Re: "Lo que no se Vende del Betis". Antonio Burgos
Impresionante artículo, cargado de emotividad, verdades como templos y un amor incondicional por este club.
Destaco dos puntos:
1. "...y cuyo nombre no tengo valor de poner, porque luego te manda a tres matones ex presidiarios que llaman por teléfono a tu mujer a los 2 de la mañana para decirle que van a quemar la casa contigo dentro, lo digo por experiencia, porque a mí me ha sucedío, en esas manos estamos."
Si esta parte del artículo que extraigo es cierta, está clarísimo que es un tema realmente grave, que tendría que salir a la luz pública para que sepamos el "modus operandi" de Lopera, cuyo carácter se encuentra envuelto en el tópico de los chistes, la gracia, la chabacanería, pero que por lo que cuenta Burgos también pasa a terrenos mucho más espinosos como la amenaza o la coacción. Aunque bueno, no deberíamos extrañarnos de esto después de lo de la última Junta de Accionistas y de lo que comenta Larriba en la radio oficial del cub, "el beticismo es el culpable de que la oposición pueda andar a sus anchas por la calle". Todo esto es muy fuerte, aunque bueno, no estoy dispuesto a empeñar tan genial artículo con la mancha que a día de hoy supone quienes nos dirigen.
El segundo punto que destaco es el siguiente:
2. "...Y ese patrimonio inmaterial sí que ni se compra ni se vende, pues es el cariño verdadero de una afición que existía, existe y existirá por encima de los eventuales negocios de quienes comercian con el bendito nombre del club y con su historia sagrada: los hombres pasan y el Betis queda; el mardito parné es el río y el Glorioso, el puente que permanece, con sus ojos hartitos de ver los barcos venir y de verlos marchar."
"El puente que permanece, con sus ojos hartitos de ver los barcos venir y de verlos marchar..." Qué palabras tan geniales, tan hermosas, tan cargadas no ya de beticismo, el cual desborda por sus letras, sino de una literatura bella, de esas que ponen los vellos de punta de tan sólo leerla. Lo dicho: genial.
Gracias, Antonio Burgos, por tan insignes y preciosas palabras.
Impresionante artículo, cargado de emotividad, verdades como templos y un amor incondicional por este club.
Destaco dos puntos:
1. "...y cuyo nombre no tengo valor de poner, porque luego te manda a tres matones ex presidiarios que llaman por teléfono a tu mujer a los 2 de la mañana para decirle que van a quemar la casa contigo dentro, lo digo por experiencia, porque a mí me ha sucedío, en esas manos estamos."
Si esta parte del artículo que extraigo es cierta, está clarísimo que es un tema realmente grave, que tendría que salir a la luz pública para que sepamos el "modus operandi" de Lopera, cuyo carácter se encuentra envuelto en el tópico de los chistes, la gracia, la chabacanería, pero que por lo que cuenta Burgos también pasa a terrenos mucho más espinosos como la amenaza o la coacción. Aunque bueno, no deberíamos extrañarnos de esto después de lo de la última Junta de Accionistas y de lo que comenta Larriba en la radio oficial del cub, "el beticismo es el culpable de que la oposición pueda andar a sus anchas por la calle". Todo esto es muy fuerte, aunque bueno, no estoy dispuesto a empeñar tan genial artículo con la mancha que a día de hoy supone quienes nos dirigen.
El segundo punto que destaco es el siguiente:
2. "...Y ese patrimonio inmaterial sí que ni se compra ni se vende, pues es el cariño verdadero de una afición que existía, existe y existirá por encima de los eventuales negocios de quienes comercian con el bendito nombre del club y con su historia sagrada: los hombres pasan y el Betis queda; el mardito parné es el río y el Glorioso, el puente que permanece, con sus ojos hartitos de ver los barcos venir y de verlos marchar."
"El puente que permanece, con sus ojos hartitos de ver los barcos venir y de verlos marchar..." Qué palabras tan geniales, tan hermosas, tan cargadas no ya de beticismo, el cual desborda por sus letras, sino de una literatura bella, de esas que ponen los vellos de punta de tan sólo leerla. Lo dicho: genial.
Gracias, Antonio Burgos, por tan insignes y preciosas palabras.
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