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VERGÜENZA
En la innumerable ristra de episodios deshonrosos que le ha tocado vivir al bético de estos días desde cierto y malhadado 30 de junio de 1992 hay que incluir desde hoy la segunda entrega de la Junta de 2007, transcurrida ya hace un año y de la que se conocían apenas detalles por referencias.
Lo que el desafortunado Del Nido definió en febrero de 2007 como “puro estilo Betis” después del trato recibido en un derbi se ha revelado una vez más como “estilo Lete”, lamentablemente para el Betis que sufre a este personaje desde hace casi dos décadas. Zafio como el día del “guau guau” y perverso y alevoso como el del “busto” y tantos y tantos otros, quien no debería estar ni un segundo más al frente del Betis ha vuelto a dejar su impronta a modo de mácula en la historia del club.
El bético vuelve a preguntarse hoy qué ha hecho para sufrir a este tipo. El bético vuelve a cuestionarse por la vergüenza que nuevamente le ha hecho sentir en sus carnes. El bético clama ya al cielo y le pide a Dios que lo aleje del Betis por siempre, por favor. Y, mientras, se agarra a la jueza que desentraña sus canalizaciones y que parece la única con argumentos terrenales para librar al Betis de tan pesado e inmerecido yugo.
VERGÜENZA
En la innumerable ristra de episodios deshonrosos que le ha tocado vivir al bético de estos días desde cierto y malhadado 30 de junio de 1992 hay que incluir desde hoy la segunda entrega de la Junta de 2007, transcurrida ya hace un año y de la que se conocían apenas detalles por referencias.
Lo que el desafortunado Del Nido definió en febrero de 2007 como “puro estilo Betis” después del trato recibido en un derbi se ha revelado una vez más como “estilo Lete”, lamentablemente para el Betis que sufre a este personaje desde hace casi dos décadas. Zafio como el día del “guau guau” y perverso y alevoso como el del “busto” y tantos y tantos otros, quien no debería estar ni un segundo más al frente del Betis ha vuelto a dejar su impronta a modo de mácula en la historia del club.
El bético vuelve a preguntarse hoy qué ha hecho para sufrir a este tipo. El bético vuelve a cuestionarse por la vergüenza que nuevamente le ha hecho sentir en sus carnes. El bético clama ya al cielo y le pide a Dios que lo aleje del Betis por siempre, por favor. Y, mientras, se agarra a la jueza que desentraña sus canalizaciones y que parece la única con argumentos terrenales para librar al Betis de tan pesado e inmerecido yugo.
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