Matizando viernes, 05 de septiembre de 2008 [LEFT]Por Andrés Ocaña [/LEFT]
Por fin, algo de cordura en el seno del Betis. Hay que reconocer que es muy reconfortante cuando uno escucha a los máximos responsables del club matizar sus declaraciones y aportar cosas positivas de cara a la temporada que acaba de comenzar. La presentación de Sergio García no sólo sirvió para llenar de ilusión a la hinchada verdiblanca, sino que también contó con la sabia rectificación del director deportivo de la entidad y de su presidente. Tras la euforia desatada con la llegada del delantero y la carga extra de presión arrojada sobre las espaldas de Paco Chaparro, se hacía necesario un capotazo a favor del técnico. Decir que “esta es la mejor plantilla de la historia del Betis” o que “ahora tiene que ser Chaparro el que sepa poner a los jugadores en su sitio” no era la forma adecuada de sumar a este nuevo proyecto deportivo. Por eso, la matización del mensaje por parte de Momparlet fue tan necesaria como productiva. Hay que descargar al míster de presión y dejarlo trabajar. Hay que llenarlo de confianza y, sobre todo, comprender que será necesaria bastante paciencia para que el engranaje comience a funcionar, ya que la tardanza de los fichajes no ha permitido engrasar la máquina a tiempo. Por todo esto, era obligatorio dejar claro que las cosas solo se consiguen con tiempo y con trabajo. El trabajo y la experiencia lo pondrá Chaparro, eso es seguro, y el tiempo y el respaldo se lo debe dar la secretaría técnica y la planta noble. Este sí es el camino, esperemos que dure.
www.eldesmarque.com
Por fin, algo de cordura en el seno del Betis. Hay que reconocer que es muy reconfortante cuando uno escucha a los máximos responsables del club matizar sus declaraciones y aportar cosas positivas de cara a la temporada que acaba de comenzar. La presentación de Sergio García no sólo sirvió para llenar de ilusión a la hinchada verdiblanca, sino que también contó con la sabia rectificación del director deportivo de la entidad y de su presidente. Tras la euforia desatada con la llegada del delantero y la carga extra de presión arrojada sobre las espaldas de Paco Chaparro, se hacía necesario un capotazo a favor del técnico. Decir que “esta es la mejor plantilla de la historia del Betis” o que “ahora tiene que ser Chaparro el que sepa poner a los jugadores en su sitio” no era la forma adecuada de sumar a este nuevo proyecto deportivo. Por eso, la matización del mensaje por parte de Momparlet fue tan necesaria como productiva. Hay que descargar al míster de presión y dejarlo trabajar. Hay que llenarlo de confianza y, sobre todo, comprender que será necesaria bastante paciencia para que el engranaje comience a funcionar, ya que la tardanza de los fichajes no ha permitido engrasar la máquina a tiempo. Por todo esto, era obligatorio dejar claro que las cosas solo se consiguen con tiempo y con trabajo. El trabajo y la experiencia lo pondrá Chaparro, eso es seguro, y el tiempo y el respaldo se lo debe dar la secretaría técnica y la planta noble. Este sí es el camino, esperemos que dure.
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