Asi se titula el articulo que publica hoy en El Desmarque Jorge Liano. Estoy totalmente de acuerdo con el articulo. Ahi os lo pongo, a ver que os parece.
Es francamente impactante, a la vez que nada sorprendente dada la situación, ver cómo cada vez son más y más heterogéneos los grupos que surgen con el propósito de promover un cambio en el Betis. En la sociedad del Siglo XXI toda aquella empresa que no tenga una estructura moderna está condenada al fracaso, y como tal, el Betis lo tiene muy mal mientras no cambien muchas cosas, algo de lo que se da cuenta cualquier aficionado que se precie.
Nace la Liga de Juristas Béticos con el propósito de cambiar las cosas en colaboración con otras asociaciones como Béticos por el Villamarín o Por Nuestro Betis. Se trata de un grupo de personas tremendamente preparadas que desde el ámbito jurídico se erigen en un auténtico dolor de cabeza para el máximo accionista, que no podrá dar ni un sólo paso en falso, si es que no lo ha dado ya, si no quiere que se le echen encima. Lógicamente estos juristas no pueden obligar a vender algo a alguien si este no quiere, pero pueden conseguir apretarle las tuercas a nivel legal.
Algo así, pero desde un ámbito más social, hace Por Nuestro Betis. Igualmente preparados pero con otras prerrogativas, sindicando acciones y consiguiendo que 'la masa' minoritaria sea cada vez menos minoritaria, haciendo además los días de partido junto a otros béticos que su grito resuene lo máximo posible.
Béticos por el Villamarín son más un guiño al pasado. Evidentemente tienen 'masa', pero de ser la principal preocupación de Lopera, han pasado a un segundo plano. Quizás con el tiempo se les recuerde como el germen de un movimiento que provocó una situación nueva en el Real Betis Balompié.
Todos ellos parecen bastante cercanos entre sí y con el objetivo común que se han marcado tienden a la unión, lo cual es beneficioso, pero falta algo. Si bien es cierto que por ejemplo, en la Liga de Juristas José Rodríguez de la Borbolla es de sobras conocido, no existe una cara visible como seria alternativa de poder para el futuro. Ese es el verdadero problema de todos estos grupos, que deben buscarla y mostrarla si de verdad quieren mover del sitio a Manuel Ruiz de Lopera.
Es francamente impactante, a la vez que nada sorprendente dada la situación, ver cómo cada vez son más y más heterogéneos los grupos que surgen con el propósito de promover un cambio en el Betis. En la sociedad del Siglo XXI toda aquella empresa que no tenga una estructura moderna está condenada al fracaso, y como tal, el Betis lo tiene muy mal mientras no cambien muchas cosas, algo de lo que se da cuenta cualquier aficionado que se precie.
Nace la Liga de Juristas Béticos con el propósito de cambiar las cosas en colaboración con otras asociaciones como Béticos por el Villamarín o Por Nuestro Betis. Se trata de un grupo de personas tremendamente preparadas que desde el ámbito jurídico se erigen en un auténtico dolor de cabeza para el máximo accionista, que no podrá dar ni un sólo paso en falso, si es que no lo ha dado ya, si no quiere que se le echen encima. Lógicamente estos juristas no pueden obligar a vender algo a alguien si este no quiere, pero pueden conseguir apretarle las tuercas a nivel legal.
Algo así, pero desde un ámbito más social, hace Por Nuestro Betis. Igualmente preparados pero con otras prerrogativas, sindicando acciones y consiguiendo que 'la masa' minoritaria sea cada vez menos minoritaria, haciendo además los días de partido junto a otros béticos que su grito resuene lo máximo posible.
Béticos por el Villamarín son más un guiño al pasado. Evidentemente tienen 'masa', pero de ser la principal preocupación de Lopera, han pasado a un segundo plano. Quizás con el tiempo se les recuerde como el germen de un movimiento que provocó una situación nueva en el Real Betis Balompié.
Todos ellos parecen bastante cercanos entre sí y con el objetivo común que se han marcado tienden a la unión, lo cual es beneficioso, pero falta algo. Si bien es cierto que por ejemplo, en la Liga de Juristas José Rodríguez de la Borbolla es de sobras conocido, no existe una cara visible como seria alternativa de poder para el futuro. Ese es el verdadero problema de todos estos grupos, que deben buscarla y mostrarla si de verdad quieren mover del sitio a Manuel Ruiz de Lopera.
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