.
FRANCISCO PÉREZ
Actualizado Martes, 11-08-09 a las 06:58
Ayer fue día 10, hoy será 11, o sea otra de las supuestas fechas clave de la cosa, y como adelantaba el Xerez en un comunicado, mañana, 12, el Betis seguirá estando donde está, en Segunda, con Tapia haciendo equipo y Emana deshaciéndolo. Porque la Liga de Fútbol Profesional debía fallar esta mañana en torno a la denuncia del club bético contra el Xerez, pero Astiazarán y compañía ni siquiera han agotado los plazos y ayer se dieron prisa en comunicar al marco pelotero del Sherry que ratificarán la inscripción de la entidad de Chapín en Primera, rechazando el alegato verdiblanco. Por «inestimable e inadmisible», dicen, lo que como argumento jurídico es bastante pobretón.
Cerrado por vacaciones el despacho que le iba a dar al Betis el lugar que sus jugadores le perdieron, el club se quedará con otro lamparón en su imagen de los que no se quita ni marinándolo en lejía. Son tantos ya que uno no sabe cuál es el color original de esa imagen y cuál el adoptado, pero en cualquier caso ese estado churretoso cuadra mal con una entidad con un cuerpo social tan extraordinario que va a convertir el Ruiz de Lopera en el Santiago Bernabéu de Segunda. Pero de verdad, no de ojana. Más de treinta mil creyentes cada quince días al final de La Palmera para recordarles al consejero delegado y a sus títeres descendidos que ellos son el espíritu y el cuerpo del club.
Digo yo, que la próxima vez, incluso en el caso de que desde las alturas se ordene tirar de follón para desviar la atención sobre cualquier miseria propia, el Betis hará las cosas de otra manera y no volverá a ponerse en solfa a nivel nacional. Para hacer lo que se ha hecho, habría bastado con una consulta a la Liga, una advertencia al CSD o un toque al Xerez diciéndole, como los de Mark(t) —Media, no González—, «yo no soy tonto». Sólo había que escoger a la persona adecuada.