He encontrado este articulo en el diario "El Mundo" con fecha 5/1/1998 y queria compartirlo en el foro. Para recordar...
LA FIGURA DE LA JORNADA
Robert Jarni, el amigo de Suker
«Juro por mi hija que nadie me ha dicho nada del Madrid», decía poco antes de la tarde del sábado el hombre que iba a destrozar el costado derecho de la defensa madridista en Heliópolis. Pero Robert Jarni, 29 años recién cumplidos, y cinco temporadas después de abandonar el Hajduk Split, que le lanzase a la fama en Croacia, tiene algunas cosas más que una zurda assasina. Jarni es listo, tan listo como la mayoría de los croatas que se dedican al deporte de elite. Para más información, revisar los casos de Drazen Petrovic, Mirko Novosel, Patrick Cavar, el compañero de Iñaki Urdangarin en el Barça de balonmano... o el mismo Davor Suker.
Jarni cumple contrato con el Betis a finales de la temporada 98-99. El hecho de que el croata no haya llegado a un acuerdo de extensión contractual con Manuel Ruiz de Lopera pese a sus repetidas conversaciones ha venido alimentando el fuego de un eventual adiós de Jarni al Betis. Bajo el virreinato de Lorenzo Serra Ferrer, el de Cakovec estuvo con pie y medio en Inglaterra -Arsenal, Liverpool...- , y virtualmente apartado de la plantilla verdiblanca. Sólo recuperó su sitio gracias a la calidad de los jugadores caros, derechos de imagen incluidos.
En cierta medida, Jarni es un alter ego de Suker en el barrio sevillano de Heliópolis. No se puede hablar de clonación, porque el parecido físico apenas existe, pero a Robert le gustan tanto como a Davor las cosas mundanas que se nombran con palabras tan atrayentes como Mercedes y Versace. Curiosos y atractivos ejemplares.
«Ya hemos negociado muchas veces sobre mi renovación, pero el Betis tiene sus condiciones, y yo las mías. Sí que soy feliz en Sevilla, pero tampoco creo que la gente venga a ficharme en masa porque tenga firmados mil millones de pesetas como cláusula de renovación contractual», reflexionaba Robert muy a comienzos de 1998. No dijo que el Barcelona estuvo tras su pista hace pocos meses. El millar de millones no era un precio demasiado alto para la directiva de Núñez, que terminó pensándose la historia por la proximidad a la treintena del ex jugador de Hajduk y Juventus.
Pero, con todo, a Jarni le fascinan partidos como el del sábado, rivales como el Madrid, Suker en el bando enemigo. Ahí es cuando un croata de pura cepa toma la iniciativa y pide responsabilidades, juego y balón en momentos en los que los débiles de espíritu desean desaparecer. Luis Aragonés ha hecho un trabajo de motivación especial con el croata, tanto como con el yugoslavo Vidakovic. «Ojalá me salgan bien las cosas contra el Madrid», decía Jarni en vísperas. Cañizares y Jaime deben andar preguntando aún el número del croata. Los números de su contrato, cláusula de rescisión y derechos de imagen están bajo el control de un defensa llamado Ruiz de Lopera.
LA FIGURA DE LA JORNADA
Robert Jarni, el amigo de Suker
«Juro por mi hija que nadie me ha dicho nada del Madrid», decía poco antes de la tarde del sábado el hombre que iba a destrozar el costado derecho de la defensa madridista en Heliópolis. Pero Robert Jarni, 29 años recién cumplidos, y cinco temporadas después de abandonar el Hajduk Split, que le lanzase a la fama en Croacia, tiene algunas cosas más que una zurda assasina. Jarni es listo, tan listo como la mayoría de los croatas que se dedican al deporte de elite. Para más información, revisar los casos de Drazen Petrovic, Mirko Novosel, Patrick Cavar, el compañero de Iñaki Urdangarin en el Barça de balonmano... o el mismo Davor Suker.
Jarni cumple contrato con el Betis a finales de la temporada 98-99. El hecho de que el croata no haya llegado a un acuerdo de extensión contractual con Manuel Ruiz de Lopera pese a sus repetidas conversaciones ha venido alimentando el fuego de un eventual adiós de Jarni al Betis. Bajo el virreinato de Lorenzo Serra Ferrer, el de Cakovec estuvo con pie y medio en Inglaterra -Arsenal, Liverpool...- , y virtualmente apartado de la plantilla verdiblanca. Sólo recuperó su sitio gracias a la calidad de los jugadores caros, derechos de imagen incluidos.
En cierta medida, Jarni es un alter ego de Suker en el barrio sevillano de Heliópolis. No se puede hablar de clonación, porque el parecido físico apenas existe, pero a Robert le gustan tanto como a Davor las cosas mundanas que se nombran con palabras tan atrayentes como Mercedes y Versace. Curiosos y atractivos ejemplares.
«Ya hemos negociado muchas veces sobre mi renovación, pero el Betis tiene sus condiciones, y yo las mías. Sí que soy feliz en Sevilla, pero tampoco creo que la gente venga a ficharme en masa porque tenga firmados mil millones de pesetas como cláusula de renovación contractual», reflexionaba Robert muy a comienzos de 1998. No dijo que el Barcelona estuvo tras su pista hace pocos meses. El millar de millones no era un precio demasiado alto para la directiva de Núñez, que terminó pensándose la historia por la proximidad a la treintena del ex jugador de Hajduk y Juventus.
Pero, con todo, a Jarni le fascinan partidos como el del sábado, rivales como el Madrid, Suker en el bando enemigo. Ahí es cuando un croata de pura cepa toma la iniciativa y pide responsabilidades, juego y balón en momentos en los que los débiles de espíritu desean desaparecer. Luis Aragonés ha hecho un trabajo de motivación especial con el croata, tanto como con el yugoslavo Vidakovic. «Ojalá me salgan bien las cosas contra el Madrid», decía Jarni en vísperas. Cañizares y Jaime deben andar preguntando aún el número del croata. Los números de su contrato, cláusula de rescisión y derechos de imagen están bajo el control de un defensa llamado Ruiz de Lopera.
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