Este articulo sale del el desmarque, que a su vez lo saco del Marca.
Carmelo Peña, el que tiró la botella frente al Athetic de Bilbao. La entrevista no tiene desperdicio y muestra como un hombre arrepentido y avergonzado se deshace y pide perdón al portero, a los béticos y al club. Especialmente llamativa es esta reflexión: “Yo sé que me merezco no volver a entrar más en un campo de fútbol. Creo que ése debe ser mi castigo. El Betis no se merece ninguna sanción, soy yo el que no debería ir más a un estadio por mucho que me duela. Tengo que saber lo que he hecho y lo que me merezco”. Otras muchas cosas interesantes afirma Peña, como por ejemplo que lo “más duro ha sido explicarle a mi hijo de cinco años, que me ha visto por la tele, lo que había hecho su padre. Es algo que ni yo mismo puedo explicar, no tenía ningún motivo y no pasa un día que no me arrepienta. Doy todas las noches vueltas en la cama y ni a mi mismo sé explicarme porqué lo hice”.Además, asegura que hace once años que no prueba el alcohol y que no toma drogas. Asimismo, quiere pedirle perdón a la afición “que hizo lo que tenía que hacer. Yo hubiera hecho lo mismo si veo que alguien a mi lado hace lo que yo hice. Yo le pediría que me perdonaran. Yo estoy muy arrepentido, con mucho dolor y estoy sufriendo por esto. Jamás querría algo malo para el Betis y los béticos porque sé lo que están pasando. Yo sufrí mucho cuando me tuve que ir al Olímpico por el otro botellazo y ahora yo he provocado lo mismo. Sólo puedo pedirles que me perdonen”. Y quiere disculparse ante alguien en concreto. “Me gustaría hablar con don Manuel para decirle que no soy la clase de persona que se ha dicho y de la forma que me han descrito. Soy un padre de familia y me duele mucho lo que he hecho y todo lo que ha provocado, que estoy totalmente arrepentido y que espero que me comprenda y que me perdone”.Además, Carmelo ha perdido el trabajo tras lo ocurrido. “Trabajaba en la construcción de albañil y después de todo esto cuando volví a trabajar me llamaron a la oficina para que recogiera los papeles del despido. Económicamente lo estoy pasando muy mal porque no encuentro trabajo y sólo tenemos un pequeño sueldo de mi mujer. Los amigos nos están ayudando”.
Después de leer las palabras, de Carmelo.Tengo que decir que me parece que el hombre está muy arrepentido y no lo está pasando bien. NO debió hacerlo, pero tampoco vale arruinarle la vida, al fin y al cabo fué una botella de agua, no una granada.
Carmelo Peña, el que tiró la botella frente al Athetic de Bilbao. La entrevista no tiene desperdicio y muestra como un hombre arrepentido y avergonzado se deshace y pide perdón al portero, a los béticos y al club. Especialmente llamativa es esta reflexión: “Yo sé que me merezco no volver a entrar más en un campo de fútbol. Creo que ése debe ser mi castigo. El Betis no se merece ninguna sanción, soy yo el que no debería ir más a un estadio por mucho que me duela. Tengo que saber lo que he hecho y lo que me merezco”. Otras muchas cosas interesantes afirma Peña, como por ejemplo que lo “más duro ha sido explicarle a mi hijo de cinco años, que me ha visto por la tele, lo que había hecho su padre. Es algo que ni yo mismo puedo explicar, no tenía ningún motivo y no pasa un día que no me arrepienta. Doy todas las noches vueltas en la cama y ni a mi mismo sé explicarme porqué lo hice”.Además, asegura que hace once años que no prueba el alcohol y que no toma drogas. Asimismo, quiere pedirle perdón a la afición “que hizo lo que tenía que hacer. Yo hubiera hecho lo mismo si veo que alguien a mi lado hace lo que yo hice. Yo le pediría que me perdonaran. Yo estoy muy arrepentido, con mucho dolor y estoy sufriendo por esto. Jamás querría algo malo para el Betis y los béticos porque sé lo que están pasando. Yo sufrí mucho cuando me tuve que ir al Olímpico por el otro botellazo y ahora yo he provocado lo mismo. Sólo puedo pedirles que me perdonen”. Y quiere disculparse ante alguien en concreto. “Me gustaría hablar con don Manuel para decirle que no soy la clase de persona que se ha dicho y de la forma que me han descrito. Soy un padre de familia y me duele mucho lo que he hecho y todo lo que ha provocado, que estoy totalmente arrepentido y que espero que me comprenda y que me perdone”.Además, Carmelo ha perdido el trabajo tras lo ocurrido. “Trabajaba en la construcción de albañil y después de todo esto cuando volví a trabajar me llamaron a la oficina para que recogiera los papeles del despido. Económicamente lo estoy pasando muy mal porque no encuentro trabajo y sólo tenemos un pequeño sueldo de mi mujer. Los amigos nos están ayudando”.
Después de leer las palabras, de Carmelo.Tengo que decir que me parece que el hombre está muy arrepentido y no lo está pasando bien. NO debió hacerlo, pero tampoco vale arruinarle la vida, al fin y al cabo fué una botella de agua, no una granada.
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