http://blogs.grupojoly.com/meridona/
El Betis aún puede evitar el descenso. Sólo hace falta que el único con poder para solucionar su dramática situación tome cartas en el asunto por mucha enfermedad que lo lastre (Dios quiera que ésta lo abandone muy pronto). De nada vale decir que el descenso está a tres puntos. El problema es el propio Betis. El equipo cae en picado. No cree en sí mismo ni en su entrenador. Le dan igual las primas que le lleguen y no le valdrán ni las que el que manda les pudiese ofrecer a terceros, a no ser que se las diese al propio Almería por perder. Ya pudo verse cómo este adocenado grupo no es capaz de vencer ni a los suplentes del Athletic.
Pero esta vergüenza tiene arreglo. Y todo pasa por que cierto vecino de la calle Jabugo envíe a Momparlet a los pies de los caballos por instigador principal de la destitución de Chaparro y lo conmine a decir públicamente que cometió un error y que el entrenador queda restituido en su cargo. El trianero no podrá negarse por no haber firmado aún el finiquito y volverá a ponerle las orejas tiesas en ese vestuario a más de uno.
Posteriormente, para demostrar que el Betis es un club serio, sólo le restaría destituir al propio Momparlet, ése al que llaman director deportivo y que firmó a Ilic, Juanlu, Babic, Odonkor, Caffa, Ricardo, Pavone y un sinfín interminable de mediocres. Y sólo cito los que avaló él personalmente, no a la otra retahíla de ningunos cuyos fichajes autorizó.
Por último, al jefe, como lo llama algún subordinado, apenas le quedaría bajar al vestuario y decirle a más de uno que cobrar su ficha, la va a cobrar, pero que el mundo está en crisis y es posible que si el Betis desciende tarde un poquito más de la cuenta en ver los dineros en su cuenta bancaria. ¡Ésa sí que es una buena prima y no 9.000 euros por ganar!
Después de dos o tres partidos, el Betis seguirá en Primera División, seguro. Ya sólo faltaría que se fuese él mismo, que 17 años son una eternidad. ¿Tan difícil es hacer este sueño realidad? Algo utópico sí es, la verdad.
El Betis aún puede evitar el descenso. Sólo hace falta que el único con poder para solucionar su dramática situación tome cartas en el asunto por mucha enfermedad que lo lastre (Dios quiera que ésta lo abandone muy pronto). De nada vale decir que el descenso está a tres puntos. El problema es el propio Betis. El equipo cae en picado. No cree en sí mismo ni en su entrenador. Le dan igual las primas que le lleguen y no le valdrán ni las que el que manda les pudiese ofrecer a terceros, a no ser que se las diese al propio Almería por perder. Ya pudo verse cómo este adocenado grupo no es capaz de vencer ni a los suplentes del Athletic.
Pero esta vergüenza tiene arreglo. Y todo pasa por que cierto vecino de la calle Jabugo envíe a Momparlet a los pies de los caballos por instigador principal de la destitución de Chaparro y lo conmine a decir públicamente que cometió un error y que el entrenador queda restituido en su cargo. El trianero no podrá negarse por no haber firmado aún el finiquito y volverá a ponerle las orejas tiesas en ese vestuario a más de uno.
Posteriormente, para demostrar que el Betis es un club serio, sólo le restaría destituir al propio Momparlet, ése al que llaman director deportivo y que firmó a Ilic, Juanlu, Babic, Odonkor, Caffa, Ricardo, Pavone y un sinfín interminable de mediocres. Y sólo cito los que avaló él personalmente, no a la otra retahíla de ningunos cuyos fichajes autorizó.
Por último, al jefe, como lo llama algún subordinado, apenas le quedaría bajar al vestuario y decirle a más de uno que cobrar su ficha, la va a cobrar, pero que el mundo está en crisis y es posible que si el Betis desciende tarde un poquito más de la cuenta en ver los dineros en su cuenta bancaria. ¡Ésa sí que es una buena prima y no 9.000 euros por ganar!
Después de dos o tres partidos, el Betis seguirá en Primera División, seguro. Ya sólo faltaría que se fuese él mismo, que 17 años son una eternidad. ¿Tan difícil es hacer este sueño realidad? Algo utópico sí es, la verdad.
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