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“Todo viaje comienza con un pequeño paso”, y uno de los pasos más importantes y trascendentales que tenía que dar el beticismo se dio ayer en Marchena.
La esencia clave del Manquepierda, los herederos y forjadores de la Historia y Filosofía en verdiblanco han decidido pasar a la acción y dar un paso al frente justo cuando el Betis más los necesita.
Los numerosos esfuerzos realizados por la oposición y su reflejo en las acciones llevadas a cabo por la justicia, pese a su legitimidad moral y legal, parecían huérfanas de apoyo y calado en la gran masa social bética. Las adoratrices donmanuelinas se burlaban de los cuatro gatos, notables y malintencionados medios de comunicación y sus conspiraciones desestabilizadoras. Ruíz de Lopera continuaba con su discurso manido basado en el cariño de la afición bética hacia su persona y el temor de éstos a su marcha, lo que dejaba todos los esfuerzos de las plataformas béticas en aparente agua de borrajas.
Sin embargo, con la entrada en escena y posicionamiento de las Peñas, este aparente vacío se ha llenado por completo. Este paso ha sido más complicado de lo que se pueda pensar en un principio, pues una de las primeras acciones realizadas por el mecenas encadesiano tras su llegada al poder fue la creación de la Coordinadora de Peñas Béticas, con la finalidad de vaciar de contenido a la Federación de las Peñas Béticas y así sesgar toda posible movilización de la base del beticismo.
Con la primera reunión de las Peñas, vuelve a renacer el espíritu que caracterizó al Betis y que lo aupó desde lo más ínfimo hasta la gloria plena, se vuelve a recuperar la dignidad y el señorío que atesoraba y a recordar que lealtad no significa sumisión.
Aparece una nueva brecha en el muro, un nuevo foco de destructores, ¿qué haran Lopera, Larriba y Cariño para intentar ningunearlos? ¿Cómo intentaran insultar nuestra inteligencia esta vez? El cerco cada vez empieza a estar más definido, y las salidas más lejos.