«Los que mandan en el Betis están en el polo opuesto de lo que es para mí la elegancia»
José Manuel Soto_Cantante y bético

«Los que mandan en el Betis están en el polo opuesto de lo que es para mí la elegancia»
J.M. SERRANO
POR J. FÉLIX MACHUCA
Lunes, 22-06-09
—Se viene usted de la isla de los mosquitos y se mete en el foso de los cocodrilos verdes…

—Últimamente me estoy metiendo en demasiado jaleos. Pero los cocodrilos no se comen a nadie

—Uno de esos cocodrilos, el caimán jefe, lo atacó en la radio diciendo que usted como no vendía un disco aprovechaba lo del Betis para chupar cámara…

—Cuando no hay argumentos se ataca a la gente en el plano personal.

—Todo el mundo resalta su clase, su saber estar. Nunca, a lo largo de todo este debate, cayó usted en la tentación de la descalificación personal y el ataque poco limpio…

—Yo defiendo un estilo elegante para el Betis que es el mismo que defiendo para mi vida.

—Usted cree que el Betis lleva mucho tiempo sin saber lo que es eso…

—Los que mandan en el Betis están en el polo opuesto de lo que significa para mí la elegancia.

—Usted ha pedido una salida digna para el caimán jefe…

—Creo que hay que ser generoso en la vida y este momento requiere firmeza y generosidad.

—Lo curioso es que, alguna vez, todo el mundo siguió al caimán jefe, al comandante Jabugo, sin ponerle pegas de ningún tipo…

—Todos cometemos errores. Y él nos embaucó vendiéndonos un paraíso que resultó falso. Es necesaria la autocrítica.

—Haciendo autocrítica: muchos de los que la noche del 15 J clamaban contra su pésima gestión hace poco lo defendían con uñas y dientes. ¿Un segundazo te hace pasar de ángel a demonio sin más?

—Yo creo que el segundazo tiene su parte buena. La gente toma conciencia cuando el batacazo es bueno. No hay mal que por bien no venga.

—Dígame, señor Soto: ¿sintió alguna vez, en algunos de sus muchísimos conciertos, lo que sintió el 15-J en la Plaza Nueva leyendo el manifiesto verde?

—Yo he disfrutado mucho de la comunicación con el público. Y me he sentido muy querido y respetado. El otro día yo solo le presté mi voz al protagonismo de los béticos. Pero fue muy hermoso.

—El texto que leyó no le pareció corto…

—(Risas)

—Ha dicho usted que aquella noche descubrió los deseos de libertad de un sentimiento secuestrado. ¿Eso no le da para escribir una canción?

—Pues sí. Puede ser que esta metáfora verdiblanca del sueño de la libertad pueda ser el inicio de una canción o de una novela.

—Aclárese: ¿hay música o libro?

—En perspectiva hay música, pero la creación debe estar abierta a todo. Tengo pendiente mi sueño de escribir una novela.

—¿Y el Betis que pinta ahí?

—Todo, porque el Betis es una filosofía de vida.

—Durante los días previos al 15-J le perturbó de alguna forma la guardia pretoriana del caimán jefe…

—Sí, me insultaron y me agredieron verbalmente. Dada las circunstancias eso es un halago. Le digo que aún siguen.

—Pero desde sus medios oficiales le han dado fuerte, flojo y regular…

—No soy oyente. Pero según me cuentan siguen dándome. Ladran luego cabalgamos…

—El fútbol tiene una fuerza arrolladora. Ni un partido y menos un sindicato es capaz de poner en la calle la cantidad de gente que puso el Betis el otro día. ¿Eso por qué es?

—Porque el fútbol es la nueva religión de la gente. Y hay que hacer una lectura positiva de eso.

—Le he oído lanzar la idea de que el Betis debería saber aprovechar, como institución, la fuerza que arrastra tras de sí, para apoyar causas sociales y solidarias…

—A eso me refiero cuando hablo de lecturas positivas. No entiendo la música ni el deporte si no tiene una función social.

«Compraré las acciones del nuevo Betis que pueda teniendo claro que mi sitio no está en el poder. Mis aspiraciones no son políticas»

—Una pregunta: ¿cuántas acciones del nuevo Betis comprará usted?

—Compraré lo que pueda teniendo claro que mi sitio no está en el poder. Mis aspiraciones no son políticas.

—He visto en toda esta movida muchos políticos alrededor del Betis. Quizás con aspiraciones políticas…

—Los políticos siempre se suben al barco cuando la corriente lo empuja. Hasta ahora he visto poca valentía en esa clase. Y una vez más ha sido la infantería la que ha marcado el ritmo y ha dado la cara.

—¿Mañana el Betis será libre?

—Sin duda. Los deseos de libertad son imparables.