El fin de una bonita etapa
Hay un hecho objetivo y es que este Betis ya es de Segunda. A partir de esa base hay que empezar a trabajar en pos de un pronto regreso a Primera. Pero el problema es que los verdiblancos tienen que dar un giro de 180 grados a su situación. Hay que realizar una limpia general en todas las parcelas de la entidad y para eso debe estar dispuesto Lopera o si no poco habrá que hacer. Deberán marcharse muchos jugadores muy caros que no han demostrado nada y que no servirían para Segunda. Y deberían llegar futbolistas de menos calidad pero de más comprometidos. Aunque ahí no debe quedar la reforma, porque el traumático descenso debe servir para limpiar al club todo lo malo y volver con renovados bríos a Primera, aunque cueste más de una temporada.
El problema es que no parece probable que vaya a cambiar la cosa. Lopera ha hecho mucho por el Betis, pero su etapa está tocando a su fin. Llegó en el 92 y desde entonces ha conseguido muchísimas cosas. Pero la afición ya no está con él. El equipo ha bajado y la fractura en el beticismo será insalvable mientras siga al mando de la entidad. Debería escuchar las ofertas para salir como un caballero. Si vende sus acciones beneficiaría al beticismo y también a su delicado estado de salud.
Tito González | 02/06/2009
Hay un hecho objetivo y es que este Betis ya es de Segunda. A partir de esa base hay que empezar a trabajar en pos de un pronto regreso a Primera. Pero el problema es que los verdiblancos tienen que dar un giro de 180 grados a su situación. Hay que realizar una limpia general en todas las parcelas de la entidad y para eso debe estar dispuesto Lopera o si no poco habrá que hacer. Deberán marcharse muchos jugadores muy caros que no han demostrado nada y que no servirían para Segunda. Y deberían llegar futbolistas de menos calidad pero de más comprometidos. Aunque ahí no debe quedar la reforma, porque el traumático descenso debe servir para limpiar al club todo lo malo y volver con renovados bríos a Primera, aunque cueste más de una temporada.
El problema es que no parece probable que vaya a cambiar la cosa. Lopera ha hecho mucho por el Betis, pero su etapa está tocando a su fin. Llegó en el 92 y desde entonces ha conseguido muchísimas cosas. Pero la afición ya no está con él. El equipo ha bajado y la fractura en el beticismo será insalvable mientras siga al mando de la entidad. Debería escuchar las ofertas para salir como un caballero. Si vende sus acciones beneficiaría al beticismo y también a su delicado estado de salud.
Tito González | 02/06/2009
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