http://www.eldesmarque.es/content/view/15461/1/
Pasajeros al tren
lunes, 06 de octubre de 2008
Por Nacho González
Poco ha tardado el tiempo en llevarse el humo generado desde Jabugo minutos después de que sonara el toque de queda para realizar fichajes. La mejor plantilla de la historia ha pasado a dar la razón a los incrédulos en sólo seis jornadas. El Betis tiene mejor equipo, nadie lo duda porque la empresa tampoco era complicada; juega al fútbol con alegría y un patrón estipulado, eso tampoco se puede negar; el fútbol no puede estar siendo más injusto porque bajo ningún concepto la clasificación se corresponde a estos valores intangibles, por supuesto que tampoco. Sin embargo, lo único tangible en este circo son el gol y los resultados. Esos no perdonan ni esperan a nadie, y la planificación de este equipo pedía una vez más un tiempo inexistente salvo reacción abrumadora. La evidencia salta a la vista. El Betis ha fichado muy tarde, cierto es que otros ni siquiera lo han hecho, pero Lopera se ha decidido a hacerlo con el tren en marcha. Ahora sus pasajeros deben encontrar el asiento, acomodarse, adaptarse a sus compañeros de viaje y eso se hace más difícil cuando tu sillón te resulta incómodo. Y claro, iniciar un viaje con mal pie no le gusta a nadie, aunque todavía quede mucho camino y durante el trayecto se le pueda dar la vuelta a la situación. Pero negar la mayor sería absurdo. Se ha llegado tarde a la Liga (sólo miren la evolución del Recreativo tras ganar en Heliópolis la primera jornada) y eso sin obviar otra evidencia advertida durante la pretemporada. Este equipo necesita como el comer un portero, un central y un delantero. Basta mirar hacia donde van dirigidos los lamentos: falta de gol y errores puntuales que facilitan éste en el rival. Y por último, aunque el maquinista haya cometido errores desde la cabina de mandos, tanto contratiempo en el inicio del viaje le debe otorgar un mínimo de confianza y tranquilidad. Lo contrario sería facilitar que este tren terminara descarrilado.
Pasajeros al tren
lunes, 06 de octubre de 2008
Por Nacho González
Poco ha tardado el tiempo en llevarse el humo generado desde Jabugo minutos después de que sonara el toque de queda para realizar fichajes. La mejor plantilla de la historia ha pasado a dar la razón a los incrédulos en sólo seis jornadas. El Betis tiene mejor equipo, nadie lo duda porque la empresa tampoco era complicada; juega al fútbol con alegría y un patrón estipulado, eso tampoco se puede negar; el fútbol no puede estar siendo más injusto porque bajo ningún concepto la clasificación se corresponde a estos valores intangibles, por supuesto que tampoco. Sin embargo, lo único tangible en este circo son el gol y los resultados. Esos no perdonan ni esperan a nadie, y la planificación de este equipo pedía una vez más un tiempo inexistente salvo reacción abrumadora. La evidencia salta a la vista. El Betis ha fichado muy tarde, cierto es que otros ni siquiera lo han hecho, pero Lopera se ha decidido a hacerlo con el tren en marcha. Ahora sus pasajeros deben encontrar el asiento, acomodarse, adaptarse a sus compañeros de viaje y eso se hace más difícil cuando tu sillón te resulta incómodo. Y claro, iniciar un viaje con mal pie no le gusta a nadie, aunque todavía quede mucho camino y durante el trayecto se le pueda dar la vuelta a la situación. Pero negar la mayor sería absurdo. Se ha llegado tarde a la Liga (sólo miren la evolución del Recreativo tras ganar en Heliópolis la primera jornada) y eso sin obviar otra evidencia advertida durante la pretemporada. Este equipo necesita como el comer un portero, un central y un delantero. Basta mirar hacia donde van dirigidos los lamentos: falta de gol y errores puntuales que facilitan éste en el rival. Y por último, aunque el maquinista haya cometido errores desde la cabina de mandos, tanto contratiempo en el inicio del viaje le debe otorgar un mínimo de confianza y tranquilidad. Lo contrario sería facilitar que este tren terminara descarrilado.
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