Fuente. www.eldesmarque.com
Por Nacho González
La misma historia de siempre pero con diferentes protagonistas. Así se puede resumir la temporada que se le avecina al beticismo porque transcurrido un cuarto de la competición, ya es tiempo suficiente para sacar la bandera de SOS visto lo visto. El problema es que este Betis se asemeja mucho a los actuales gobernantes de esta ciudad y de este país. Aquí no dimite nadie. Se puede ser un incompetente en su máxima expresión, hacer las mayores fechorías, llevar el barco al desastre más ruin, pero... no pasa nada. Y voy más allá. Hace dos veranos, se marchó el último estandarte bético: Joaquín. Su salida estuvo marcada de nuevo por la envidia de un mandatario que no soporta tener cerca aalguien más querido e idolotrado, de ahí el viaje a Albacete, las lágrimas y demás. Pero no quiero perderme en esos detalles. Insisto, su salida dejó 25 millones de euros, casi nada. Pues sí, desgraciadamente ha sido traducido a la nada. Según el ilustre Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos, el club que dirige y posee se ha gastado en el pasado mercado de fichajes la friolera de 24 millones de euros, eso al menos asegura él. El resultado no ha podido ser peor, el dinero de Joaquín está en el estercolero. Sólo Ricardo responde a las expectativas, con un grado de profesionalidad del que muchos deberían tomar buena nota, que diría aquel. A partir de ahí recopilemos. Ilic: internacional con Eslovenia. Cierto, esa selección quinta en su grupo e incapaz de vencer a la todopoderosa Albania hace unas semanas. Babic: tras un año de reposo en Alemania, ha perdido la titularidad en Croacia y al parecer las ganas de jugar al fútbol. Somoza: no era titular en el peor Villarreal con diferencia de la era Pellegrini. José Mari: mejor no opinar. Lima: tres millones de euros entre incógnitas. Aún no lo he visto como para juzgarlo. Mark González: ¿dónde está?. Pavone: ¿de donde ha salido? ¿siete millones de euros? Ya que no juega les recomiendo acudan una mañana a la ciudad deportiva y me entenderán. Pero lo peor no es esto, no. Lo peor es que van ya varios años dilapidando dinero y llevándose el galardón al mayor inútil en fichajes. Son caros, y además malos, con lo se convierte en doblemente caro. Pero no pasa nada. Alguien debería asumir la responsabilidad, o exigirla al menos, pero la afición ha caído en la indiferencia y cobardía. La única que puede exigir y reclamar no lo hace, entonces... Así va el Betis, tirando dinero y coqueteando con la ruina mientras sus responsables achacan al enésimo entrenador, la suerte y en poco tiempo, los árbitros también, el disparate tragicómico que ha envuelto al club.
Por Nacho González
La misma historia de siempre pero con diferentes protagonistas. Así se puede resumir la temporada que se le avecina al beticismo porque transcurrido un cuarto de la competición, ya es tiempo suficiente para sacar la bandera de SOS visto lo visto. El problema es que este Betis se asemeja mucho a los actuales gobernantes de esta ciudad y de este país. Aquí no dimite nadie. Se puede ser un incompetente en su máxima expresión, hacer las mayores fechorías, llevar el barco al desastre más ruin, pero... no pasa nada. Y voy más allá. Hace dos veranos, se marchó el último estandarte bético: Joaquín. Su salida estuvo marcada de nuevo por la envidia de un mandatario que no soporta tener cerca aalguien más querido e idolotrado, de ahí el viaje a Albacete, las lágrimas y demás. Pero no quiero perderme en esos detalles. Insisto, su salida dejó 25 millones de euros, casi nada. Pues sí, desgraciadamente ha sido traducido a la nada. Según el ilustre Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos, el club que dirige y posee se ha gastado en el pasado mercado de fichajes la friolera de 24 millones de euros, eso al menos asegura él. El resultado no ha podido ser peor, el dinero de Joaquín está en el estercolero. Sólo Ricardo responde a las expectativas, con un grado de profesionalidad del que muchos deberían tomar buena nota, que diría aquel. A partir de ahí recopilemos. Ilic: internacional con Eslovenia. Cierto, esa selección quinta en su grupo e incapaz de vencer a la todopoderosa Albania hace unas semanas. Babic: tras un año de reposo en Alemania, ha perdido la titularidad en Croacia y al parecer las ganas de jugar al fútbol. Somoza: no era titular en el peor Villarreal con diferencia de la era Pellegrini. José Mari: mejor no opinar. Lima: tres millones de euros entre incógnitas. Aún no lo he visto como para juzgarlo. Mark González: ¿dónde está?. Pavone: ¿de donde ha salido? ¿siete millones de euros? Ya que no juega les recomiendo acudan una mañana a la ciudad deportiva y me entenderán. Pero lo peor no es esto, no. Lo peor es que van ya varios años dilapidando dinero y llevándose el galardón al mayor inútil en fichajes. Son caros, y además malos, con lo se convierte en doblemente caro. Pero no pasa nada. Alguien debería asumir la responsabilidad, o exigirla al menos, pero la afición ha caído en la indiferencia y cobardía. La única que puede exigir y reclamar no lo hace, entonces... Así va el Betis, tirando dinero y coqueteando con la ruina mientras sus responsables achacan al enésimo entrenador, la suerte y en poco tiempo, los árbitros también, el disparate tragicómico que ha envuelto al club.
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