Real Lopera Balompié
viernes, 03 de julio de 2009
Por Nacho González
La historia de nunca acabar y el Lopera Balompié de siempre empezar. Hacía tiempo que el máximo accionista no salía públicamente, no acudía a un acto, no se exponía al bético de la calle, y eso sucedió en una presentación marcada por el nivel barriobajero que acompaña al de Jabugo allí donde vaya. Ojo, no confundan mis palabras. Me refiero a ese séquito de ‘loperistas’ (así presumen denominarse ellos mismos) invitados para insultar a los medios de comunicación, pues nada tengo que objetar a los responsables de esta nueva marca ni a los organizadores de un acto elegante en su contenido. La idea inicial era presentar RBB en la explanada del estadio por todo lo alto, pero claro la situación ha cambiado. ¿Cómo iba a permitir quien se considera dueño, amo y señor hasta la sepultura, arriesgarse a ser criticado públicamente por centenares de béticos? Eso sería valentía y a este hombre le falta a mansalva. Para ello, se cambió la idea y de paso invitar mejor sólo a la corte loperiana, quienes sí se merecen este tipo de ‘premios’ dada su impecable labor de borreguitos. Vamos, el bético sólo tendrá las puertas abiertas de su club si es para vanagloriar el busto de don Manué, el resto que pague su carné a un precio de Primera y listo. Es un vicio más, como otro cualquiera. Él no se siente seguro, sabe que su imagen no es grata y por eso estudia el mínimo detalle antes de poner un pie en la calle. Pero lo peor no es su enfermedad, que para mí realmente lo es, sino la que padecen los individuos antes mencionados. El Betis no existe, es el Real Lopera Balompié, así lo piensa el consejero delegado y al parecer también quienes le acompañan. Quizás en la próxima salida lo custodien con un palio como se hacía antaño con los grandes dictadores. Pero vamos, que se trata de un vicio expandido a otros ámbitos. En Casino también se expone uno al capricho de unos dueños venidos arriba al más puro estilo Lopera. Es decir, faltos de educación y a quienes el paño les viene demasiado grande. Para su desgracia el máximo accionista bético les lleva años de ventaja, amén de un estatus social más codiciado, pero si se esfuerzan un poco más quizás le lleguen algún día a la suela de los zapatos. Ah, y por cierto, la próxima temporada habrá nueva equipación con una nueva marca, pero no confundan esto con que el Betis tiene marca propia porque no es así. RBB es propiedad de otra empresa, no del Real Betis Balompié. Ese matiz debería quedar claro para no engañar al personal. Son detalles a tener en cuenta, sin más.
viernes, 03 de julio de 2009
Por Nacho González
La historia de nunca acabar y el Lopera Balompié de siempre empezar. Hacía tiempo que el máximo accionista no salía públicamente, no acudía a un acto, no se exponía al bético de la calle, y eso sucedió en una presentación marcada por el nivel barriobajero que acompaña al de Jabugo allí donde vaya. Ojo, no confundan mis palabras. Me refiero a ese séquito de ‘loperistas’ (así presumen denominarse ellos mismos) invitados para insultar a los medios de comunicación, pues nada tengo que objetar a los responsables de esta nueva marca ni a los organizadores de un acto elegante en su contenido. La idea inicial era presentar RBB en la explanada del estadio por todo lo alto, pero claro la situación ha cambiado. ¿Cómo iba a permitir quien se considera dueño, amo y señor hasta la sepultura, arriesgarse a ser criticado públicamente por centenares de béticos? Eso sería valentía y a este hombre le falta a mansalva. Para ello, se cambió la idea y de paso invitar mejor sólo a la corte loperiana, quienes sí se merecen este tipo de ‘premios’ dada su impecable labor de borreguitos. Vamos, el bético sólo tendrá las puertas abiertas de su club si es para vanagloriar el busto de don Manué, el resto que pague su carné a un precio de Primera y listo. Es un vicio más, como otro cualquiera. Él no se siente seguro, sabe que su imagen no es grata y por eso estudia el mínimo detalle antes de poner un pie en la calle. Pero lo peor no es su enfermedad, que para mí realmente lo es, sino la que padecen los individuos antes mencionados. El Betis no existe, es el Real Lopera Balompié, así lo piensa el consejero delegado y al parecer también quienes le acompañan. Quizás en la próxima salida lo custodien con un palio como se hacía antaño con los grandes dictadores. Pero vamos, que se trata de un vicio expandido a otros ámbitos. En Casino también se expone uno al capricho de unos dueños venidos arriba al más puro estilo Lopera. Es decir, faltos de educación y a quienes el paño les viene demasiado grande. Para su desgracia el máximo accionista bético les lleva años de ventaja, amén de un estatus social más codiciado, pero si se esfuerzan un poco más quizás le lleguen algún día a la suela de los zapatos. Ah, y por cierto, la próxima temporada habrá nueva equipación con una nueva marca, pero no confundan esto con que el Betis tiene marca propia porque no es así. RBB es propiedad de otra empresa, no del Real Betis Balompié. Ese matiz debería quedar claro para no engañar al personal. Son detalles a tener en cuenta, sin más.
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