http://www.as.com/futbol/articulo/fu...sdaiftb_52/Tes
Está usted que se sale
Estoy bien sí. En el club, en la ciudad Sevilla es un lugar perfecto para un brasileño por su clima, por el carácter de su gente, por todo.
Alves, Luis Fabiano, Renato le darían la razón.
¡Incluso ellos, los del Sevilla, sí, ja, ja!
Buceo en sus inicios y me sale que empezó en el XV Jaú. Cuéntenos.
El Quince es el equipo de mi ciudad, Jaú, que tiene unos ciento cincuenta mil habitantes.
Ahora milita en la segunda Liga Paulista, pero estuvo en la primera. De ahí han salido buenos jugadores. Edmilson, el del Barça, por ejemplo. También França, aquel delantero del Leverkusen. Jugué hasta los dieciséis años, entonces me fichó el Sao Paulo.
¿Cómo fue su infancia?
Como la de muchos niños en Brasil: difícil. Nací como la mayoría, con una pelota en los pies, pero con la complicación de que hasta los nueve años vivimos en el campo y no tenía un equipo para jugar. Entonces mi familia se trasladó a Jaú y a los trece años me hicieron una prueba los del Quince y me ficharon.
Y todo empezó a cambiar.
Sí. Para mí el fútbol fue un camino para progresar en la vida, en la mía y en la de mi familia. En mi país todos los niños quieren ser futbolistas, está en nuestra cultura. Llegan los menos, claro. Y a los grandes contratos, menos de los menos, ¿eh? Mi padre trabajaba en la caña de azúcar, era transportista. La empresa entró en crisis y se quedó sin trabajo, por eso nos trasladamos a la ciudad. Somos cuatro hermanos y él nos mantenía a todos. Hubo épocas que lo pasamos mal. Cuando me fui al Sao Paulo había semanas que descansábamos sábado y domingo y no tenía dinero para el autobús, no podía irme a casa. Jaú está a tres horas de la capital. Aquellas dificultades me ayudaron a madurar, a valorar la vida. Mi primer contrato profesional no fue muy alto, pero incomparable con los del fútbol de base. Lo primero que hice fue jubilar a mi padre, que se levantó muchas veces a las cuatro y media de la madrugada para ir a trabajar. Mi mejor gol fue ese, jubilar a mi padre, darle una vida mejor.
Llegó al Sao Paulo en el 97. Su ídolo sería Raí, de Raimundo, el hermano del gran Sócrates, claro.
Seguro. Raí volvió de Europa (jugó en el París Saint Germain) en el 98 y tuve la suerte de jugar con él en el año 2000. Fue una de mis mejores experiencias pues no sólo era un ejemplo en el campo sino fuera de él: hablamos de una persona espectacular. Le había visto liderar las grandes conquistas de aquel Sao Paulo y, de pronto, compartí vestuario con él. ¡Uff! Recuerdo aquella Intercontinental que le ganamos al Barça de Johan Cruyff en Tokio por ejemplo...
2-1 y los dos tantos paulistas de Raí a Zubizarreta. El segundo, de un saque de falta magistral.
Lo recuerdo como si fuera hoy. Y que me levanté a las cuatro de la mañana para verlo. Como siempre, Raí fue determinante. Al año siguiente le ganamos esa misma final al Milán. Los dos mejores equipos de Europa de entonces se rindieron ante aquel Sao Paulo tan magnífico.
¿Qué opina de la selección brasileña de ahora?
Nuestro fútbol siempre responde. Hoy puede que no hayas oído hablar de un futbolista que dentro de dos meses estará en boca de todos. Es la cantera del mundo y si se acaban futbolistas como Romario, Rivaldo y demás, salen otros. La selección atraviesa por un periodo de cambio con la llegada de Dunga, pero siempre será Brasil, con su estilo peculiar, con su sello de referencia mundial.
¿Representa Dunga las virtudes del fútbol brasileño de siempre?
Le acusan de ser defensivo, pero yo no lo veo así. No puede serlo un técnico que alinea juntos a Ronaldinho, Robinho, Kaká y otros. Sin duda que Brasil sigue siendo fiel a sus raíces con él.
El Madrid echó de menos al lesionado Robinho, el Barça espera recuperar al mejor Ronaldinho, Kaká es la estrella del Milán cuya apuesta de futuro es Pato. Finalmente, todos se agarran al brasileño. Como el Betis a usted
Sí, esos jugadores tienen una gran calidad y es normal que su papel en sus equipos sea muy importante. Pero todo es equipo, ¿eh? No hay un futbolista que gane solo. Robinho ha superado su fase de aterrizaje en España y hasta su lesión marcó diferencias para el Madrid. Ya fue buena su última temporada y va a más. ¿Ronaldinho? No está acabado, me sorprende que se diga eso.
Usted le conoce bien.
Sí, coincidimos en las selecciones de base y estuvimos en los Juegos de Sydney'2000. Como todos los jugadores ha atravesado por una mala racha, pero se recuperará y volverá a ser lo que es: uno de los mejores. A mí, el que me preocupa es Ronaldo.
Ya.
Me amarga su situación. Por lo que yo he visto, hablamos del mejor futbolista de los últimos tiempos; le pido a Dios que le dé ánimo y fuerza. No quiero verle acabar su carrera por una lesión. Ojalá el fútbol le dé una nueva oportunidad y que se retire jugando. Lo merecen el fútbol y él.
A España le trajo a usted el Celta. Su experiencia en Vigo da para una película, ¿verdad?
Sí, jugamos la Champions por primera vez en la historia del club y luego descendimos a Segunda. Y sufrí una larga lesión, de casi seis meses. Nunca me explicaré cómo bajó aquel equipazo. Teníamos los puestos doblados, era una gran plantilla. Para el lateral zurdo estaban Juanfran y Silvinho, fíjese Y Mostovoi y Milosevic y Jesuli El fútbol es peculiar, hay veces que demasiado. De la euforia por la Champions pasamos a una espiral negativa que acabó en un horror. Sigo lamentando muchísimo aquel descenso, sí.
Es curioso ver que en el Betis ha vivido una situación parecida. Sin descenso y toquemos madera.
Así es. Mi primer año aquí fue como en Vigo, estupendo. Ganamos la Copa y acabamos cuartos en la Liga, en puesto Champions, en la mejor temporada de la historia del club. Y luego llegaron dos años muy complicados en lo colectivo y en lo personal, con otra lesión grave, ahora en el tobillo. Además mi padre tuvo que ser operado de urgencia, un cuñado murió de repente, fueron muchas cosas malas juntas. Pero los béticos tenemos una ventaja: por mal que se ponga la situación, treinta y cinco o cuarenta mil personas están a tu lado en los partidos. Eso anima a cualquiera, es un orgullo jugar para ellos.
El beticismo le considera su futbolista más importante.
Lo agradezco pues me motiva para seguir así, para mejorar. Nadie puede pensar que está en lo más alto.
Seis goles de cabeza en los últimos siete partidos. ¿Quién le enseñó a rematar tan bien?
Desde niño le di bien con la cabeza, pero cuando tenía unos dieciséis años trabajé en el fútbol base del Sao Paulo con Darío Pereyra, ex internacional uruguayo, que nos hacía practicar todo tipo de remate además de los aspectos tácticos y técnicos que a esa edad conviene asimilar. Me enseñó que no hace falta medir dos metros para cabecear bien. Recuerdo que trabajábamos mucho el cuello, los giros de la cabeza. No me costó perfeccionarme.
Aquí recordamos a Santillana, los más veteranos al húngaro Sandor Kocsis. ¿A quién vio rematar mejor con la testa?
Raí era muy bueno también por arriba y aquí, Catanha, mi compañero en el Celta. Me fijaba cómo se levantaba, la manera como iba a por la pelota, tan decidida. Catanha no tiene una cabeza, tiene un martillo.
Y esta tarde, el Murcia. Un partido de tres puntos.
Un rival directo en nuestra Liga, que es la que jugamos los que estamos amenazados con lo peor. Si le ganamos le sacaremos nueve puntos, una distancia respetable. Hay que hacerse fuertes en casa.
Ganarle al Real Madrid les convenció de muchas cosas, claro.
Veníamos de dos derrotas seguidas y nos visitaba el mejor equipo de la Liga: ganar nos dio mucho ánimo. No pudimos repetir triunfo en Mallorca, que hubiese sido lo ideal. Pero bueno fue aquel punto y más lo será si ganamos hoy.
¿Considera que la Liga española es mejor o peor que cuando llegó a Vigo en el 2000?
Mantiene su gran nivel técnico, la diferencia está en que antes había futbolistas más importantes como Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham, el mismo Rivaldo. El escaparate era superior, fenomenal. Durante unos años fue un campeonato con las mejores caras. Esto ahora ha cambiado, pero técnicamente sigue siendo muy buena.
Citamos de pasada al joven Pato: parece que el Milán ha vuelto a llevarse al brasileño joven más interesante como sucedió con Kaká.
Es que todos buscan su Messi.
Interesante.
No he visto mucho a Pato, pero si lo fichó el Milán es que debe ser bueno. Se percibe que tiene grandes cualidades. Velocidad, remate, regate Su progresión puede ser enorme. Y sucede lo que le comentaba: le llegada de Messi al Barcelona invita a los clubes a buscar chicos jóvenes y tratar de hacerse con la próxima perla. Muchas veces los traen que apenas han cumplidos los dieciséis o diecisiete años El resto es trabajar muy bien su cabeza, no sólo sus piernas. Lo importante es que el niño tenga una formación integral.
¿Qué haría usted si le pasara a un hijo suyo?
No me gustaría que se fuera de casa, del país. Pero si fuera su voluntad probablemente haría lo que hizo mi padre conmigo: le daría permiso y trataría de estar lo más cerca posible de él. Y me aseguraría de que el club al que va tiene una buena estructura de chavales, que es lo que son y a menudo se olvida. Y que fuera lo que Dios quisiera.
Habla usted mucho de Dios. ¿Es Atleta de Cristo?
Buena pregunta: Atleta de Cristo no es una religión sino una asociación de evangelistas que llevan la palabra de Dios a los futbolistas del mundo. Mi religión es la Evangélica, como es también la de Edmilson, Oliveira, Silvinho y otros. Es una opci otros son musulmanes, católicos como era mi familia Por encima de todo está el hombre, la buena gente. Los respeto a todos, también a los ateos. Hablamos sobre estos asuntos si ellos quieren. Es una cuestión de fe que yo tengo. Porque Dios existe, ¿eh?
Usted está seguro.
Es que sin Él, el mundo sería inexplicable.
Está usted que se sale
Estoy bien sí. En el club, en la ciudad Sevilla es un lugar perfecto para un brasileño por su clima, por el carácter de su gente, por todo.
Alves, Luis Fabiano, Renato le darían la razón.
¡Incluso ellos, los del Sevilla, sí, ja, ja!
Buceo en sus inicios y me sale que empezó en el XV Jaú. Cuéntenos.
El Quince es el equipo de mi ciudad, Jaú, que tiene unos ciento cincuenta mil habitantes.
Ahora milita en la segunda Liga Paulista, pero estuvo en la primera. De ahí han salido buenos jugadores. Edmilson, el del Barça, por ejemplo. También França, aquel delantero del Leverkusen. Jugué hasta los dieciséis años, entonces me fichó el Sao Paulo.
¿Cómo fue su infancia?
Como la de muchos niños en Brasil: difícil. Nací como la mayoría, con una pelota en los pies, pero con la complicación de que hasta los nueve años vivimos en el campo y no tenía un equipo para jugar. Entonces mi familia se trasladó a Jaú y a los trece años me hicieron una prueba los del Quince y me ficharon.
Y todo empezó a cambiar.
Sí. Para mí el fútbol fue un camino para progresar en la vida, en la mía y en la de mi familia. En mi país todos los niños quieren ser futbolistas, está en nuestra cultura. Llegan los menos, claro. Y a los grandes contratos, menos de los menos, ¿eh? Mi padre trabajaba en la caña de azúcar, era transportista. La empresa entró en crisis y se quedó sin trabajo, por eso nos trasladamos a la ciudad. Somos cuatro hermanos y él nos mantenía a todos. Hubo épocas que lo pasamos mal. Cuando me fui al Sao Paulo había semanas que descansábamos sábado y domingo y no tenía dinero para el autobús, no podía irme a casa. Jaú está a tres horas de la capital. Aquellas dificultades me ayudaron a madurar, a valorar la vida. Mi primer contrato profesional no fue muy alto, pero incomparable con los del fútbol de base. Lo primero que hice fue jubilar a mi padre, que se levantó muchas veces a las cuatro y media de la madrugada para ir a trabajar. Mi mejor gol fue ese, jubilar a mi padre, darle una vida mejor.
Llegó al Sao Paulo en el 97. Su ídolo sería Raí, de Raimundo, el hermano del gran Sócrates, claro.
Seguro. Raí volvió de Europa (jugó en el París Saint Germain) en el 98 y tuve la suerte de jugar con él en el año 2000. Fue una de mis mejores experiencias pues no sólo era un ejemplo en el campo sino fuera de él: hablamos de una persona espectacular. Le había visto liderar las grandes conquistas de aquel Sao Paulo y, de pronto, compartí vestuario con él. ¡Uff! Recuerdo aquella Intercontinental que le ganamos al Barça de Johan Cruyff en Tokio por ejemplo...
2-1 y los dos tantos paulistas de Raí a Zubizarreta. El segundo, de un saque de falta magistral.
Lo recuerdo como si fuera hoy. Y que me levanté a las cuatro de la mañana para verlo. Como siempre, Raí fue determinante. Al año siguiente le ganamos esa misma final al Milán. Los dos mejores equipos de Europa de entonces se rindieron ante aquel Sao Paulo tan magnífico.
¿Qué opina de la selección brasileña de ahora?
Nuestro fútbol siempre responde. Hoy puede que no hayas oído hablar de un futbolista que dentro de dos meses estará en boca de todos. Es la cantera del mundo y si se acaban futbolistas como Romario, Rivaldo y demás, salen otros. La selección atraviesa por un periodo de cambio con la llegada de Dunga, pero siempre será Brasil, con su estilo peculiar, con su sello de referencia mundial.
¿Representa Dunga las virtudes del fútbol brasileño de siempre?
Le acusan de ser defensivo, pero yo no lo veo así. No puede serlo un técnico que alinea juntos a Ronaldinho, Robinho, Kaká y otros. Sin duda que Brasil sigue siendo fiel a sus raíces con él.
El Madrid echó de menos al lesionado Robinho, el Barça espera recuperar al mejor Ronaldinho, Kaká es la estrella del Milán cuya apuesta de futuro es Pato. Finalmente, todos se agarran al brasileño. Como el Betis a usted
Sí, esos jugadores tienen una gran calidad y es normal que su papel en sus equipos sea muy importante. Pero todo es equipo, ¿eh? No hay un futbolista que gane solo. Robinho ha superado su fase de aterrizaje en España y hasta su lesión marcó diferencias para el Madrid. Ya fue buena su última temporada y va a más. ¿Ronaldinho? No está acabado, me sorprende que se diga eso.
Usted le conoce bien.
Sí, coincidimos en las selecciones de base y estuvimos en los Juegos de Sydney'2000. Como todos los jugadores ha atravesado por una mala racha, pero se recuperará y volverá a ser lo que es: uno de los mejores. A mí, el que me preocupa es Ronaldo.
Ya.
Me amarga su situación. Por lo que yo he visto, hablamos del mejor futbolista de los últimos tiempos; le pido a Dios que le dé ánimo y fuerza. No quiero verle acabar su carrera por una lesión. Ojalá el fútbol le dé una nueva oportunidad y que se retire jugando. Lo merecen el fútbol y él.
A España le trajo a usted el Celta. Su experiencia en Vigo da para una película, ¿verdad?
Sí, jugamos la Champions por primera vez en la historia del club y luego descendimos a Segunda. Y sufrí una larga lesión, de casi seis meses. Nunca me explicaré cómo bajó aquel equipazo. Teníamos los puestos doblados, era una gran plantilla. Para el lateral zurdo estaban Juanfran y Silvinho, fíjese Y Mostovoi y Milosevic y Jesuli El fútbol es peculiar, hay veces que demasiado. De la euforia por la Champions pasamos a una espiral negativa que acabó en un horror. Sigo lamentando muchísimo aquel descenso, sí.
Es curioso ver que en el Betis ha vivido una situación parecida. Sin descenso y toquemos madera.
Así es. Mi primer año aquí fue como en Vigo, estupendo. Ganamos la Copa y acabamos cuartos en la Liga, en puesto Champions, en la mejor temporada de la historia del club. Y luego llegaron dos años muy complicados en lo colectivo y en lo personal, con otra lesión grave, ahora en el tobillo. Además mi padre tuvo que ser operado de urgencia, un cuñado murió de repente, fueron muchas cosas malas juntas. Pero los béticos tenemos una ventaja: por mal que se ponga la situación, treinta y cinco o cuarenta mil personas están a tu lado en los partidos. Eso anima a cualquiera, es un orgullo jugar para ellos.
El beticismo le considera su futbolista más importante.
Lo agradezco pues me motiva para seguir así, para mejorar. Nadie puede pensar que está en lo más alto.
Seis goles de cabeza en los últimos siete partidos. ¿Quién le enseñó a rematar tan bien?
Desde niño le di bien con la cabeza, pero cuando tenía unos dieciséis años trabajé en el fútbol base del Sao Paulo con Darío Pereyra, ex internacional uruguayo, que nos hacía practicar todo tipo de remate además de los aspectos tácticos y técnicos que a esa edad conviene asimilar. Me enseñó que no hace falta medir dos metros para cabecear bien. Recuerdo que trabajábamos mucho el cuello, los giros de la cabeza. No me costó perfeccionarme.
Aquí recordamos a Santillana, los más veteranos al húngaro Sandor Kocsis. ¿A quién vio rematar mejor con la testa?
Raí era muy bueno también por arriba y aquí, Catanha, mi compañero en el Celta. Me fijaba cómo se levantaba, la manera como iba a por la pelota, tan decidida. Catanha no tiene una cabeza, tiene un martillo.
Y esta tarde, el Murcia. Un partido de tres puntos.
Un rival directo en nuestra Liga, que es la que jugamos los que estamos amenazados con lo peor. Si le ganamos le sacaremos nueve puntos, una distancia respetable. Hay que hacerse fuertes en casa.
Ganarle al Real Madrid les convenció de muchas cosas, claro.
Veníamos de dos derrotas seguidas y nos visitaba el mejor equipo de la Liga: ganar nos dio mucho ánimo. No pudimos repetir triunfo en Mallorca, que hubiese sido lo ideal. Pero bueno fue aquel punto y más lo será si ganamos hoy.
¿Considera que la Liga española es mejor o peor que cuando llegó a Vigo en el 2000?
Mantiene su gran nivel técnico, la diferencia está en que antes había futbolistas más importantes como Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham, el mismo Rivaldo. El escaparate era superior, fenomenal. Durante unos años fue un campeonato con las mejores caras. Esto ahora ha cambiado, pero técnicamente sigue siendo muy buena.
Citamos de pasada al joven Pato: parece que el Milán ha vuelto a llevarse al brasileño joven más interesante como sucedió con Kaká.
Es que todos buscan su Messi.
Interesante.
No he visto mucho a Pato, pero si lo fichó el Milán es que debe ser bueno. Se percibe que tiene grandes cualidades. Velocidad, remate, regate Su progresión puede ser enorme. Y sucede lo que le comentaba: le llegada de Messi al Barcelona invita a los clubes a buscar chicos jóvenes y tratar de hacerse con la próxima perla. Muchas veces los traen que apenas han cumplidos los dieciséis o diecisiete años El resto es trabajar muy bien su cabeza, no sólo sus piernas. Lo importante es que el niño tenga una formación integral.
¿Qué haría usted si le pasara a un hijo suyo?
No me gustaría que se fuera de casa, del país. Pero si fuera su voluntad probablemente haría lo que hizo mi padre conmigo: le daría permiso y trataría de estar lo más cerca posible de él. Y me aseguraría de que el club al que va tiene una buena estructura de chavales, que es lo que son y a menudo se olvida. Y que fuera lo que Dios quisiera.
Habla usted mucho de Dios. ¿Es Atleta de Cristo?
Buena pregunta: Atleta de Cristo no es una religión sino una asociación de evangelistas que llevan la palabra de Dios a los futbolistas del mundo. Mi religión es la Evangélica, como es también la de Edmilson, Oliveira, Silvinho y otros. Es una opci otros son musulmanes, católicos como era mi familia Por encima de todo está el hombre, la buena gente. Los respeto a todos, también a los ateos. Hablamos sobre estos asuntos si ellos quieren. Es una cuestión de fe que yo tengo. Porque Dios existe, ¿eh?
Usted está seguro.
Es que sin Él, el mundo sería inexplicable.
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