lopera sufre una injusta campaña
Carlos Cariño | 16/06/2008
La campaña de linchamiento público emprendida por un minoritario, pero ruidoso (mediaticamente) 'sector cabreado' contra Manuel Ruiz de Lopera es una de las mayores injusticias que he visto en mi vida. Porque no se está criticando a un dirigente deportivo por los malos resultados de su equipo. No, nada de eso. Está recibiendo durísimas acusaciones sin tener en cuenta (los acusadores y acosadores, claro está) el principio de que una persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario: en este caso está siendo al revés. Lopera es culpable hasta que se demuestre (está demostrado) lo contrario. Al máximo dirigente del Betis, en todo caso, debemos plantearle las siguientes cuestiones que de verdad sí interesan a la afición y no otras historias con las que se interesa enredar intencionadamente: ¿Por qué no se acertó con Héctor Cúper? ¿Los fichajes que se realizaron fueron los adecuados? ¿Arreglará la Ciudad Deportiva? (está en ellos) ¿Terminará el estadio? ¿Por qué el Sevilla lleva tres años por delante?
Estas son algunas de las cosas que sí preocupan al bético de a pie. Pero a mí, como ciudadano me aterra la facilidad con la que se calumnia en este país y que, en pleno proceso de 'presunción de inocencia' (repito) salgan en Prensa presuntas valoraciones de una jueza que no dejan en buen lugar al mejor presidente del Betis de todos los tiempos. Hace tres años le pasó lo mismo a Del Nido y a base de éxitos deportivos acalló a los del "Del Nido ratero, ¿dónde está el dinero?" Así es este país. Primero se dispara y luego se pregunta. ¡Qué pena!
Carlos Cariño | 16/06/2008
La campaña de linchamiento público emprendida por un minoritario, pero ruidoso (mediaticamente) 'sector cabreado' contra Manuel Ruiz de Lopera es una de las mayores injusticias que he visto en mi vida. Porque no se está criticando a un dirigente deportivo por los malos resultados de su equipo. No, nada de eso. Está recibiendo durísimas acusaciones sin tener en cuenta (los acusadores y acosadores, claro está) el principio de que una persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario: en este caso está siendo al revés. Lopera es culpable hasta que se demuestre (está demostrado) lo contrario. Al máximo dirigente del Betis, en todo caso, debemos plantearle las siguientes cuestiones que de verdad sí interesan a la afición y no otras historias con las que se interesa enredar intencionadamente: ¿Por qué no se acertó con Héctor Cúper? ¿Los fichajes que se realizaron fueron los adecuados? ¿Arreglará la Ciudad Deportiva? (está en ellos) ¿Terminará el estadio? ¿Por qué el Sevilla lleva tres años por delante?
Estas son algunas de las cosas que sí preocupan al bético de a pie. Pero a mí, como ciudadano me aterra la facilidad con la que se calumnia en este país y que, en pleno proceso de 'presunción de inocencia' (repito) salgan en Prensa presuntas valoraciones de una jueza que no dejan en buen lugar al mejor presidente del Betis de todos los tiempos. Hace tres años le pasó lo mismo a Del Nido y a base de éxitos deportivos acalló a los del "Del Nido ratero, ¿dónde está el dinero?" Así es este país. Primero se dispara y luego se pregunta. ¡Qué pena!
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