Chaparro habría ganado en Mar del Plata
Trabajar contra viento, marea y todo tipo de críticas, con muchos obstáculos en el camino, con seguridad en tus posibilidades y acabar triunfando sólo está al alcance de los grandes. Podría estar hablando de la racha del Betis en el último mes de competición y de la confianza que Chaparro y su afición han tenido en este equipo después del irregular inicio de campaña, y que, a la postre, le ha llevado desde la cola a estar luchando por la UEFA, pero también del hito histórico que vivió el deporte español ayer en Argentina. Como el trianero, con bajas vitales (en el caso verdiblanco fue Edu, y en el de la Davis, Nadal, y el ‘desaparecido’ Ferrer) y con todo en contra, incluido en el caso tenístico el de la afición, la confianza y el trabajo bien hecho de los técnicos, y la confianza en los hombres que ponían sobre el césped y la pista, algunos cuestionados a lo largo de sus carreras, se traduce en un éxito sonoro. Argentina, como otros tantos equipos y técnicos que juegan en función del rival (Schuster en Valladolid sin ir más lejos), acabó pagando su osadía. En lugar de aprovechar sus cualidades, prefirió lastrar las del enemigo, y todo acabó volviéndose en su contra. En lugar de jugar sobre la superficie que mejor les iba a sus intereses, prefirieron hacerlo sobre la que ‘peor’ se desenvolvían los nuestros y acabaron anulando su ventaja. El Betis, mientras el Sporting hizo ese juego de ataque que le ha llevado a escalar posiciones de forma vertiginosa, estuvo ayer a merced de su rival, pero, cuando los astures buscaron las contras y cedieron el control, todo se acabó. Se debe confiar siempre en uno mismo.
http://www.estadiodeportivo.com/editorial.php
Trabajar contra viento, marea y todo tipo de críticas, con muchos obstáculos en el camino, con seguridad en tus posibilidades y acabar triunfando sólo está al alcance de los grandes. Podría estar hablando de la racha del Betis en el último mes de competición y de la confianza que Chaparro y su afición han tenido en este equipo después del irregular inicio de campaña, y que, a la postre, le ha llevado desde la cola a estar luchando por la UEFA, pero también del hito histórico que vivió el deporte español ayer en Argentina. Como el trianero, con bajas vitales (en el caso verdiblanco fue Edu, y en el de la Davis, Nadal, y el ‘desaparecido’ Ferrer) y con todo en contra, incluido en el caso tenístico el de la afición, la confianza y el trabajo bien hecho de los técnicos, y la confianza en los hombres que ponían sobre el césped y la pista, algunos cuestionados a lo largo de sus carreras, se traduce en un éxito sonoro. Argentina, como otros tantos equipos y técnicos que juegan en función del rival (Schuster en Valladolid sin ir más lejos), acabó pagando su osadía. En lugar de aprovechar sus cualidades, prefirió lastrar las del enemigo, y todo acabó volviéndose en su contra. En lugar de jugar sobre la superficie que mejor les iba a sus intereses, prefirieron hacerlo sobre la que ‘peor’ se desenvolvían los nuestros y acabaron anulando su ventaja. El Betis, mientras el Sporting hizo ese juego de ataque que le ha llevado a escalar posiciones de forma vertiginosa, estuvo ayer a merced de su rival, pero, cuando los astures buscaron las contras y cedieron el control, todo se acabó. Se debe confiar siempre en uno mismo.
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