La Liga que arranca este fin de semana tiene, desde mi punto de vista, un claro favorito: el Barcelona. Después de dos años realmente malos, el equipo de Pep Guardiola lo tiene todo para triunfar. Atrás han quedado ya el mal ambiente y la crisis.

En esta pretemporada, el Barça ha demostrado que le sobra calidad e ilusión. A veces, los entrenamientos son el espejo perfecto para analizar cómo está un equipo de fútbol, y los del Barcelona reflejan alegría y ganas.

Al vigente campeón, el Real Madrid, no le veo al mismo nivel. Es cierto que mantienen cierta euforia y confianza, pero no se puede negar que el título de la temporada pasada fue poco menos que regalado, dicho esto con todos los respetos. Los blancos fueron justos campeones, pero en ningún momento encontraron oposición y se quedaron solos en la lucha demasiado pronto.

La ausencia de fichajes, con la excepción de Rafael van der Vaart, no permitirá a Bernd Schuster hacer lo que quiere, que es ganar jugando bien. El alemán emite mensajes en las ruedas de prensa en los que se percibe su malestar y su lamento.

Al Atlético de Madrid le veo muy bien en este inicio de campeonato. La clasificación para la Liga de Campeones le ha colocado en el lugar que su historia merece. Los fichajes para la nueva temporada me parecen muy acertados, sobre todo la nueva pareja de centrales, Heitinga y Ujfalusi. Por el contrario, considero que tienen un problema en los extremos, ya que Maxi Rodríguez y Simao son demasiado ofensivos y les cuesta mucho volver, especialmente al portugués.

Hay otros equipos, como Sevilla y Villarreal, que van a tener opciones de pelear de tú a tú con Real Madrid y el Barça. Es posible que al final del campeonato se desinflen, pero seguro que estarán ahí. Al Sevilla concretamente, le he visto francamente fuerte esta pretemporada.

En el apartado de candidatos al descenso, opino que Betis, Sporting de Gijón y Numancia son los equipos que peor lo van a pasar para mantenerse. Ninguno ha hecho grandes desembolsos y no tienen jugadores capaces de marcar las diferencias. Eso sí, asturianos y sorianos cuentan con la ilusión del recién ascendido, algo que en los tiempos que corren no es poca cosa.

Creo que esto es de poca verguenza, ademas puntualiza en que por lo menos los otros dos tienen la ilusión de recien ascendidos...

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